El gas y la electricidad son el eje de la cotidianeidad argentina, ya que se necesitan en demasía y las carencias en la oferta superan la demanda, mientras las industrias se detienen para evitar los cortes residenciales. Una nueva ola polar que ya se hace sentir pondrá una vez más a prueba al endeble sistema en crisis.Pareciera que no sólo nuestra vestimenta depende de las estaciones y las temperaturas, sino que en temas mucho más determinantes para la vida.
En cuestiones cotidianas como la energía eléctrica y el gas, los registros graduales dictarán el rumbo de la sociedad durante los próximos meses, con un impás hasta la llegada del verano, donde nuevamente deberemos enfrentar al fantasma de las restricciones e incluso en esta región la escasez de agua, combinándose las deficiencias en los servicios esenciales para frenar el crecimiento de una nación que comenzaba a acostumbrarse a avanzar a fuerza de empeño.Días atrás, el diario Clarín publicó una nota firmada por Antonio Rossi, en la cual se esgrimen las razones de la continuidad de los cortes energéticos, al menos hasta el mes de setiembre.Ante la toma de decisiones apresuradas del Gobierno, se genera "un escenario energético cada vez más inestable e imprevisible", para clientes residenciales, industrias e incluso consumidores de GNC.
El panorama
Para Rossi, la problemática vigente se podría resumir en seis puntos.
Cortes de gas: mientras la temperatura se mantenga por debajo de los 5 grados centígrados, las industrias con contratos interrumpibles, no recibirán el suministro de gas que precisan para su tarea, con cortes totales o parciales, para preservar el consumo residencial que respecto a 2006 creció un 30 por ciento.
GNC: no se descarta la repetición de la medida que por tercera vez en la historia suspendió de manera total el suministro de gas natural comprimido para vehículos.
Combustibles líquidos: para combatir la afección a las industrias y aliviar a los gasoductos, se propuso reemplazar casi seis millones de metros cúbicos diarios por gasoil, fueloil y GLP, que las petroleras venden al valor del gas, que generará un costo fiscal de diez millones de pesos diarios durante tres meses. Esto es aplicable a zonas con buenas redes de logística y a industrias con equipos adaptados al combustible líquido.Restricciones eléctricas: continuará vigente la pauta de ahorro eléctrico obligatorio de 16 a 24 para grandes clientes, hasta nuevo aviso, con lo que se reducen en un parámetro horario 1.200MW, en el horario de mayor consumo residencial, llegando en los días de más frío a extenderse a 1.600MW por disposiciones transitorias.
Generación en default: actualmente las centrales hidroeléctricas del Comahue tienen una producción reducida que no supera los 19 mil MW, por lo que los cortes a grandes consumidores y mayor importación desde Brasil duermen al fantasma del colapso cotidiano. Se pretende volver a generar con gas la electricidad para ganar mil MW diarios.
Hogares sin luz: en las casas de familia los cortes de luz y reducciones de tensión son habituales en todo el país, por transferencias zonales de carga, cortes por sobre demandas en medidores comunitarios y fallas en las redes de distribución.Las cifrasEl impacto que nadie se anima a poner en números, al menos ya tuvo una aproximación sobre el fin de la semana anterior con las cifras oficiales aportadas por el INDEC, donde se referenciaba que la actividad industrial sólo creció en junio 5 por ciento, en relación a igual mes del año pasado, mostrando una desaceleración con relación a los cinco meses anteriores, con alzas que promediaron el 6,5 porcentual. La actividad manufacturera cayó 1,7 por ciento si se compara con mayo pasado, pero acumuló 6,4 por ciento en lo que va del año. Mientras la industria automotriz aumentó su actividad en 29,7 por ciento, acumulando un 27,1 porcentual en el semestre, decrecieron los lácteos, las fibras textiles, químicos, agroquímicos, plástico, vidrio, acero y aluminio.
Por lo tanto, si se compara el segundo trimestre del año con el mismo lapso de 2006, la industria avanzó 6,1 por ciento.
Inversiones
Claramente el problema energético se ata a la falta de inversión que como el resto de las variables de avance precisa de un marco de seguridad jurídica que clarifique las variables del mercado y la continuidad de políticas para el sector. Los números que se manejan en el aspecto energético a la hora de poner en marcha un proyecto son siderales, pero también arrastran las restricciones la detención en el campo inversor privado para ampliaciones de plantas y nuevas industrias, que con la realidad vigente no contarían con el suministro necesario para trabajar al ritmo que sea.
En cuestiones cotidianas como la energía eléctrica y el gas, los registros graduales dictarán el rumbo de la sociedad durante los próximos meses, con un impás hasta la llegada del verano, donde nuevamente deberemos enfrentar al fantasma de las restricciones e incluso en esta región la escasez de agua, combinándose las deficiencias en los servicios esenciales para frenar el crecimiento de una nación que comenzaba a acostumbrarse a avanzar a fuerza de empeño.Días atrás, el diario Clarín publicó una nota firmada por Antonio Rossi, en la cual se esgrimen las razones de la continuidad de los cortes energéticos, al menos hasta el mes de setiembre.Ante la toma de decisiones apresuradas del Gobierno, se genera "un escenario energético cada vez más inestable e imprevisible", para clientes residenciales, industrias e incluso consumidores de GNC.
El panorama
Para Rossi, la problemática vigente se podría resumir en seis puntos.
Cortes de gas: mientras la temperatura se mantenga por debajo de los 5 grados centígrados, las industrias con contratos interrumpibles, no recibirán el suministro de gas que precisan para su tarea, con cortes totales o parciales, para preservar el consumo residencial que respecto a 2006 creció un 30 por ciento.
GNC: no se descarta la repetición de la medida que por tercera vez en la historia suspendió de manera total el suministro de gas natural comprimido para vehículos.
Combustibles líquidos: para combatir la afección a las industrias y aliviar a los gasoductos, se propuso reemplazar casi seis millones de metros cúbicos diarios por gasoil, fueloil y GLP, que las petroleras venden al valor del gas, que generará un costo fiscal de diez millones de pesos diarios durante tres meses. Esto es aplicable a zonas con buenas redes de logística y a industrias con equipos adaptados al combustible líquido.Restricciones eléctricas: continuará vigente la pauta de ahorro eléctrico obligatorio de 16 a 24 para grandes clientes, hasta nuevo aviso, con lo que se reducen en un parámetro horario 1.200MW, en el horario de mayor consumo residencial, llegando en los días de más frío a extenderse a 1.600MW por disposiciones transitorias.
Generación en default: actualmente las centrales hidroeléctricas del Comahue tienen una producción reducida que no supera los 19 mil MW, por lo que los cortes a grandes consumidores y mayor importación desde Brasil duermen al fantasma del colapso cotidiano. Se pretende volver a generar con gas la electricidad para ganar mil MW diarios.
Hogares sin luz: en las casas de familia los cortes de luz y reducciones de tensión son habituales en todo el país, por transferencias zonales de carga, cortes por sobre demandas en medidores comunitarios y fallas en las redes de distribución.Las cifrasEl impacto que nadie se anima a poner en números, al menos ya tuvo una aproximación sobre el fin de la semana anterior con las cifras oficiales aportadas por el INDEC, donde se referenciaba que la actividad industrial sólo creció en junio 5 por ciento, en relación a igual mes del año pasado, mostrando una desaceleración con relación a los cinco meses anteriores, con alzas que promediaron el 6,5 porcentual. La actividad manufacturera cayó 1,7 por ciento si se compara con mayo pasado, pero acumuló 6,4 por ciento en lo que va del año. Mientras la industria automotriz aumentó su actividad en 29,7 por ciento, acumulando un 27,1 porcentual en el semestre, decrecieron los lácteos, las fibras textiles, químicos, agroquímicos, plástico, vidrio, acero y aluminio.
Por lo tanto, si se compara el segundo trimestre del año con el mismo lapso de 2006, la industria avanzó 6,1 por ciento.
Inversiones
Claramente el problema energético se ata a la falta de inversión que como el resto de las variables de avance precisa de un marco de seguridad jurídica que clarifique las variables del mercado y la continuidad de políticas para el sector. Los números que se manejan en el aspecto energético a la hora de poner en marcha un proyecto son siderales, pero también arrastran las restricciones la detención en el campo inversor privado para ampliaciones de plantas y nuevas industrias, que con la realidad vigente no contarían con el suministro necesario para trabajar al ritmo que sea.
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