La leche se deja correr

Por Elida Thiery (redacción LA OPINION). - Con las primeras imágenes de la leche derramada se inician todo tipo de especulaciones, que muchas veces quedan lejos de la realidad.
Lo primero que se escucha es la falta de donación del alimento, sin saber que nadie puede regalarla sin ser pasteurizada previamente, porque lo prohíbe el Código Alimentario Argentino y hacerlo genera problemas legales. Es por eso que en la reunión de ayer con la provincia los productores pusieron a disposición la materia prima que se tiene que desechar por falta de espacio para las instituciones que la precisen y se hagan cargo del proceso de pasteurización obligatorio.
De todos modos, por más que esa leche se procese en una industria o se tire, siguen existiendo de manera lamentable personas que pasan hambre en el país.
El otro punto es ver la cara de un productor cuando tira leche y ve correr horas de trabajo de los tamberos, de quienes ordeñan, años de empeño y también dinero que lentamente se absorbe en la tierra. En el silencio del campo, el ruido de la leche que cae de una cisterna da mucha tristeza y más aún si se piensa en la multiplicación de casos que por estos días se está dando. 
Algunos hablan de más de diez millones de litros derramados hasta el momento, lo cual agiganta la urgencia del conflicto y la atención de todas las partes. De todos modos, los 5.200 litros que se escurrieron y fueron fotografiados por este diario, ya fueron suficiente muestra de una crisis que no se sabe dónde ni cómo termina.

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