Según las investigaciones realizadas en la Universidad de Hong Kong, la contaminación del agua de mar crea zonas de gran extensión privadas del oxígeno suficiente, produciendo un aumento desmedido del nacimiento de peces machos. Este fue el anticipo del estudio que se conocerá por completo en el mes de mayo en la revista Environmental Science and Technology, que advierte sobre el riesgo de desaparición para muchas especies del reino animal subacuático.
En el proceso investigativo se comprobó que el fenómeno de la disminución de oxígeno causada por la contaminación industrial y de químicos usados para la agricultura influye en la capacidad reproductiva y la determinación del sexo de los peces, debido a los severos cambios hormonales en las hembras. Los experimentos en laboratorio se desarrollaron con peces cebra, demostrándose que en condiciones de ausencia de oxígeno, los nacimientos de ejemplares machos llegaron a triplicarse y esos peces poseen una estructura hormonal modificada, esto demuestra que está en riesgo la vida submarina.
"La reproducción es el único factor significativo para la supervivencia de las especies. Muchas zonas muertas se extienden por áreas más amplias que las que los peces usan para la deposición de los huevos y para la reproducción." explicó el profesor Rudolf Wu, director del Centro sobre la Contaminación Costera y Conservación, de la Universidad de Hong Kong, las zonas de los mares privadas de oxígeno, también conocidas como zonas muertas ascienden a un número de 150 en todo el planeta, siendo una de ellas la del Golfo de México, pero tal como informara el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, a través de su reporte anual GEO, este es un fenómeno mundial que crece y abarca también a los mares europeos, como el Báltico, el Adriático y el Mar del Norte.
Sumando con menos contaminación
Al reducirse la contaminación del agua utilizada en la agricultura, la industria y las ciudades, podría destinarse un volumen mucho mayor de la misma al riego.
Los expertos afirman que los posibles beneficios de utilizar estas aguas residuales son enormes: una ciudad con una población de 500 mil personas con un consumo de agua de 120 litros diarios por persona, produce unos 48 mil metros cúbicos diarios de aguas de desechos, que siendo tratadas podrían regar 3.500 hectáreas agrícolas, ya que los nutrientes que contienen las aguas de descarga son casi tan importantes como el agua misma, siendo que las concentraciones que suelen presentar las aguas negras tratadas podrían suministrar todo el nitrógeno y gran parte del fósforo y el potasio que requiere la producción agrícola.
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