Rafael Bielsa propone impulsar el trabajo en Santa Fe y sueña con una unión partidaria

Rafael Bielsa propone impulsar el trabajo en la Provincia y sueña con una unión partidariaEscoltado por el intendente Omar Perotti, en la mañana de ayer el precandidato a la gobernación santafesina, Rafael Bielsa, visitó LA OPINION y en un diálogo ameno repasó las realidades de la Provincia y la Nación, en tiempos electorales.

No fue casual que el lanzamiento oficial de la candidatura de Rafael Bielsa se haga efectivo en la ciudad de Rafaela. La convocatoria que atrajo a personas de todo el territorio provincial, incluidos dirigentes que adhieren al Gobierno de Jorge Obeid y del Frente para la Victoria, tuvo su gesta en la primera visita que hizo el precandidato luego de aceptar el desafío propuesto por el Presidente de la Nación, Néstor Kirchner.
"Yo siempre tuve una gran admiración por Rafaela, como modelo a replicar, por el contacto con el mundo, la salida empresarial, el orden administrativo, la programación, los planes estratégicos, todo ese tipo de cosas que no se usaban en la política y mucho menos en las épocas de crisis", sumándose a la idea reinante sobre este punto de la Provincia, el ex canciller, que empezó su recorrida santafesina "deliberadamente, porque era el modelo que tenía en la cabeza cuando empezamos a construir el plan de gobierno". Un paso anónimo, que no coincidió con la presencia del intendente Perotti, le permitieron caminar por las calles, visitar a algunos conocidos, recordar los viajes con su padre cuando era chico, almorzar y dejar así iniciada la campaña que el 1° de julio tiene su primera medición en las urnas, ante Agustín Rossi y con vistas al 2 de setiembre por el Ejecutivo provincial.

Un aprendizaje

La palabra consenso resuena en las expresiones de Bielsa con un peso especial. Fue el vocablo utilizado para aquel episodio de renuncia a la banca en la Cámara de Diputados de la Nación, la aceptación de la Embajada de Francia y el retorno al puesto original para el cual la ciudadanía porteña lo había elegido.
Quizá sea este un eje para conducirse en un capítulo de internas donde "hay conflictos inevitables y conflictos evitables. Uno no puede prever cómo va a reaccionar emocionalmente un rival, pero lo que uno sí puede hacer es no agraviar, ser propositivo, ser respetuoso con el rival, elogiarlo en todo lo que lo merece, considerarlo como una persona que hace uso del mismo espacio por atribuciones de la ley".
En referencia a Rossi, recuerda que cuando aún estaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores, viajó en cinco oportunidades de Buenos Aires a Rosario, para ayudar a quien hoy se enfrenta en las internas, pero sin embargo, "no cambié de idea respecto de lo que es Agustín Rossi", reconociendo el respeto mutuo y afecto personal, a lo que suma la capacidad de ambas partes.
Sin subrayar ventajas a su favor para no caer en la falta de modestia, Rafael Bielsa considera que su vinculación interpretativa entre lo realizado por el Gobierno de la Provincia y el proyecto nacional, lo cual ya arroja la resultante que Santa Fe tenga los mejores indicadores económicos en toda su gama, es lo que lo puede favorecer, ya que considera que "ese es un rumbo que hay que profundizar en un país que ha sido asolado por la fragmentación y la falta de continuidad de los proyectos. Cuando uno ve luz en el fondo no se le ocurre comprar más túnel, vamos hacia la luz, lo que implica un enorme esfuerzo administrativo, hay asignaturas pendientes, viene una etapa difícil, porque no es lo mismo bajar la desocupación del 27 por ciento al 8,3, que del 8,3 al 3, porque nos acercamos cada vez más al núcleo duro de la pérdida de la cultura del trabajo, la falta de capacitación".

Convicciones

Sin importar cómo resulte el comicio del primer día de julio, Bielsa confesó en su visita a LA OPINION, "yo sueño el martes 3 con una foto donde esté el Presidente de la República, Reutemann, Obeid, Rossi, yo, Perotti. Yo sueño con esa foto y estoy seguro que cuando se lo plantee al Presidente le va a parecer bárbaro, estoy absolutamente convencido", viendo esta idea como herramienta del impulso necesario para imponerse en las elecciones de setiembre.Quizá en el gusto musical esta pregunta sea más sencilla de responder, pero Bielsa supone desconfiar del candidato que pueda establecer un ranking de prioridades en la propuesta gubernamental, porque "gobernar no tiene la lógica del podio". Sobre la alternativa de la convicción, el precandidato rosarino impone al trabajo por sobre el resto de las variables que atañen a la sociedad. Confiando en los valores constitutivos de la argentinidad, donde se resalta la herencia inmigratoria, se plantea desde diferentes sectores la redistribución del ingreso, esa demanda salarial que impulsa el consumo en un nuevo reacomodamiento de las tareas y aspiraciones en la escala social."Alrededor del trabajo hay familia. Nuestra propuesta es agregarle valor a la base exportadora y duplicar las exportaciones en un ciclo económico. Debajo de eso hay obra pública para fletear barato, hay una revolución educativa porque se van a necesitar biotecnólogos, ingenieros metalmecánicos, ingenieros en alimentos, bajando a las tecnicaturas como matricería, tornería, electricidad, plomería, que es la mano de obra que demanda el crecimiento, e incluye a las artesanías".
Renegando de una etapa partidaria que diezmó la productividad real, Bielsa recordó, ya en un ámbito educativo ligado estrechamente a la necesidad laboral, "durante veinte años en la currícula de las escuelas técnicas estaba prohibida la palabra taller y que era reemplazada por la palabra módulo, creíamos que podíamos vivir de vender commodities sin agregarles valor y prestando servicios, dar vuelta totalmente ese esquema y generar realmente una cruzada productiva -como dice su vice en la fórmula, Carlos Galán-, es un esfuerzo enorme". Allí yace el consenso buscado, quizá es la imagen y formación de este industrial la que "exterioriza" el eje del gobierno que se propone. A todo el empuje ideado se le añade la favorable situación internacional, la cual Bielsa asegura que será de seis o siete años, la cual hay que aprovechar, pero también hay que planificar muy bien, de acuerdo a condiciones ya previstas como el cambio climático.Con "mucha inversión y mucha obra pública", en concreto Bielsa propone un apoyo directo al campo y a la industria, pero se toma el tiempo de manifestar que será "en particular a los pequeños y medianos productores, a quienes trabajen muy enfáticamente con la agregación de valor; y en el caso de la industria, sobre todo a las que sean más dinámicas en la incorporación tecnológica".Demostrando su capacidad y conocimiento nada improvisado sino que parte de una clara afición a la lectura, Bielsa esgrime que el cambio que se está dando en el capital social y por consecuencia en el económico revierten teorías hasta ahora instauradas como el "paradigma de Prebisch" donde la distorsión de los términos de intercambio se rigen por el rumbo tecnológico, aprovechando y redireccionando la inteligencia para el beneficio conjunto. Por tal motivo "la automática ampliación del área cultural, son algunas actividades que el Estado va a tener que incentivar con las dos herramientas que tiene, la fiscal y la financiera".

El segundo desafío

Suponiendo un triunfo en julio, Rafael Bielsa y su equipo de trabajo no le temen a la contienda final, donde Hermes Binner encabeza el desafío, desde el Frente Progresista Cívico y Social. "El sentido común indica que nadie serrucha la rama donde está parado, salvo que sepa que tiene otro lugar donde ir, entonces lo primero que va a tener que explicar la alianza que comanda Binner es cuál es su proyecto, hasta ahora no ha dicho nada y sólo nos ha agraviado y descalificado; y el día que terminen las internas vamos a tener que empezar a discutir cosas importantes y ahí se van a encontrar con un problema muy severo nuestros adversarios". La fusión de tendencias podría, para este aspirante a la conducción de la Casa Gris, generar algún tipo de eclosión por contradicciones generadas por la diferencia elemental de una "alianza electoral y una coalición gubernamental", por los distintos plazos que manejan con sus objetivos. En tanto se autopregunta sobre el opositor "¿Cuánto tiempo más va a poder eludir un debate?", considerando necesaria una medición de propuestas para una elección más limpia para los ciudadanos.

Mirada abarcadora

Aquí hay un enlace directo con la situación nacional, donde el Gobierno kirchnerista tampoco esgrime públicamente el proyecto tan nombrado pero tan poco promocionado. Sobre esto Bielsa, toma posición concreta resaltando el valor de tener una política que maneja el plano económico, con lo cual se pudo crecer en diferentes ámbitos. Pero también es sabido que las variables como la inflación y la desocupación conducen en muchos sentidos las decisiones que se toman a los costados de la Plaza de Mayo. Acertadamente, Rafael Bielsa reconoce que la lucha contra la inflación no sólo se restringe al ámbito del gobierno, donde "también hace falta una disciplina social, que no está en ningún manual", teniendo el consumidor la responsabilidad de generar competitividad con sus derechos en los precios finales, seleccionando productos gracias a la amplia oferta nacional en todos los sectores.

Experiencias

Pasó por una dura encrucijada mediática, en los momentos de la campaña porteña por el cargo legislativo al cual se hace referencia un poco antes en este mismo texto, donde estrechamente ligado a su guitarra, con pocos fondos y sin pauta televisiva, la consideró "excelente". Pero esta pasión por el deber público tiene un resurgimiento en el hombre que llegó en los ï90 a la Sindicatura General de la Nación. "Yo tuve un sueño en los años ï70, pensamos que podíamos tomar al cielo por asalto, nunca volví a sentir lo mismo, jamás, de hecho nunca hice política electoral, hasta que el 8 de mayo de 2002 me encontré con Kirchner en la Casa de Santa Cruz, mientras estaban de candidatos Menem y Carrió, en medio de una gran ebullición social. Yo pensaba que eso iba a transformarse necesariamente en repensar los partidos políticos, para que eso sucediera hacía falta paz, me pongo a hablar con Néstor y me doy cuenta que era el hombre; y ahí empecé a sentir otra vez esa cosa de sentir ganas de formar parte de un proyecto colectivo, fui canciller. Después me dijo si quería ser candidato a diputado y lo mismo sucedió cuando me dijo lo de Santa Fe".
Con la tenacidad de trabajo comprometido por el bien común, Bielsa reconoce que "esto no es para siempre, yo tengo otras aspiraciones, porque no creo en la carrera política sino en la vocación". Con ansias de cumplir con su meta gubernamental, gusta mucho de su profesión de abogado y aprovecharía más su tiempo en familia. Por lo pronto confiesa "trato de dejar todo en este desafío, Dios dirá cómo va a salir y cuando terminemos el gobierno dentro de cuatro años iré a hacer otra cosa que también me dé satisfacción".

Elida Thiery

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