Con
un trabajo conjunto entre Meprolsafe y Carsfe, se mostraron cifras
preocupantes de costos y precios para los tambos, donde la mayor
productividad no hace más que seguir transitando “el mal de los 11
mil millones de litros”.
En este sentido, el martes en la Sociedad Rural de Rafaela generaron un encuentro conjunto a modo de cierre de año, los referentes de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE) y de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe (MEPROLSAFE) expusieron la situación crítica que se está presentando para la producción primaria, respaldándose en cifras oficiales del Ministerio de Desarrollo Productivo de Santa Fe, del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina, de Observatorio de la Cadena Láctea Argentina y también de costos y facturas de servicios e insumos, para desmantelar la idea de una supuesta "sobreproducción".
En el mismo sentido, detallaron la asfixiante suba de costos, que no se refleja en el precio que perciben en tranquera de tambo, advirtieron que la combinación de altos costos, bajos precios y la mochila de endeudamiento a corto plazo por eventos climáticos, como la consecuencia de la chicharrita en maíz; y los compromisos financieros, están llevando a que el negocio "corra riesgo" y a la inminente caída de numerosas unidades productivas.
Fue Roberto Perracino, presidente de Meprolsafe, quien recordó los cinco puntos estructurales del desarrollo de este acuerdo entre entidades y para acercarlos a la industria. Son fundamentales para el tratamiento la informalidad o leche marginal; la sanidad con un plan a diez años; la logística con modernización del transporte y recolección de leche, donde ya se presentó una nota pidiendo que se generalicen los caudalímetros en cada camión; el pago por calidad; y la promoción para visibilizar el producto. Este último punto surgió como una preocupación transversal, ya que los productores y la industria han "dejado de motivar constantemente el consumo de leche". Sobre este punto las entidades ya tuvieron una reunión con el Dr. Abel Albino, responsable de la Fundación Conin y referente en nutrición, para impulsar el consumo de leche y recuperar mucho más de los 200 litros per cápita, desde los 180 actuales.
La preocupación subyacente es que “si el mercado no entiende esta dinámica, se nos van a caer un montón de productores".
Costos disparados y precios estancados
Fue
Nicolás Lungo, por la SRR y Carsfe quien presentó un informe
exhaustivo para evaluar el desempeño de la cadena, donde se destaca
la asfixiante suba de costos operativos.
Los
insumos clave para la alimentación animal mostraron saltos
dramáticos, con la harina de soja trepando un 75%,de $191.000 a
$513.000 entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025, seguida por el
balanceado para vacas lecheras comerciales que tuvo un incremento del
64%.
El
grano de soja subió un 61%, el grano de maíz un 46% y el
combustible un 33% (de $1.191 a $1.585). En cuanto al forraje, el
costo de producción del ensilado por hectárea aumentó un 21% (de
$240.000 a $330.000), lo que implica que el litro de leche necesario
para cubrir el costo del silo aumentó un 12% de un año a otro.
Estos
costos son críticos, ya que la alimentación representa entre el 30%
y el 50% de los litros producidos.
Tomando un precio de venta de
los lácteos y un tipo de cambio BNA de $1.450 en noviembre, el
precio percibido es de 32,8 centavos de dólar por litro, lo que
representa una caída del 24,7% en dólares respecto al mes anterior.
Al ajustar el precio de la leche en tranquera por el Índice de
Precios al Consumidor, la caída es calificada como "monstruosa".
Esta divergencia negativa se agrava al ver los precios finales,
porque los lácteos en el mercado interno subieron un 20% en el
último año; y la leche en sachet entera aumentó un 9,9% en el
último mes, contra la caída en pesos que recibe el
productor.
Producción normal
El informe buscó
desmitificar la idea de un "gran volumen de leche" que
sature el mercado. La producción acumulada en los primeros 11 meses
de 2025 se estima en 10.572 millones de litros, apenas un 5,2%
superior al promedio de los últimos 11 años.
Si
bien el acumulado está un 10,2% arriba del 2024, está apenas entre
un 0,8% y un 3% por encima de los años 2021, 2022 y 2023.
La
conclusión es que el sector está en una recuperación para volver a
los valores de "el mal de los 11 mil millones, no en un exceso”,
dijo Lungo.
Según
los productores esta estabilización choca con el crecimiento
poblacional por sobre los 47 millones de habitantes, con una
producción per cápita en clara caída desde 2011-2012, planteando
el desafío de "alimentar a más personas".
Exportaciones históricas
Respecto
al mercado externo, el análisis de las exportaciones desmiente la
noción de un sobre-stock.
El
volumen exportado en los primeros diez meses de 2025 fue de 337.000
toneladas, un aumento del 8,7% respecto al año anterior. De
mantenerse la tendencia, Argentina alcanzaría las 415.000 toneladas
exportables, el valor más alto de los últimos diez años.
"No
vemos que haya un sobre-stock, porque la exportación está vendiendo
y tranquilamente puede recibir la producción que estamos teniendo",
aseguró el directivo de la SRR.
Se
observa un cambio de conducta en la industria que, según los
números, estaría volcándose a producción de quesos, con
existencias y ventas creciendo, en lugar de leche en polvo cuyas
existencias se mantienen en mínimos históricos.
Tiempos que
no son los necesarios
Para
Alfredo Trionfini, referente de Lechería en Carsfe, “algunos
industriales reconocen que el mercado interno está destruido",
sin embargo entienden que “existe una posible estrategia de las
industrias más grandes que, pudiendo exportar, inundaron el mercado
interno con productos, perjudicando a las pymes y creando una
sobreoferta artificial que termina bajando el precio promedio”,
para el productor.
La mesa de trabajo lamentó que, si bien se
logró un acercamiento para consensuar temas estructurales con
líderes de diferentes espacios industriales, la solución a corto
plazo está estancada.
Había
sido en otro encuentro en el mes de septiembre, también en la Rural
de Rafaela, donde se había propuesto a la Fundación para la
Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina (Funpel)
para que allí se debatan todas estas variables. Sin embargo, con una
reunión semanas atrás, el próximo encuentro está planeado para
marzo y es por eso que consideró Trionfini que "los tiempos
políticos de Funpel no son los tiempos que urgen esto" y así
es que deciden salir a contar una realidad que se vive en los tambos.
El
planteo es lograr una cadena más eficiente en cada eslabón, con
definiciones urgentes, que puedan atender las situaciones económicas
y financieras "complicadísimas" en los tambos, para no
aumetar el riesgo de una crisis que se torne "más caótica que
esto".
El
mensaje de Meprolsafe y Carsfe es claro, “que el crecimiento no
signifique el quebranto”.
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