"Lo que mejor debiera hacer el Gobierno, es no hacer nada"

Lo afirmó Néstor Roulet, titular de Cartez e integrante de CRA, sobre la intervención que se lleva a cabo en el sector ganadero argentino, con cuatro años de caída constante.


Néstor Roulet, dirigente confederado del sur de Córdoba es el responsable de un estudio que publicáramos hace un par de meses sobre la importante demora que sufre el stock ganadero, calculándose en un recupero real para dentro de una década. Esto había sido confirmado con el correr de las ediciones por diferentes especialistas, añadiéndose a esta tendencia el último Informe del Mercado de Hacienda, en el que se demuestra que la caída del stock, así como la de la faena y el consumo, llevan ya cuatro años consecutivos de baja.
“Lamentablemente tenemos siempre razón”. Roulet habló con LA OPINION y analizó que “en 2006 nosotros dijimos que las pautas de la política ganadera iban a desalentar las inversiones, que los productores no iban a retener los vientres; y pasó eso. Se desalentó la exportación, se dejó de hacer el novillo pesado de 500 kilos, que produce 300 kilos de carne y da entre 30 y 40 kilos para exportar, quedando el resto acá”. Pero eso pasó, lo que sobrevino fue el aliento para “hacer el novillo liviano, de 300 kilos y que da 180 kilos de carne, perdiendo cantidad de carne para el mercado interno. En definitiva, empezó a no alcanzar la carne, perdimos cantidad, no nos dejaron exportar, se sobreofertó el mercado, bajó el precio para el productor, la gente empezó a vender las hembras en esa desesperación y fue así que las hembras llegaron a participar de hasta un 50 por ciento de la faena”. Para Roulet esa mala idea inicial y la combinación de todas las variables generó la indiscutida baja del stock, cayendo de unas 59 millones de cabezas en 2006, a las 47,9 que hay hoy por hoy en los campos argentinos, lo cual había sido advertido, pero nunca escuchado.
“En agosto del año pasado nosotros dijimos que íbamos a bajar de las 48 millones de cabezas y así fue, aunque en ese momento nos trataron de delirantes”.
Sin embargo, dentro de todo este declive sectorial, el titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona destaca que “es auspicioso que la participación de las hembras en la faena, de ser el 50 por ciento, cayó del 42 a 43 por ciento, es decir que hay 600 mil hembras que a algún lugar van y llegarán a ser futuras madres”. Entonces, “al tener en cuenta 20 millones de cabezas de madres en la Argentina, esas 600 mil son el tres por ciento. Si hacemos un cálculo de escala y agregamos el crecimiento del rodeo de madres, para recuperar nuevamente las 58,9 millones de cabezas del año 2006, necesitamos al menos siete años”, afirmó Roulet.
Pero no cambia nada el panorama lo que la Nación intenta aplicar como programas, partiendo de “Carne para todos” que es un camión que recorre esporádicamente el conurbano bonaerense, vendiendo a precios irreales y a razón de un gramo en total por persona en todo el país.
“Lo que mejor debiera hacer el Gobierno, es no hacer nada, porque con los precios actuales y si se empezaría a abrir la exportación en forma automática, yo puedo asegurar que la ganadería empezaría a crecer, no hay duda”, pero debe existir previsibilidad. Es así que actualmente de la retención en los rodeos que está en el seis por ciento, por estos años sólo se puede cumplir la mitad de ese parámetro.
“Tenemos posibilidad de crecimiento, pero si tenemos una política agropecuaria que ponga énfasis en la previsibilidad de todo el sistema y en la no intervención negativa de los mercados”, adviritió el dirigente de Cartez, que remarca que la intervención gubernamental fracasó en los precios para la mesa argentina, afectó a la cantidad de productores rurales, entre tantas otras cosas que lo llevan a preguntarse “¿Cual fue el éxito de este modelo?”, con una respuesta desierta.

INCUMPLIMIENTO
A todo esto se suma la falta de cumplimiento de la Cuota Hilton en los últimos tres años, tal como lo comprueba un relevamiento de CRA, que encabezó el propio Roulet.
“La Cuota Hilton son 60 mil toneladas que da la Unión Europea a los países que tienen mejor calidad y casi la mitad es nuestra, con 28 mil toneladas, quedando el resto en otros cinco países”, esto es lo que desde el anteaño pasado se comenzó a incumplir, a partir de unas dos mil toneladas, lo cual tiene como consecuencia “además de la pérdida económica que en estos tres años son 175 millones de dólares, genera que los compradores dejan de creernos”. El Gobierno no entiende que debe liberar estos cortes, dejar abiertas las exportaciones, porque es carne que no se consume internamente y que si se paga bien afuera por cortes como el lomo, puede determinar algún beneficio para lo que se come el argentino, como ser el asado que es de consumo general.

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