En ganadería, "todavía la recuperación no empezó"

Mientras la cosecha gruesa concentra la atención, el sector ganadero sigue en su peregrinación a la deriva, con precios altos a causa de la falta de animales, las políticas y también el condimento del clima. Rogelio König, responsable de la sección Hacienda de la Cooperativa Guillermo Lehmann, analizó con LA OPINION que la recuperación necesaria del stock “va a llevar mucho tiempo”.
“Todo lo que ocurrió en los últimos años hizo que mucha gente saliera del sistema, se tuviera que reubicar y en su momento vendió sus vacas a 300 ó 500 pesos cada una; y hoy si esa misma gente las tiene que salir a comprar, va a ser difícil que las pueda pagar a cuatro mil. En los años en los que la hacienda tenía un precio muy bajo, casi residual, muchos inversores entraron a operar y es por eso que los feed lot y los campos estaban llenos de hacienda, pero como se compraba barato, se vendía barato”. Es entonces que “hoy por hoy el precio de la hacienda es muy bueno, pero tiene varios problemas porque al estar sobrevaluado es muy difícil que hoy haya alguien que salga a invertir. El precio actual es el mismo que hace casi seis meses, pero está devaluado ya que estamos en un diez por ciento de inflación más”. La semana anterior Néstor Roulet, dirigente de CARTEZ, expuso un análisis en el que estimaba en siete años la real recuperación del stock ganadero. König va más allá al creer que se puede rondar la década. “Todavía la recuperación no empezó, durante este año y también en 2012 vamos a estar cayendo con el stock ganadero, porque todavía no hay señales claras para poder invertir en vacas, que es muy dificil”. Hay un punto a favor en esto que destaca este entendido que es que “no se están matando tantos vientres, eso es muy significativo porque a las vacas se las cuida más, pero simplemente el stock ganadero se recupera con rentabilidad y con seguridad para invertir en algo seguro”.
Existe entonces una situación muy complicada en todo el sistema cárnico. “Al productor que perdió hacienda se le hace muy difícil recuperarla; todavía no hay señales claras sobre que estos precios van a ser los que sigamos teniendo a futuro, por lo tanto no hay tranquilidad para trabajar; el invernador, que es la otra pata de la cadena, hoy tiene que vender su hacienda gorda a ocho pesos y comprar la invernada a 12, lo que le significa el 40 por ciento del precio en contra, que es mucho más que el histórico diez por ciento de desventaja, pero como ahora, nunca. La industria frigorífica está complicada por un tema de dimensiones, está preparada para faenar anualmente unos 12 millones de cabezas y con el 30 por ciento menos que hoy se procesa, tiene todo ese resto como capacidad ociosa. La industria exportadora está pendiente de la apertura o no de las exportaciones, dependiendo de la demanda del consumo interno; y el consumo, en muchos casos no está en condiciones de comprar la carne con el precio que tiene en el mostrador”, indicó el especialista de la Cooperativa Guillermo Lehmann.

PRECIO 2011
A pesar que el precio es muy bueno, todos los sectores están complicados; y si bien se espera que en algún momento se vaya acomodando, por ahora el sector está distorsionado. A futuro el precio de la carne se va a comportar de la siguiente manera, según la mirada de König. “La oferta va a seguir siendo baja, por más que la demanda también se comporte así; y esto va a generar que los precios, si no se potencian, al menos van a quedar como están. Para mí, en el período 2011 y 2012 los precios van a ser más o menos estos porque no hay lugar para que bajen, ya que no hay hacienda y no van a subir porque la capacidad de compra del consumidor no puede ir mucho más arriba que ahora”. La sustitución en el consumo de proteínas que está haciendo el consumidor argentino es una realidad que cada vez le saca más espacio a la carne bovina. “Esto se está dando cada vez con mayor intensidad. Hoy hay sustitutos que quizás no son de nuestro agrado en el paladar, pero que se acomodan a los bolsillos”.
Los gustos se fueron adaptando, empezando por lo que hace unos años se rechazaba por sabor, como la carne de feed lot, es hoy lo que suplió la disponibilidad para el consumo -y que provocó un agotamiento del stock por matar a terneros de ocho a diez meses en su inicio- ya que el pastoreo no tiene la capacidad de abastecer al mercado interno, vendiendo animales de más de 400 kilos que ofrecen una carne diferente en terneza y sabor; y esto mismo ya está sucediendo con los propios corrales. Pero como lo último que se resigna es el asado, su folcklore de fin de semana y de encuentro, siempre va a haber un consumo cautivo, aunque sea en menores cantidades y con más incorporación a las parrillas de cerdo y pollo.
En cuanto a los costos, “la ganadería es rentable, salvo la reposición, porque hoy entre el precio de venta de un animal terminado y el de compra de un animal para reemplazarlo, tiene un 40 por ciento de diferencia; y eso es mucho, porque significa en un animal cien kilos. Entre comprar un novillo de 200 y vender uno gordo de 500 estás perdiendo cien kilos. Pero el negocio no es malo y todos los números en algunos momentos se va a tener que ir reacomodando”.
Se están promoviendo más los remates televisados, como es el caso del Rosgan en Rosario que la semana entrante pondrá a la venta 40 mil cabezas. “Todas las semanas hay dos o tres remates televisados, lo que hace que haya una derivación de hacienda que tradicionalmente iba a los remates, que termina en estas subastas, porque le permite al productor tener su hacienda en el campo, venderla si le parece bien el precio, ante una cantidad de compradores en todo el país”, sin embargo, al tener pocos animales para vender y sobre todo en nuestra zona los productores no dejan la feria tradicional. Rogelio König afirma que “de cualquier manera, los precios de la feria son los mismos que los que se ven por la televisión, porque se tiene más contacto con lo que se paga en otros lugares”, con lo cual el precio al consumo se termina igualando también en todos los destinos.
El desafío es recuperar la ganadería sin subsidios, sin favoritismos, por sistema de producción. Hay que conseguir combinar el feed lot y el pastoreo para un mejorado abastecimiento de carne que logre recobrar los casi 12 millones de cabezas perdidas, los kilos de consumo perdidos, la falta de cumplimiento del 40 por ciento de la Cuota Hilton; y básicamente recobrar la marca argentina en carne, que la tradición sea acompañada por realidad, algo posible por potencia, pero difícil por falta de predisposición y ordenamiento político.

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