(Prensa BCR) – En un informe puplicado
por la Bolsa de Comercio de Rosario, firmado por Patricia Bergero y Alberto
Lugones, se hace un repaso de los últimos años de desempeño del sector lechero,
sobre el que destacan “un fuerte estancamiento que data de finales de la década
de los noventa”, en un marco de menor cantidad de empresas, con producción
constante, exportaciones y consumo reducido.
En 2018 el sector lácteo en
Argentina representó la quinta Cadena Agroalimentaria (CAA) (dentro de un
listado de las 31 cadenas que componen el sector agroalimentario argentino) en
cuanto a aportes al Valor Agregado (VA), sólo por detrás de los aportes de las
cadenas de la soja, la bovina, del maíz y del trigo. Este aporte representó
aproximadamente el 1% del PBI en términos de Valor Agregado. Además, fue la
tercera CAA si es que se toma el Valor Bruto de Producción (VBP), sólo superado
por, nuevamente, el complejo de la soja y del sector bovino.
Con estos datos podría concluirse
que el sector lácteo en Argentina mantiene una gran importancia dentro de la
estructura productiva nacional y que es necesario su análisis histórico para
reconocer el estado actual de esta cadena agroalimentaria. Para ello, es
esencial es estudio histórico de variables determinantes del desempeño
productivo del sector.
Producción
Al analizar la producción de leche
se podría afirmar que la misma se ha mantenido constante. Principalmente porque
a lo largo del período 2008-2019, aunque se hayan dado variaciones de
producción, entre el inicio y el cierre del intervalo histórico analizado sólo
se creció un 3,33%. En adición a lo anterior, en caso de extender el análisis a
1999 el efecto producido es idéntico. La producción total para dicho año fue de
10.329 millones de litros, y la producción para el año 2019 fue de 10.343
millones de litros. Con lo cual podría afirmarse que el crecimiento entre 1999
y 2019 es del 0,13%.
Es claro el estancamiento productivo
cuando la producción total de leche en millones de litros es aproximadamente el
mismo valor habiendo transcurrido 20 años entre un año y el otro. El panorama
es más claro aún si se realiza una comparación con otros países. Según datos
brindados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en el
período 2000-2016, países limítrofes como lo son Uruguay, Brasil y Chile,
crecieron todos más de un 40% en cantidad de litros, incluso Chile llegando a
crecer más del 70%.
El sector lácteo nacional orienta
aproximadamente el 80% de su producción al consumo interno y 20% a
exportaciones. Por ello, el consumo doméstico (determinado en gran parte por el
nivel de ingreso nacional) y la demanda externa son dos de los principales
determinantes de la producción en el país, además del precio de los lácteos que
determina la rentabilidad tambera. En este sentido, la cantidad de unidades
productivas de leche en Argentina evidencia un retroceso entre el inicio y el
final del período estudiado. En 2008, 11.542 establecimientos producían leche
en Argentina para contabilizar en 2018 los 10.722 establecimientos. Pero dentro
de este período existió una tendencia alcista a hasta el año 2012 donde se
alcanzaron los 12.003 establecimientos. En dicho año se dio un quiebre en el
sector lácteo nacional y desde entonces el número de unidades productivas no ha
dejado de descender hasta el año 2018.
La producción de leche a nivel
nacional, según datos del año 2017, está distribuida geográficamente en 3
provincias principalmente, Córdoba (37%), Santa Fe (32%) y Buenos Aires (25%). Su
sumatoria da una participación del 94% del total a nivel país. Por otro lado,
de 11.326 tambos existentes en ese mismo año, el 35,1% estaban ubicados en la
provincia de Santa Fe, 30% en Córdoba, 22,1% en Buenos Aires y 7,6% en Entre
Ríos. Con estos datos podemos concluir que la escala de producción en la
provincia de Córdoba es la mayor a nivel nacional, puesto que la relación entre
su participación y el número de establecimientos productivos es el mayor de
todo el país.
Consumo interno
En cuanto al consumo interno, se
estima que el promedio para todo el período (2008-2019) es equivalente a 200
litros de leche por año aproximadamente. En el año 2019 se registra una fuerte
reducción en las cantidades consumidas por los habitantes del país (caída del
5.9% con respecto al año anterior y del 12.8% con respecto al año 2008).
Dentro de las estimaciones del
consumo interno puede notarse un cierto reflejo de lo ocurrido con el número de
establecimientos productivos. A partir de los 214 litros de leche per cápita
por año del año 2012, el consumo cae por debajo de los 200 litros y, con la
excepción del 2015, los valores no logran superar dicho registro.
Exportaciones e importaciones
En el caso del sector externo, las
exportaciones han sufrido una reducción de aproximadamente el 20% en cantidades
de toneladas y de un 32% en cantidades de dólares ingresados al país. Por el
lado de las importaciones, el volumen ha variado mucho de año a año, pero
podríamos afirmar que comenzó y cerró el período analizado (2008-2017) con sólo
un 3,2% de aumento. Pero las importaciones finales serían mayores en un 9,95%
al volumen promedio importado en estos diez años (13.992 toneladas). Además de
ello, importar 15.384 toneladas en el año 2017 significó un desembolso 25%
mayor que lo gastado en 2008 para importar 14.901 toneladas de productos
lácteos.
En la conclusión del informe, desde
la Bolsa de Comercio de Rosario explican que “esta cadena agroalimentaria es
estructuralmente superavitaria en cuanto a su balanza comercial. Las
importaciones representan menos del diez por ciento de las toneladas
exportadas. El mismo resultado puede apreciarse en cuanto a los
ingresos/egresos de dólares por transacciones con el exterior. Por tales
razones, podemos afirmar que el sector es un generador neto de divisas para el
país”.
Comentarios