El paro agropecuario continúa mientras las promesas gubernamentales no conformaron

El Ministro de Economía anunció un paquete de medidas tendientes a defender a los pequeños productores y la Presidenta reafirmó la postura del Gobierno, que lejos de consensuar con las verdaderas necesidades y con la palabra ya perdida ante la gente del campo, determinó la continuidad de la medida de fuerza que hoy cumple 20 días. El "piquete" de Rafaela se vuelve a mudar a la estación de servicio de Ataliva, sobre la ruta 34, a partir de las 8 de hoy.

Quizá la liviandad de conceptos sea el camino poco feliz que recorrieron ayer tanto el Ministro de Economía como la Presidenta.Con pocos tecnicismos Martín Lousteau inició el demorado anuncio oficial de medidas que el Gobierno creyó bálsamo para el campo y que, sin embargo, confirmaron la desconfianza de su gente.
Contradiciéndose entre el desaliento y la intención de no desincentivar la siembra de soja, el hombre que conduce los números del país fue y vino sobre un eje confuso donde terminó reconociendo que la temática aplicada a la soja, que creció un 142 por ciento con un valor por tonelada de 279 dólares, "propende a la concentración" y es por esto que sostuvo que "hay que diferenciar al pequeño productor".
Una vez que Martín -como luego lo citó la titular del Ejecutivo nacional-, terminó de enumerar las definiciones oficiales en un afloje que no termina de dejar de lado el orgullo clásico de esta administración que hereda las falencias de la encabezada por Néstor Kirchner, donde se dispuso un reintegro bancario automático de retenciones a los pequeños productores; un costo diferencial del flete para los productores del NOA y NEA, compensando hasta el 50 por ciento; apertura del registro de exportaciones de trigo; incentivos para la producción de los tambos; bonificaciones del Banco Nación, con créditos a cinco años de tasa fija y un interés del seis por ciento anual; concluyendo con la creación de una Subsecretaría para pequeños productores y familias rurales.

Un cúmulo de puntos oscuros

Con un rostro menos relajado, pero con la modalidad de siempre de querer demostrar que con datos aislados y escuchados se puede convencer a un país que reclama ajustes de fondo para ordenar el futuro, Cristina Fernández hizo lugar a su discurso, sin olvidar el clásico gesto de tocar ambos micrófonos durante su alocución, para descargar la tensión acumulada.
Pareciera que ser mujer le pesa demasiado y aún no puede creer el lugar que ocupa, porque entre sus más de veinte menciones a la nacionalidad de cada persona que nace en este país, advirtió que por su sexo tiene que tener una mirada más abarcativa de las cosas, e incluso citándose en tercera persona remarcó su "interés por el pueblo".
Existiendo demasiada atención sobre las palabras debería haber cuidado la lista de productos del consumo interno que realizó, mencionando entre nuestra selección "leche, trigo, pan y carne", con la inclusión de una materia prima que de por sí no se pone en las mesas, salvo en su formato elaborado como a continuación mencionó.Sobre el obvio no consumo de soja en nuestro país -se consume el 5 por ciento- pero cuya exportación salvó a la República de la profunda crisis que estalló en los últimos días de 2001, intentó derivar la problemática y el listado de contras de la soja al plano del daño medioambiental.
Habló Cristina del "juego de retenciones tan criticadas", como un sistema para mantener el equilibrio de los precios internos e incluso para apoyar a otros sectores, mientras tampoco se nota una actitud crítica frente a la creciente inflación en toda la cadena de consumo, que excede a los alimentos y que gracias al INDEC y sus números controlados, parecen ser una alucinación al final de cada compra. La disposición oficial que desató el paro el 11 de marzo entendió que al menos debía ser comprendida por las entidades y la gente del campo, "con quien nos hubiera gustado debatir", mientras se sabe que las llamadas nunca salieron desde la Casa Rosada y sí llegaron en sentido inverso, como lo vienen haciendo desde antes que la mujer soñara con portar la banda presidencial.
El primer enojo generalizado sobre la ruta 34, en su intersección con Falucho llegó cuando se mencionaron ayudas de hasta 10.600 pesos por mes para los tamberos, que se dijeron entregadas y no hay novedades en los tambos de la zona, en un marco de compensaciones por 500 millones ya entregados a los productores y la agroindustria.
Desde su lugar pareciera que el gran problema se centra en la concentración de la riqueza, sin mencionar su intervención en el tema, ni las altas inversiones en automóviles -como el MiniCooper para que su hija Florencia cierre definitivamente el blog- o los diferentes atuendos, porque el conflicto y el encono nacen en los 84 mil productores de soja, de los cuales el 80 por ciento, siendo unos 62.500 sólo generan el 20 por ciento de la producción. Es así que no se mira la razón última de los cambios productivos.Citando a 1910 como el momento dorado de la Argentina "granero del mundo", confundió la Mandataria los momentos históricos y el arte. Es real que fue el tiempo de florecimiento nacional, donde entrábamos en el top-ten mundial, pero nada tiene que ver en el reflejo de la repetida "concentración de la riqueza" la obra del artista plástico rosarino, Antonio Berni, que a su regreso de Europa, a mediados de la década del ï30 reflejaba los perfiles urbanos y los problemas fabriles que había iniciado la crisis mundial de esa década, que distaba mucho de tener una raíz campera.
Hubo silbatina para esta persona que cree que "la soja es un yuyo que crece sin cuidados especiales", mientras alguna razón existirá para que se invierta tanto en tecnología, maquinaria e incluso se hayan bajado los precios de los agroquímicos en un 20 por ciento al día siguiente del inicio del conflicto agropecuario, a pesar de emplear a una persona cada cien hectáreas, no se le pueden cambiar las ideas sobre esta "plantita", tal como indicó, mientras en una intención clara de volver sobre un tema tan antiguo como el enfrentamiento campo e industria, señaló que el primero sólo genera "riqueza", mientras el segundo sector "riqueza y trabajo" al agregar valor.
La visión global que propuso la Presidenta al campo, es "que se piensen como parte de un país, no como propietarios", hace que el llamado sea conjunto y se pueda ver la lucha de todas las clases sociales que apoyan este reclamo, sin mirar al paro como segmentado, en un mal recuento de sucesos, sino con una apertura de criterios que debe surgir ya no naturalmente, porque el tiempo apremia a veinte días del inicio de la medida de fuerza, sino por una gestión coherente a una administración nacional que ya gastó el título de Argentina y espera una tregua abarcadora para atender a todas las necesidades de un país que no puede hacer paros educativos, de salubridad, de infraestructura o de tantas otras falencias más, que subsisten de manera endeble.

La voz santafesina

Unos pocos minutos pasaron hasta que el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe se dirigiera a las más de 300 personas convocadas en la intersección de Falucho y el tramo urbano de la ruta 34. Ante un público que representó a todas las edades, Rubén Ferrero sostuvo que a sabiendas de no encontrar en los anuncios del Gobierno una respuesta al planteo que hace el campo, "estamos convencidos que el reclamo es justo, lo hacemos por toda la sociedad y no por un sector, en defensa del interior".
El desconocimiento de la señora Fernández de Kirchner hizo que hablara de los quinteros, con quien estuvo reunido el dirigente y a quien le expresaron que "no soportan más esta situación", sin ayudas ni subsidios a pesar de lo sostenido en la Casa Rosada.
Tal como expresábamos en estas líneas hace unos días, Ferrero se refirió al libro "Sin atajos" de cuya autoría participa Lousteau y donde expresa un límite racional de ocho puntos para que las retenciones no sean extorsivas, "mientras él sabe que lo que ahora está defendiendo es injusto, es inconstitucional y atenta contra la producción". La mirada fuera de foco hace que se continúe creyendo en el Gobierno que el reclamo es por la soja, mientras es más abarcativo, llegando a los incumplimientos sobre la leche, la carne, el trigo -del cual abren el registro de exportaciones, cuando de 13 mil millones de toneladas, sólo quedan mil por vender-, las economías regionales, entre otros puntos."Estamos en contra del exceso que es llevarlas a 44 por ciento, porque estas retenciones no son móviles, fueron armadas de tal forma que es imposible crecer y que el productor perciba más", explicó Ferrero sobre el techo de preciación para la soja. Es así que reflexionó que "lamentablemente la señora Presidenta no entendió el reclamo y siguen con la intención de seguir enfrentando sectores", mientras el campo quiere producir bienes para el país y para la exportación, es aquí que el retraso de esta variable nada menor se origina en que "no se produce carne y no se produce leche porque no es rentable, no es un problema de la soja, el día que entiendan eso, va a cambiar absolutamente todo el mapa de la producción, esta soja es lechera y va a seguir siéndolo si le siguen poniendo el pie arriba", aludiendo a los campos de toda la zona cubiertos de intenso verde.
Sin referirse a la carne, Cristina Fernández deberá continuar con un país parado, en momentos en que Ferrero le pidió a todos los presentes "estemos tranquilos, sigamos al costado de la ruta", sin dejar pasar camiones con hacienda y con granos, pero sí con productos perecederos como un gesto de agradecimiento a las ciudades que desde el inició apoyaron el reclamo rural. "Tenemos que estar con la misma firmeza y con la misma fuerza" llamó el presidente de CARSFE que confía en la continuidad por "la unidad de las entidades" al igual que "por el apoyo de los productores y la sociedad".

Elida Thiery

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