Tal como lo manifestó la titular de la Comuna del norte provincial, Beatriz Barea de Acosta, la falta de lluvias y las napas bajas hacen que se utilice para la higiene personal agua de red que contiene este elemento químico. Para el consumo, la Provincia envía 60 mil litros semanales.Pasan los días, corren los meses y la situación angustiante del norte provincial no se modifica. Las necesidades aumentan y la lluvia no vuelve.
Algo tan esencial y a la vez natural como el agua, brinda situaciones como las que desde hace tres años se viven especialmente en el departamento Nueve de Julio, donde la tierra se resiente por la falta de aguaceros y las consecuencias no tardan en hacerse notar.Habiéndonos acercado a la realidad de Gregoria Pérez de Denis, en la edición del viernes 27 de julio, en esta oportunidad dialogamos con la presidenta comunal de Gato Colorado, Mirta Barea de Acosta. "Este es un distrito amplio, de 305 mil hectáreas, donde tenemos un lugar que se llama Cañada de las Víboras, que siempre está con agua y ahora está seco. Hace más de cinco meses que aquí no llueve y por lo tanto tenemos problemas con los animales, con el campo y también con el agua potable.
Hay una emergencia hídrica tremenda", ya que fue a fines de marzo la última vez que lluvias de 30 milímetros cayeron sobre la zona.
Insalubre
En cuanto a la zona urbana, que se compone por unos 1.600 habitantes, el problema es de extrema gravedad. Desde Villa Angela llegan a Gato Colorado dos camiones cisterna por semana, con 60 mil litros de agua potable, gracias al aporte del Ministerio de Asuntos Hídricos. La Comuna almacena el líquido y lo reparte entre los habitantes, "son entre 20 y 40 litros por día, depende de cómo llegan los camiones".
Las necesidades de agua se cubren mínimamente para el consumo humano a través de estas entregas, en tanto, por la red de distribución desde la Comuna se habilita un servicio mínimo, no apto para beber, cocinar o higienizar elementos que están en contacto directo con las personas, ya que no siendo un dato menor, el líquido incluye arsénico. Teóricamente este agua se debería utilizar para la limpieza de hogares, o necesidades alternativas, pero tal como lo reconoce Barea, "con esa agua nos bañamos, no sé lo que el arsénico nos va a hacer entrando por la piel".
No se conoce concretamente el origen de este elemento químico en el agua, pero podría ser por la concentración de sales en volúmenes reducidos de líquido, tal como lo intentó explicar la funcionaria, "con el aumento de la demanda y la escasez de lluvias, las napas están muy bajas y el agua se transformó. Esa es el agua que la planta de ósmosis inversa va a transformar".
Recientemente se aprobó un proyecto por parte del Ente Nacional de Obras Sanitarias (ENOSA) y el Ministerio de Asuntos Hídricos, para instalar en la localidad de Gato Colorado una planta de ósmosis inversa, con dinero proveniente de la Nación, para poder suplir la suplementación hídrica que actualmente se cumple desde Villa Angela.Mirta Barea de Acosta, estimó que el próximo mes se estarían iniciando las obras, siendo "una solución para el pueblo, pero el tema es que va a estar toda la instalación lista y no vamos a tener agua".
Escuelas rurales
Para Mirta Barea, otro de los graves problemas de la sequía se registra en los establecimientos educativos diseminados por la zona rural. Sin medios de movilidad para atravesar los campos, la Comuna de bajos recursos, está pidiendo un tractor al Gobierno provincial, para poder transportar las cisternas hasta unos 60 kilómetros.Las escuelas N° 189; N° 222; N° 1.036, y en la escuela albergue N° 1.211, son los centros de distribución del agua potable. Desde allí los alumnos llevan a sus casas la provisión de líquido, más allá de la necesidad lógica que se tiene para la limpieza y los comedores con los que cuentan, por lo tanto la necesidad de un medio de movilidad es esencial para poder cubrir estas necesidades urgentes de cientos de santafesinos, recayendo las responsabilidades en las instituciones de los pueblos que no cuentan con recursos suficientes como para poder cumplirlas.
En los campos
"En la zona rural la situación es gravísima, se están muriendo animales, porque no tienen agua para tomar, no hay reservorios de agua y sólo hay algunos pozos, pero no es suficiente para todos los animales".
El territorio aledaño al pueblo se encuentra bastante despoblado, con unas mil personas en total, donde existe una producción agrícolo-ganadera importante, que conforma el potencial provincial.Por su parte y también en diálogo con LA OPINION, Daniel Costamagna, secretario de Agricultura de la Provincia, remarcó que "sobre las dificultades con el agua se está trabajando muy fuerte, en Villa Minetti, se estableció una unidad de emergencia permanente para atender las cuestiones que tiene que ver con el abastecimiento de agua, para el sector urbano y el sector rural, tenemos que ayudar porque se están viviendo serias dificultades".
Se sabe desde el Gobierno que a medida que sigan transcurriendo los días, "la situación se puede agravar aún más. Es muy compleja, se viene conversando con dirigentes políticos y agropecuarios del departamento Nueve de Julio, entre los cuales están los dirigentes de las sociedades rurales y sabemos que la situación es de una gravedad extrema y seguimos trabajando para evitar mortandades y para, de algún modo, llegar a los productores".
"En la región se dan ciclos de inundación y de sequía, pero esto es más grave, aunque en años anteriores también tuvimos problema, pero es terrible", según Barea el caso del algodón es uno de los de mayores pérdidas, ya que se llegó a roturar la tierra y plantar, pero sólo se consiguieron 300 hectáreas de producción por la falta de humedad.
Algo tan esencial y a la vez natural como el agua, brinda situaciones como las que desde hace tres años se viven especialmente en el departamento Nueve de Julio, donde la tierra se resiente por la falta de aguaceros y las consecuencias no tardan en hacerse notar.Habiéndonos acercado a la realidad de Gregoria Pérez de Denis, en la edición del viernes 27 de julio, en esta oportunidad dialogamos con la presidenta comunal de Gato Colorado, Mirta Barea de Acosta. "Este es un distrito amplio, de 305 mil hectáreas, donde tenemos un lugar que se llama Cañada de las Víboras, que siempre está con agua y ahora está seco. Hace más de cinco meses que aquí no llueve y por lo tanto tenemos problemas con los animales, con el campo y también con el agua potable.
Hay una emergencia hídrica tremenda", ya que fue a fines de marzo la última vez que lluvias de 30 milímetros cayeron sobre la zona.
Insalubre
En cuanto a la zona urbana, que se compone por unos 1.600 habitantes, el problema es de extrema gravedad. Desde Villa Angela llegan a Gato Colorado dos camiones cisterna por semana, con 60 mil litros de agua potable, gracias al aporte del Ministerio de Asuntos Hídricos. La Comuna almacena el líquido y lo reparte entre los habitantes, "son entre 20 y 40 litros por día, depende de cómo llegan los camiones".
Las necesidades de agua se cubren mínimamente para el consumo humano a través de estas entregas, en tanto, por la red de distribución desde la Comuna se habilita un servicio mínimo, no apto para beber, cocinar o higienizar elementos que están en contacto directo con las personas, ya que no siendo un dato menor, el líquido incluye arsénico. Teóricamente este agua se debería utilizar para la limpieza de hogares, o necesidades alternativas, pero tal como lo reconoce Barea, "con esa agua nos bañamos, no sé lo que el arsénico nos va a hacer entrando por la piel".
No se conoce concretamente el origen de este elemento químico en el agua, pero podría ser por la concentración de sales en volúmenes reducidos de líquido, tal como lo intentó explicar la funcionaria, "con el aumento de la demanda y la escasez de lluvias, las napas están muy bajas y el agua se transformó. Esa es el agua que la planta de ósmosis inversa va a transformar".
Recientemente se aprobó un proyecto por parte del Ente Nacional de Obras Sanitarias (ENOSA) y el Ministerio de Asuntos Hídricos, para instalar en la localidad de Gato Colorado una planta de ósmosis inversa, con dinero proveniente de la Nación, para poder suplir la suplementación hídrica que actualmente se cumple desde Villa Angela.Mirta Barea de Acosta, estimó que el próximo mes se estarían iniciando las obras, siendo "una solución para el pueblo, pero el tema es que va a estar toda la instalación lista y no vamos a tener agua".
Escuelas rurales
Para Mirta Barea, otro de los graves problemas de la sequía se registra en los establecimientos educativos diseminados por la zona rural. Sin medios de movilidad para atravesar los campos, la Comuna de bajos recursos, está pidiendo un tractor al Gobierno provincial, para poder transportar las cisternas hasta unos 60 kilómetros.Las escuelas N° 189; N° 222; N° 1.036, y en la escuela albergue N° 1.211, son los centros de distribución del agua potable. Desde allí los alumnos llevan a sus casas la provisión de líquido, más allá de la necesidad lógica que se tiene para la limpieza y los comedores con los que cuentan, por lo tanto la necesidad de un medio de movilidad es esencial para poder cubrir estas necesidades urgentes de cientos de santafesinos, recayendo las responsabilidades en las instituciones de los pueblos que no cuentan con recursos suficientes como para poder cumplirlas.
En los campos
"En la zona rural la situación es gravísima, se están muriendo animales, porque no tienen agua para tomar, no hay reservorios de agua y sólo hay algunos pozos, pero no es suficiente para todos los animales".
El territorio aledaño al pueblo se encuentra bastante despoblado, con unas mil personas en total, donde existe una producción agrícolo-ganadera importante, que conforma el potencial provincial.Por su parte y también en diálogo con LA OPINION, Daniel Costamagna, secretario de Agricultura de la Provincia, remarcó que "sobre las dificultades con el agua se está trabajando muy fuerte, en Villa Minetti, se estableció una unidad de emergencia permanente para atender las cuestiones que tiene que ver con el abastecimiento de agua, para el sector urbano y el sector rural, tenemos que ayudar porque se están viviendo serias dificultades".
Se sabe desde el Gobierno que a medida que sigan transcurriendo los días, "la situación se puede agravar aún más. Es muy compleja, se viene conversando con dirigentes políticos y agropecuarios del departamento Nueve de Julio, entre los cuales están los dirigentes de las sociedades rurales y sabemos que la situación es de una gravedad extrema y seguimos trabajando para evitar mortandades y para, de algún modo, llegar a los productores".
"En la región se dan ciclos de inundación y de sequía, pero esto es más grave, aunque en años anteriores también tuvimos problema, pero es terrible", según Barea el caso del algodón es uno de los de mayores pérdidas, ya que se llegó a roturar la tierra y plantar, pero sólo se consiguieron 300 hectáreas de producción por la falta de humedad.
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