Esta es una idea hacia la sustentabilidad, según la mirada
del especialista Gustavo Oliverio que disertó en la primera jornada del
Simposio Tecnología y Producción Sustentable organizado por Mastellone Hermanos.
Su exposición se enfocó en la sustentabilidad de la lechería
argentina. Partiendo del concepto fundamental, la sustentabilidad se sostiene
en la rentabilidad para el productor y la industria, cuando mantiene la integridad de los recursos
naturales y cuando fortalece todas las estrategias de desarrollo de un país.
“En los últimos años ha habido muchísima presión de los
ambientalistas, bien o mal intencionados, que han mirado solo una parte del
medio ambiente”, mientras que “la Argentina está en una posición muy buena”, si
se compara por ejemplo con Francia que quintuplica las variables locales.
Para Oliverio “hay que presionar a los que se ocupan de las
negociaciones internacionales para que ubiquen en su debido lugar al tema,
dándole importancia a la fijación del carbono por el uso de pasturas”, por lo
tanto se debe destacar que “la lechería argentina produce el 0,008 por ciento
de los gases de efecto invernadero”. No es un tema central para debatir en el
sector actualmente si se trabaja más sobre la productividad, que hace que se
bajen las emisiones, que en un 90 por ciento se producen por respiración,
entonces el aumento de la eficiencia reduce emisiones, con mejor manejo,
confort y dietas de alta digestibilidad, sobre la transformación de forraje en
alimento y su fijación de carbono, con una base de cultivos de cobertura.
La lechería como toda actividad de largo plazo precisa de
una macroeconomía estable, reglas claras y sustentabilidad, variables de las que
no se suelen disponer en nuestro país.
Con una alta presión fiscal y diversos impuestos
distorsivos, Argentina tiene un consumo de lácteos asegurado, pero que precisa
de mayores exportaciones, sin embargo se debe avanzar en garantizar la sanidad,
inocuidad y calidad de la producción, para poder sustentar la demanda
internacional, sobre todo. Los acuerdos de libre comercio serán fundamentales
en esta expansión.
Las nuevas tecnologías y la innovación sostendrán a las
nuevas inversiones, pero “necesitan de un país un poco más serio para poder
aprovecharlo, porque ahora no tenemos muy claro para donde estaba yendo, ni
para donde irá ahora”. Con la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas, en su
más amplio criterio, colaboran con la construcción de la sustentabilidad que en
definitiva debe permitir producir más con menos recursos.
En cuanto a los efluentes, se debe avanzar de manera más
ágil en este sentido. Cada sistema de producción tiene una infraestructura de
tratamiento acorde y se debe contemplar que para las exportaciones es muy
importante tener definida esta tarea con éxito.
“Tenemos que plantearnos el hecho de construir a la
sustentabilidad todos los días, hay que tomar decisiones porque es insostenible
que a pesar que el entorno venga en contra , hay que pensar en la reposición de
nutrientes en el suelo”, concluyó.
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