Ayer a última hora se confirmaron los datos del encuentro que se dará frente a la Plaza de Mayo.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - A los indecisos se les pasa el tiempo y es así que la cita entre tamberos y Gobierno se terminó demorando una semana. De aquella asamblea en la Sociedad Rural de Rafaela el 19 de junio, se pasó al encuentro del pasado lunes en la sala de Amigos del Arte en Sunchales, donde la presencia del Subsecretario de Lechería de la Nación propició el pedido de una audiencia con las verdaderas autoridades nacionales. Faltó en el momento una fecha concreta, pero a fuerza de insistencia fue a última hora de ayer que se concretaron las coordenadas de la ansiada cita.
Del original jueves propuesto, luego se trasladó la expectativa al lunes, pero no había datos sobre el horario ni el lugar a visitar. Muchos ya esperaban que un nuevo cambio de plazos lleve el foco al martes, pero para sorpresa de muchos, los teléfonos comenzaron a sonar este viernes a la tardecita.
Costó la decisión, pero llegó, ahora falta la misma actitud en políticas y respuestas.
Parece que la urgencia ante 2015, la necesidad de relajar tensiones con el agro, pero sobre todo la desmedida búsqueda de ingreso de dólares para el cumplimiento de deudas, por todos conocidas, es lo que motiva por sobre todas las cosas la convocatoria.
Con un listado de nombres y datos personales entregado días atrás, los llamados de confirmación de los asistentes llegaron ayer, distribuyendo la convocatoria a las 17 entidades lecheras que conforman la Mesa Nacional de Productores de Leche, junto a las instituciones más vinculadas al oficialismo. Además el Foro de Presidentes Comunales, con representantes de los departamentos lecheros santafesinos, un grupo de tamberos representantes de la asamblea del 7 de julio, pero del mismo modo, acompañando la causa del movimiento económico y social lechero, los intendentes de Rafaela y Sunchales, Luis Castellano y Ezequiel Bollatti, e incluso la invitación llegó a los ministros de la Producción y Asuntos Agrarios de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
En definitiva, será el lunes, a las 10 de la mañana, que en el Ministerio de Economía de la Nación, serán recibidos, tal como lo pudo comprobar LA OPINION. Allí los esperarán el dueño de casa, Axel Kicillof, que está en medio de las complicaciones planteadas por la obligación de pago a los fondos buitre y cuestiones anexas como el escape alcista de la inflación, pero también por Carlos Casamiquela, el ministro de Agricultura.
Claro que quizá se acoplen al encuentro Jorge Videla, a quien le encargaron salir a poner la cara por el Gobierno hace pocos días y sabe de lo que habla cuando se tocan temas como precio, exportaciones, e incluso ayudas a productores, por más que lo que diga tenga los límites lógicos del cumplimiento del mandato oficial. Del mismo modo se cree que estará en el encuentro el “padre del conflicto principal”, Augusto Costa. El hombre que presionó a las industrias a no pagar más de tres pesos por litro de leche, aunque no lo escribió, firmó o confirmó públicamente. Será en el encuentro cuando se deba destrabar este congelamiento, escondido pero cumplido replicando las liquidaciones de mayo en los pagos de junio e incluso de este mes.
Pero también el Gobierno deberá salir a responder sobre políticas, estancadas, que son las que tienen consecuencia directa en los balances productivos, e incluso en las caídas de compromisos de exportación, como meros ejemplos de la falta de operatividad que surge de la Capital Federal y se padece en ciudades y pueblos del interior del país. Claro está que sin tener ganas de sentar al sector comercial en la mesa de debate, no se resolverá el escape de precios para el consumo, las altísimas cifras pagadas a pocas cuadras de las mismas industrias que producen los lácteos y todas esas cuestiones que son tan argentinas como las vacas y que se sufren históricamente y forman parte del acostumbramiento argentino y el deterioro de condiciones, tanto para los productores, como para los consumidores, principalmente.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - A los indecisos se les pasa el tiempo y es así que la cita entre tamberos y Gobierno se terminó demorando una semana. De aquella asamblea en la Sociedad Rural de Rafaela el 19 de junio, se pasó al encuentro del pasado lunes en la sala de Amigos del Arte en Sunchales, donde la presencia del Subsecretario de Lechería de la Nación propició el pedido de una audiencia con las verdaderas autoridades nacionales. Faltó en el momento una fecha concreta, pero a fuerza de insistencia fue a última hora de ayer que se concretaron las coordenadas de la ansiada cita.
Del original jueves propuesto, luego se trasladó la expectativa al lunes, pero no había datos sobre el horario ni el lugar a visitar. Muchos ya esperaban que un nuevo cambio de plazos lleve el foco al martes, pero para sorpresa de muchos, los teléfonos comenzaron a sonar este viernes a la tardecita.
Costó la decisión, pero llegó, ahora falta la misma actitud en políticas y respuestas.
Parece que la urgencia ante 2015, la necesidad de relajar tensiones con el agro, pero sobre todo la desmedida búsqueda de ingreso de dólares para el cumplimiento de deudas, por todos conocidas, es lo que motiva por sobre todas las cosas la convocatoria.
Con un listado de nombres y datos personales entregado días atrás, los llamados de confirmación de los asistentes llegaron ayer, distribuyendo la convocatoria a las 17 entidades lecheras que conforman la Mesa Nacional de Productores de Leche, junto a las instituciones más vinculadas al oficialismo. Además el Foro de Presidentes Comunales, con representantes de los departamentos lecheros santafesinos, un grupo de tamberos representantes de la asamblea del 7 de julio, pero del mismo modo, acompañando la causa del movimiento económico y social lechero, los intendentes de Rafaela y Sunchales, Luis Castellano y Ezequiel Bollatti, e incluso la invitación llegó a los ministros de la Producción y Asuntos Agrarios de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
En definitiva, será el lunes, a las 10 de la mañana, que en el Ministerio de Economía de la Nación, serán recibidos, tal como lo pudo comprobar LA OPINION. Allí los esperarán el dueño de casa, Axel Kicillof, que está en medio de las complicaciones planteadas por la obligación de pago a los fondos buitre y cuestiones anexas como el escape alcista de la inflación, pero también por Carlos Casamiquela, el ministro de Agricultura.
Claro que quizá se acoplen al encuentro Jorge Videla, a quien le encargaron salir a poner la cara por el Gobierno hace pocos días y sabe de lo que habla cuando se tocan temas como precio, exportaciones, e incluso ayudas a productores, por más que lo que diga tenga los límites lógicos del cumplimiento del mandato oficial. Del mismo modo se cree que estará en el encuentro el “padre del conflicto principal”, Augusto Costa. El hombre que presionó a las industrias a no pagar más de tres pesos por litro de leche, aunque no lo escribió, firmó o confirmó públicamente. Será en el encuentro cuando se deba destrabar este congelamiento, escondido pero cumplido replicando las liquidaciones de mayo en los pagos de junio e incluso de este mes.
Pero también el Gobierno deberá salir a responder sobre políticas, estancadas, que son las que tienen consecuencia directa en los balances productivos, e incluso en las caídas de compromisos de exportación, como meros ejemplos de la falta de operatividad que surge de la Capital Federal y se padece en ciudades y pueblos del interior del país. Claro está que sin tener ganas de sentar al sector comercial en la mesa de debate, no se resolverá el escape de precios para el consumo, las altísimas cifras pagadas a pocas cuadras de las mismas industrias que producen los lácteos y todas esas cuestiones que son tan argentinas como las vacas y que se sufren históricamente y forman parte del acostumbramiento argentino y el deterioro de condiciones, tanto para los productores, como para los consumidores, principalmente.
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