Se están desarrollando las 13º Jornadas Lecheras Nacionales. El primer panel estuvo dominado por la mirada política interna y externa, vinculada al sector.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - Durante la mañana del miércoles en Villa María, el sector se dio cita
en las 13º Jornadas Lecheras Nacionales, donde se debatieron cuestiones
técnicas, se rondó a la política, pero sobre todo se tendió a mirar las
oportunidades del mercado interno y también del externo.
Durante la apertura estuvieron presentes el director nacional de
Lechería, Alejandro Sammartino; el ministro de Agricultura de Córdoba, Sergio
Busso; Germán Cassetta, decano del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de
la UNVM; y Martín Gill, intendente de la ciudad, encabezaron este evento
organizado por Todo Agro y la Universidad Nacional de Villa María.
Ante un auditorio repleto, según el funcionario nacional, “la lechería
y la argentina se salva con institucionalidad, no con proyectos, con ideas que
intentan hacer atajos”, en referencia a la contienda con algunas intenciones de
instituciones de instalar formalidades que hoy no existen en el negocio. Más
allá de la contienda personal en esto, llamó a seguir “sentándose en una mesa a
trabajar”, como es el caso del Consejo Federal Lechero, o la Mesa de
Competitividad Lechera.
Sammartino dijo que “existe una diferencia entre las coyunturas”,
mientras que “por primera vez existe una política clara para la lechería de
crecimiento y exportación. Si no crecemos la lechería no tiene rumbo y no tiene
futuro”, por eso se empieza un trabajo de promoción de los lácteos argentinos
en el mundo.
El dato aportado como alentador es que “en el primer trimestre del año
crecieron 22 por ciento de exportaciones, consolidando el trabajo que están
haciendo las empresas y las provincias, porque no tenemos que trabajar con
saldos exportables, sino con mercados”. De todas maneras la competitividad
económica frente a la moneda extranjera aún no tuvo el impacto que el propio Gobierno
auguraba desde hace un año.
“Este es un momento disruptivo en tecnologías, pero hay que reducir la
brecha para tener más competitividad”, explica el representante de
Agroindustria, donde “estos escenarios de intercambio son fundamentales para
entender que tenemos que ser mucho mejores”, en alusión a eventos de
capacitación como las Jornadas Lecheras.
Por su parte, Busso reconoció la importancia de trabajar entre todos
los niveles del Estado, pero al mismo tiempo sostuvo que hay que seguir
desarrollando a la actividad. Puso de relieve que “la infraestructura es hoy
uno de los principales problemas para la lechería, porque la tornan frustrante
por la falta de caminos, con campos inundados”.
El Ministro cordobés reclamó una tarea más minuciosa de la Nación para
el sostenimiento de la actividad, sobre todo de los más pequeños, porque “sin
productores tamberos no existe nada de lo que podamos hablar acá”. Con pautas
políticas centrales que aún no se concretan y refiriendo a que no es su
intención herir susceptibilidades, reforzó que “necesitamos construir una
patria mucho más federal, porque el interior hace un esfuerzo enorme para
seguir produciendo”.
Córdoba tiene hoy 2.800 tambos activos, con 1.096.852 cabezas, en las
cuencas Noreste, Sureste y Sur. El tambo promedio tiene 187 hectáreas, con 212
vacas, con 3.402 litros por día y factura 78 mil pesos por hectárea al año. Más
leche, mejores terneros, trabajando en la idea de tambos asociativos e incluso
en la certificación de procesos, sanidad, caminos rurales, software para tener
datos en tiempo real y buenas prácticas, son los ejes de trabajo del Ministerio
de Agricultura de Córdoba, aplicados a la lechería, que se presentaron en el
evento.
La intención es generar para el año próximo un extracto con el formato
de Olimpíadas Lecheras en esta Jornada, para complementar la formación de los
futuros profesionales, para multiplicar el interés por el sector, desde una
ciudad que ha sabido promover la formación técnica y superior en la lechería,
lo cual diferencia a Villa María de otras cuencas.
¿Oportunidades?
Como uno de los disertantes, Alejandro Sammartino explicó el panorama
para el sector hacia afuera. Luego de
más de una década perdida, por el inconsistente debate entre el abastecimiento
del mercado interno y las exportaciones, la debilidad ante el mercado externo
hace que hoy se deban retomar negociaciones con viejos y nuevos mercados,
encarando estrategias muy diversas.
“Argentina es cara, tenemos problemas de fletes, de logística, no
tenemos acuerdos con muchos mercados y por eso se queda afuera de la agenda de
los principales mercados compradores de lácteos”, explicó el Director Nacional
de Lechería apuntando básicamente a cinco mercados con queso y leche en polvo,
como son México, Corea, Japón, China y Australia. Se buscan convenios
bilaterales para abrir cuotas de ingreso de productos, para poder ampliar lo
que fue la exportación total nacional de lácteos en 2018 de 300 mil toneladas
de productos lácteos, de los cuales solo el 30 por ciento fueron quesos. De
todas maneras se sinceró, “hoy no tenemos capacidad exportadora”.
Destacó que en estos años se digitalizó todo el proceso exportador de
las pymes, para simplificar lentamente el proceso para las industrias. Se
redujo del 16 al uno por ciento el arancel para la compra de tecnología en el
exterior, pero admitió que falta avanzar en una mayor consolidación del pago
por calidad, teniendo al momento una tipificación de 12 leches e incluso se
empieza a discriminar el flete en el precio, como bonificación comercial.
“La transparencia y la fiscalización es fundamental”, argumentó
mientras reforzó la idea que sostiene sobre el cierre de tambos en nuestro
país. “No existe un precio que asegure la continuidad, más que la decisión
familiar de seguir adelante”.
Tocando las polémicas que lo envolvieron en el último tiempo, cerró su
presentación diciendo que “podemos dar la cancha y las reglas, pero los que
juegan son ustedes”.
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