La lluvia de datos para la toma de decisiones impulsan el negocio lechero

El avance de la tecnología en los tambos hace que la cantidad de datos disponibles necesiten lecturas precisas para enfocarse mejor en la actividad, así lo explicó Matías Stangaferro durante Todo Láctea 2025.

Por Elida Thiery (Aire Agro) - La exigencia del manejo en todos los aspectos de la producción lechera crecen a medida que avanza el sector y sobre todo al disponer de tanta tecnología para mejorar el desempeño. Es entonces que los datos se transforman en la clave del futuro para la lechería.
Durante Todo Láctea 2025 las capacitaciones y charlas versaron sobre todos los temas fundamentales para consolidar la producción, desde las estrategias de bajo costo, las producciones alternativas, la sanidad, los equipos de trabajo y también la lechería de datos.
El doctor Matías Stangaferro es veterinario especializado en producción lechera de la Universidad de Cornell y la Universidad Nacional del Litoral y pasó por el auditorio de la Cooperativa Guillermo Lehmann para hablar sobre “Cómo los datos impulsan la eficiencia productiva”.
Su punto de partida fue “presentar el concepto de toma de decisiones basadas en datos, desde el punto de vista de salud, reproductivo y con más hincapié en la parte de alimentación”.

El alimento es el principal costo

Hay que destacar que la dieta de los animales representa el costo más importante desde el punto de vista productivo, “entre 45 y más del 60% del presupuesto de un tambo puede estar comprometido en este punto”. Es así que con esa base, detalló una serie de herramientas y estrategias para colectar muy buena calidad de información, que es fundamental para decidir cómo seguir, contando actualmente con herramientas cada vez más poderosas para entenderla.
“Es fundamental tener los datos necesarios y analizarlos de la manera adecuada para que todas las decisiones que tomemos a nivel puertas adentro, a nivel tranqueras adentro, estén basadas en datos que nos permitan maximizar la rentabilidad y minimizar el riesgo de esa toma de decisiones”, explica.
Están dadas las condiciones, existen los datos, las herramientas, pero hay que sabér cómo hacerlo, hay que tener los recursos para poder hacerlo.
Actualmente no está medido cuál es el porcentaje de productores y profesionales que pueden repasar todos los datos y eso es parte de lo que se viene”, indicó en el evento organizado por La Lehmann.

Cada vez hay más puntos de datos

Stangaferro da ejemplos con los monitores de actividad, medidores de leche a nivel de la sala de ordeño, están incluso los que colectan información de componentes de leche. “Eso genera un punto de información en la vaca, que se ordeña tres veces por día, que tiene tres puntos por día de información, entonces la forma en la que integramos y desarrollamos algoritmos para tomar decisiones a partir de eso es parte de lo que más está evolucionando”.
Entra en juego entonces el rol de la genómica, de la precisión de las características de los animales, que también necesita integrarse con el resto de la información, “eso está medio complicado hoy en la industria lechera con la parte de integración de software”, pero a la vez no es lo que se está priorizando y debería acelerarse, más allá de los diferentes sistemas y marcas.
Se puede decir que las empresas no están priorizando esto, sino que cada vez está cerrándose un poco más para tratar de tener la mayor parte del negocio. Pero por otro lado, si bien esto todavía pasa, creo que hay parámetros clave para determinar como nos puede afectar esa eficiencia”.

Datos individuales o mirada general

Existe en la lechería una variación en la mirada que se tiene que atender.
La industria está moviendo el manejo general del rodeo. Pasamos de conocer a todas las vacas individuales cuando eran tambos de cien vacas, a tener tambos de mil vacas y ya no poder manejar todas individuales porque no las conocemos, porque se hace más difícil, y manejar a todas iguales. Hoy, con datos colectados a nivel individual de cada vaca, genómica, cámara de condición corporal, producción de leche, se está moviendo otra vez la industria, o la tendencia hacia el futuro, hacia ese manejo individualizado”.
Lo que explica Stangaferro es que de un animal se puede saber tod, si está rumiando o no, si está en celo, todo el monitoreo de su actividad, cuánta leche produce, eso demuestra que “la lechería se va moviendo hacia una individualización, o por lo menos, a manejar subgrupos de animales bajo esas mismas condiciones”.
Más allá de eso, parámetros como la nutrición se hacen más difíciles de monitorear a nivel individual, porque es más complicado tener el detalle del consumo de alimento por animal.
Así, la alimentación se sigue manejando a nivel de rodeo, o a nivel de corral, a pesar de ser un punto clave y que se lleva el 50% de los costos.

El cálculo del márgen

“A nivel del tambo en general podemos conocer cómo es nuestro márgen, cuál es nuestro ingreso sobre costo de alimentación. Es decir, cuál es el ingreso por venta de leche versus nuestros costos de alimentación, que es un cálculo del ingreso menos el costo; y aunque no todos lo tengan es una cifra fundamental para llegar a obtener el márgen”.
Entonces, “si tenemos un 50% de costo de alimentación, el resto es lo que disponemos para pagar todo el resto de los costos que tenemos y para tener nuestra rentabilidad. Por lo tanto, si bienhay millones de puntos de datos que se puedan analizar con herramientas como inteligencia artificial, todavía hay cosas que ya se pueden hacer, que no se necesita tanta tecnología, y que permiten tomar decisiones que definen más del 50% del costo”.
Para los que ya tienen más tecnología en la sala de ordeño, para los que trabajan con caravanas, collares, robots, quizá sea más sencillo, pero los que todavía están demorados en este sentido, ¿por dónde tienen que empezar?.

Apuntar primero a la nutrición

Como gran divulgador, Matías Stangaferro no duda. “Lo primero que tiene que tener es un software de alimentación. Porque si no tenemos, por lo menos, datos a nivel individual de la vaca, que es lo mínimo que podemos buscar para saber los datos de facturación de leche y así vamos a saber la producción general de rodeo, que es la ecuación inicial para determinar el margen y tomar un montón de decisiones, a lo que deberíamos sumar cuál es el consumo de alimento, para avanzar al costo de alimentación”.
A partir de esto y teniendo en cuenta que la mitad del dinero del tambo se va en esto, ”¿cómo no gastar en un software que nos permita manejar eso?”.
Por lo tanto, “en lo primero que tiene que manejar y enfocarse el productor es tratar de controlar el costo principal de la mejor manera, que es el costo de alimentación”.
Para eso están los datos, para conocer y decidir, sin esa llave es complicado continuar concretamente hacia adelante.

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