La decisión fue tomada anoche en la asamblea nacional que congregó a más de tres mil productores lácteos de toda la Región Centro, en la Sociedad Rural de San Francisco y que tuvo apoyo de entidades y de todos los sectores relacionados al primer eslabón de la cadena productiva. La medida será sorpresiva y de carácter inmediato.
Sin dudas la reunión que la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe convocó en Nuevo Torino hace una semana, fue histórica. Su réplica en la intención de reclamo tuvo diferentes reflejos. El primero fue la retracción de las industrias a concretar el pago de 73 centavos por litro de leche desde el sábado 1º de diciembre. El segundo fue el anuncio que el martes hizo el entrante ministro de Economía, Martín Lousteau, que confirmó un precio de ajuste máximo de 78 centavos para que reciban los tamberos por parte de la industrias. Pero el tercer peldaño no se concluyó hasta ayer, con la Asamblea Nacional de la Mesa Nacional de Productores Lecheros, que en el salón del Piemonte Italia de la Sociedad Rural de San Francisco, encontró la potencia necesaria para poner en marcha una medida de fuerza que se venía gestando y que por unanimidad se iniciará de inmediato y de manera sorpresiva.
El inicio del encuentro se dio a las 15 horas, donde los dirigentes se reunieron para delinear la idea global, luego que muchos, incluido Roberto Socín, antes de ayer en el despacho del secretario de Agricultura de la Nación, Javier de Urquiza, se enteraran de la determinación del Gobierno encabezado por Cristina Fernández, que asumirá el lunes, ofreciendo al mismo tiempo un encuentro para contar con el aval de los 78 centavos por litro, a lo cual se negaron, para esperar la decisión de las bases, de quienes trabajan cada día en una de las actividades que más empleo genera y que más ganancias termina ofreciendo a la economía nacional.
Pero fue la multitudinaria asistencia la que comenzó a preludiar la definición de una asamablea que dio inicio pasadas las 21 horas, para concluir casi tres horas más tarde. Más de tres mil personas, escucharon la presentación del marco de situación, que Juan Melchor Trossero, titular de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba encaró con la significativa afirmación “esto va más allá de la pelea por un centavo de leche”, sino que se centra en “el reconocimiento del trabajo del campo”, que sin dudas hizo históricamente a la Argentina grande, federal y fructífera, que no entiende de “avasallamientos” y que “por bajarle el precio a los productores no se va a salvar la economía”, le advirtió a Fernández de Kirchner. Por su parte, Roberto Socín, alertó sobre el peligro de extinción de los tambos, con los sabidos y necesarios 80 centavos por litro e incluso con un pedido que se debe extender a los 30 centavos de dólar para igualar condiciones con países limítrofes y para prestigiar la calidad local.
Desde 2002 en el Plan Nacional Lechero se dejó de hablar del mecanismo de formación de precios, de la presupuestación de la leche y de la transparentación de la cadena, que es un su conclusión donde se escapan los número; y por tales condiciones se llega a la actual crisis del sector, sin diálogo posible con quienes toman decisiones.
Testimonios y propuestas
Se escucharon palabras de caras conocidas para quienes habían estado en Nuevo Torino, con similares ideas, pero también se sumaron las voces de gente de Entre Ríos y de Córdoba, todos bajo el denominador común de la protesta con acción, antes de sentarse a negociar.
La presencia del presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, le dio impulso a la intención de marchar con el pleno apoyo de la entidad, habiendo que “clavar el taco” para imponer la intención de salvar a la lechería, que es “el motor del desarrollo interior”, mientras al Estado le importa que se produzca y no quien, porque las grandes corporaciones ya avanzan sobre los pequeños tambos y la actividad genuina queda relegada a una alteración de las explotaciones.
A la hora de proponer, el costado dialoguista de la Mesa intentó que se espere la concreción de la baja del precio a pagar por litro de materia prima, para iniciar las acciones activas de protesta. Sin embargo, la ebullición era tal que los retos de ordeñar vacas u oler la leche podrida por el calor en la Plaza de Mayo fueron bien tomadas por la concurrencia que incluyó a toda la familia tambera y que hizo sonar un tacho de leche con una rama de árbol, con el toque ruralista que nunca se perdió en el encuentro.
La exaltación pudo más que las fechas y el carácter de inminente y sorpresivo prevaleció en la votación, donde los brazos en alto confirmaron lo que todos fueron a buscar, una puesta de pie del sector que el martes recibió el anuncio de ajuste y que no dejará que se lo sobrepase, haciéndole sentir a Buenos Aires la falta de leche en los hogares, para que la intención de escuchar, dialogar y acordar sea efectiva.
Medida
Los productores fueron claros, el desabastecimiento es lo único que funciona en casos como éste, donde la fuerza de una de las partes se intenta imponer. Por tal motivo, el ingreso de materia prima a las industrias se realizará, pero la salida de productos para ingresar al mercado no se podrá concretar por los bloqueos férreos de plantas. La inminencia de la aplicación será tan indeclinable como el carácter sorpresivo.
Una decisión de plantar la intención fue tomada, una respuesta se espera; y mientras más rápido sea el acceso a la negociación de un precio que de ganancias al productor, menos lo sentirán los consumidores.
Elida Thiery
Sin dudas la reunión que la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe convocó en Nuevo Torino hace una semana, fue histórica. Su réplica en la intención de reclamo tuvo diferentes reflejos. El primero fue la retracción de las industrias a concretar el pago de 73 centavos por litro de leche desde el sábado 1º de diciembre. El segundo fue el anuncio que el martes hizo el entrante ministro de Economía, Martín Lousteau, que confirmó un precio de ajuste máximo de 78 centavos para que reciban los tamberos por parte de la industrias. Pero el tercer peldaño no se concluyó hasta ayer, con la Asamblea Nacional de la Mesa Nacional de Productores Lecheros, que en el salón del Piemonte Italia de la Sociedad Rural de San Francisco, encontró la potencia necesaria para poner en marcha una medida de fuerza que se venía gestando y que por unanimidad se iniciará de inmediato y de manera sorpresiva.
El inicio del encuentro se dio a las 15 horas, donde los dirigentes se reunieron para delinear la idea global, luego que muchos, incluido Roberto Socín, antes de ayer en el despacho del secretario de Agricultura de la Nación, Javier de Urquiza, se enteraran de la determinación del Gobierno encabezado por Cristina Fernández, que asumirá el lunes, ofreciendo al mismo tiempo un encuentro para contar con el aval de los 78 centavos por litro, a lo cual se negaron, para esperar la decisión de las bases, de quienes trabajan cada día en una de las actividades que más empleo genera y que más ganancias termina ofreciendo a la economía nacional.
Pero fue la multitudinaria asistencia la que comenzó a preludiar la definición de una asamablea que dio inicio pasadas las 21 horas, para concluir casi tres horas más tarde. Más de tres mil personas, escucharon la presentación del marco de situación, que Juan Melchor Trossero, titular de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba encaró con la significativa afirmación “esto va más allá de la pelea por un centavo de leche”, sino que se centra en “el reconocimiento del trabajo del campo”, que sin dudas hizo históricamente a la Argentina grande, federal y fructífera, que no entiende de “avasallamientos” y que “por bajarle el precio a los productores no se va a salvar la economía”, le advirtió a Fernández de Kirchner. Por su parte, Roberto Socín, alertó sobre el peligro de extinción de los tambos, con los sabidos y necesarios 80 centavos por litro e incluso con un pedido que se debe extender a los 30 centavos de dólar para igualar condiciones con países limítrofes y para prestigiar la calidad local.
Desde 2002 en el Plan Nacional Lechero se dejó de hablar del mecanismo de formación de precios, de la presupuestación de la leche y de la transparentación de la cadena, que es un su conclusión donde se escapan los número; y por tales condiciones se llega a la actual crisis del sector, sin diálogo posible con quienes toman decisiones.
Testimonios y propuestas
Se escucharon palabras de caras conocidas para quienes habían estado en Nuevo Torino, con similares ideas, pero también se sumaron las voces de gente de Entre Ríos y de Córdoba, todos bajo el denominador común de la protesta con acción, antes de sentarse a negociar.
La presencia del presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, le dio impulso a la intención de marchar con el pleno apoyo de la entidad, habiendo que “clavar el taco” para imponer la intención de salvar a la lechería, que es “el motor del desarrollo interior”, mientras al Estado le importa que se produzca y no quien, porque las grandes corporaciones ya avanzan sobre los pequeños tambos y la actividad genuina queda relegada a una alteración de las explotaciones.
A la hora de proponer, el costado dialoguista de la Mesa intentó que se espere la concreción de la baja del precio a pagar por litro de materia prima, para iniciar las acciones activas de protesta. Sin embargo, la ebullición era tal que los retos de ordeñar vacas u oler la leche podrida por el calor en la Plaza de Mayo fueron bien tomadas por la concurrencia que incluyó a toda la familia tambera y que hizo sonar un tacho de leche con una rama de árbol, con el toque ruralista que nunca se perdió en el encuentro.
La exaltación pudo más que las fechas y el carácter de inminente y sorpresivo prevaleció en la votación, donde los brazos en alto confirmaron lo que todos fueron a buscar, una puesta de pie del sector que el martes recibió el anuncio de ajuste y que no dejará que se lo sobrepase, haciéndole sentir a Buenos Aires la falta de leche en los hogares, para que la intención de escuchar, dialogar y acordar sea efectiva.
Medida
Los productores fueron claros, el desabastecimiento es lo único que funciona en casos como éste, donde la fuerza de una de las partes se intenta imponer. Por tal motivo, el ingreso de materia prima a las industrias se realizará, pero la salida de productos para ingresar al mercado no se podrá concretar por los bloqueos férreos de plantas. La inminencia de la aplicación será tan indeclinable como el carácter sorpresivo.
Una decisión de plantar la intención fue tomada, una respuesta se espera; y mientras más rápido sea el acceso a la negociación de un precio que de ganancias al productor, menos lo sentirán los consumidores.
Elida Thiery
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