Desde mayo el
crecimiento fue magnífico. Aun se trabaja en el formato de contrato que permita
mejorar las condiciones entre los grupos que aportan la materia prima y tres
pymes que la reciben. Los últimos negocios se cerraron en 6,10 pesos por litro.
Por Elida Thiery - Para muchos era una idea rara, para otros
imposible, algunos creían que era inaplicable, pero lentamente y a poco más de
un año y medio de haberse empezado a debatir la Consignataria Láctea de Santa
Fe es una realidad que se instala como alternativa comercial.
En mayo se iniciaba el trabajo con siete grupos de
productores y para junio se duplicaba el aporte de materia prima, lo cierto es
que de aquellos primeros 200 mil litros, ahora se comercializan 1,3 millones de
litros al mes. Para esos muchos sonará exagerado, pero lo cierto es que fue
posible encaminar esta prueba piloto que ahora intenta generar un esquema de
contrato, a muy buenos precios.
Fue en este espacio donde empezamos a explicar de qué se
trataba y a difundir lo que hoy es una realidad.
“En esta prueba piloto cerramos el mes de julio con un
millón 300 mil litros. De un camión que aportó cada grupo en el comienzo, en un
mes sumamos otro más cada uno. Para el mes de julio ya estábamos enviando esa
cantidad de litros de materia prima a tres pymes del sur de la provincia”,
mientras se aguarda el cierre y firma del contrato que formalice esta venta, no
se piensa en sumar más leche cruda, ni más empresas, sosteniendo un modelo que
ya demuestra que es viable y sustentable.
Marcelo Dándolo es uno de los productores incluidos en la
iniciativa desde su inicio y explica a EDairyNews que “hasta que no tengamos
firmado el contrato tenemos ciertas limitaciones burocráticas, pensando en un
formato propio teniendo en cuenta que la figura que elegimos dentro de la
Consignataria es del consorcio de colaboración empresarial, por lo tanto al ser
una figura nueva y en estudio, se deben reunir todos los requisitos para poder generar
el espacio de la manera más sólida posible”.
La suma de litros, la multiplicación de la iniciativa
demuestra que se puede ir sustentando esta modalidad de venta de materia prima,
aún sin tener que salir a buscar leche fuera de la estructura original, aunque
se debe destacar que el interés de nuevos protagonistas es mucho y se consolida
con estos avances.
Dándolo asegura que la expansión dentro del marco de la
prueba que se realiza permite generar una “gimnasia” en el formato, a lo que se
suma el manejo de datos, el entrecruzamiento de información, la mejora en
cuanto a la logística y a la fase comercial, que es la parte que el tambero en
general menos conoce.
“Estamos armando estrategias para que una vez que tengamos
el contrato de base podamos avanzar sobre otras industrias, otras pymes,
añadiendo también más cantidad de leche de otros tamberos”, indica mientras
apuesta a la iniciativa que sigue siendo cuestionada por las grandes empresas.
Pero lo nuevo siempre es controversial y muy criticado. La Consignataria no
puede competir con las más grandes, pero sí toca intereses al momento de
entender a la lechería de una manera más ordenada, partiendo de precios de
referencia, proyecciones que pueden ponernos a pensar en una eficiencia que
responda a la creciente demanda de lácteos que es la oportunidad global para el
sector.
La certeza sobre los valores da sustento a nuevas
inversiones. “Estamos muy convencidos que esta es una herramienta a favor de
los productores y que no va en contra de nadie. Hay que entender que el tambero
es el menos protegido de la cadena y que al momento seguimos sin saber cuánto
cobramos al entregar nuestra producción, en el sistema tradicional”.
Pero con el apoyo del Ministerio de la Producción de Santa
Fe se pudieron encontrar espacios de intercambio que permitieron el avance y es
así que hoy, mientras el promedio nacional está poco más por encima de los 5,60
pesos por litro, la materia prima de la Consignataria Láctea consigue valores
de 6,10 pesos , lográndose con un contrato seguros de caución, provisión y
referencia. Los números demuestran que el mercado da para apreciar la leche y
es en ese contraste entre la historia y la tradición; y esta innovación que la
oportunidad se hace camino para que los que resistieron a años de pésimas
políticas, a secuencias climáticas adversas, tengan la expectativa de mejorar
el horizonte y poder sonreir en cierta forma, al final del día.
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