Desde hace algo más de una década, la opción de publicitar dentro de los programas, sean de radio o de televisión, se tornó en un rebusque rentable tanto para las emisiones, como para las empresas.
Así como las notas publicitarias en los diarios, el famoso "chivo" en medio de la charla de un bloque, denominado técnicamente como Publicidad No Tradicional, hacen que la promoción se cuele en la realidad, sea cual fuere, ya que puede oscilar de un noticiero a una novela, teniendo otro nivel de percepción en la audiencia, que no se ve tentada al zapping por tan solo unos segundos.
Al fenómeno de la música de los ´80 en los comerciales de diversos productos, ahora se suman las caras particulares para identificar marcas, usos, costumbres y necesidades. Claro ejemplo es el de Gerardo, un longilíneo colorado, vestido fuera de los cánones de la moda actual, que se inserta en las costumbres sociales a través de la adquisición de un teléfono celular. Las diferentes versiones del spot de una de las compañias de comunicación más grandes del planeta, grafican a este ingenuo individuo en un marco costumbrista e incluso en su gusto por una película musical para adolescentes y el nexo con su teléfono.
Pero esto no queda ahí, sino que anoche, la estrategia avanzó hasta una cancha de basquet. Cuando se definía la serie de la Liga A, entre Ben Hur y Boca Juniors, entre cuarto y cuarto se lo veía a Gerardo, mandando mensajes de texto, con la vestimenta tipo del primer spot. Esto demuestra que la bonanza publicitaria ya no tiene un límite establecido y hasta en el lugar y en el momento más impensado puede aparecer una promoción, porque el medio es el mensaje y el consumidor el objetivo.
Así como las notas publicitarias en los diarios, el famoso "chivo" en medio de la charla de un bloque, denominado técnicamente como Publicidad No Tradicional, hacen que la promoción se cuele en la realidad, sea cual fuere, ya que puede oscilar de un noticiero a una novela, teniendo otro nivel de percepción en la audiencia, que no se ve tentada al zapping por tan solo unos segundos.
Al fenómeno de la música de los ´80 en los comerciales de diversos productos, ahora se suman las caras particulares para identificar marcas, usos, costumbres y necesidades. Claro ejemplo es el de Gerardo, un longilíneo colorado, vestido fuera de los cánones de la moda actual, que se inserta en las costumbres sociales a través de la adquisición de un teléfono celular. Las diferentes versiones del spot de una de las compañias de comunicación más grandes del planeta, grafican a este ingenuo individuo en un marco costumbrista e incluso en su gusto por una película musical para adolescentes y el nexo con su teléfono.
Pero esto no queda ahí, sino que anoche, la estrategia avanzó hasta una cancha de basquet. Cuando se definía la serie de la Liga A, entre Ben Hur y Boca Juniors, entre cuarto y cuarto se lo veía a Gerardo, mandando mensajes de texto, con la vestimenta tipo del primer spot. Esto demuestra que la bonanza publicitaria ya no tiene un límite establecido y hasta en el lugar y en el momento más impensado puede aparecer una promoción, porque el medio es el mensaje y el consumidor el objetivo.
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