Por el valor de un Grito

Un tribunal de Noruega condenó a tres de los seis procesados por el robo de las obras maestras del pintor noruego Edvard Munch, "El Grito" y "La Madonna".
La sustracción ocurrida el 22 de agosto de 2004, fue perpetrada por dos hombres encapuchados que ingresaron en el museo que lleva el nombre del artista en Toyen, un sector de la capital finlandesa, amenazaron con una pistola Smith & Wesson a los guardias de seguridad y a los visitantes que en ese momento se encontraban en el edificio, los hicieron tenderse en el suelo y así se llevaron los dos cuadros más destacados de la colección, El Grito y La Madonna. Escaparon en un Audi S4, que los esperaba a la salida, conducido por una tercera persona. Aún las obras no fueron encontradas, a pesar que el Ayuntamiento de Oslo ofrece una recompensa que ronda los 250 mil euros, lo cual ni se acerca al valor incalculable de las obras.
El 13 de febrero pasado, la justicia comenzó a estudiar los protocolos de unas diez mil conversaciones telefónicas, habiendo comenzado el juicio al día siguiente, mientras que la fiscalía había pedido ya el 21 de marzo las penas de entre tres y once años para los acusados, junto con una indemnización de 96 millones de euros a la ciudad.
Los acusados que fueron capturados y enjuiciados se declararon inocentes, salvo Stian Skjøld, de 30 años de edad, que reconoció haber entregado las pinturas a un desconocido, aproximadamente un mes después del robo, pero es quien la fiscalía acusa como autor material del robo, fue absuelto casi por completo, ya que estará 14 días en prisión por posesión de armas. Hubo otro absuelto y un acusado de 39 años debe pagar 640 euros como multa.
El supuesto cerebro de la acción criminal, Bjørn Høn, de 38 años, fue condenado a siete años de cárcel y a Petter Tharaldsen, de 34, quien conducía el auto estará ocho años preso.
Petter Rosenvinge, de 38 años, supuesto dueño del automovil, fue condenado a cuatro años. Stian Skjøld, de 30 años, al que la fiscalía acusó como autor material del robo, fue absuelto y recibió una condena mínima de 14 días de prisión por posesión de armas.
La importancia artística de Edvard Munch, fue la de ser el precursor del impresionismo, plasmando en su etapa Friso de la Vida, los sentimientos del amor, la muerte y la enfermedad, estando en El Grito, con sus colores prendidos matizados por un río de fondo, resumida la deseperación de una persona demacrada por el dolor y la deseperación. Esta obra fue desde su creación en 1893 el disparador de otras expresiones artísticas y de cientos de reproducciones completas o en parte, llegando incluso a los juguetes inflables para niños, trascendiendo el lienzo de 91 x 73,5 centímetros donde fue concebida por los trazos de pastel.

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