Una lucha con historia y con intención de futuro

El sector tambero de esta cuenca del país está a la espera de una convocatoria por parte del Ministro de Agricultura de la Nación, del Subsecretario de Lechería; así como de los ministerios de la Producción de nuestra Provincia y de Córdoba, para dejar en claro la necesidad de una recomposición del precio de la leche, de establecer una normatización de la cadena productiva, que incluya la revisión del segmento comercial, tan discutido entre pocos y tan irresuelto por otros.
Durante la manifestación frente a SanCor el martes, se continuó plasmando la idea de mirar un poco más allá de los tamberos, que es algo que se viene comenzando a cristalizar desde hace un tiempo. Existe una idea clara, varias voces y un impulso que debe ser aprovechado hoy, para que el crecimiento que se espera para mañana sea concreto.
“El precio de la leche siempre que compite con la inflación, pierde; y en eso el tambero tiene experiencia de otros ciclos, donde salió perdiendo, ya sea a nivel dinero, como también muchos productores quedaron fuera del sistema”, apunta José Luis Motto, productor y asesor de la zona de Las Colonias. “En este momento el planteo de algunas empresas de bajar el precio preocupa y fue lo que llevó a hacer las asambleas de Vila y Nuevo Torino. Sin bien hay muchos que no recibieron aún las bajas, por no tener las liquidaciones, son conscientes de la lucha que se está haciendo para que esos precios más bajos no lleguen”, a esto le añade como una visión conjunta que “lo que nosotros pretendemos, más allá de no bajarse el precio, es que se transparente la cadena de comercialización. Hoy muchos hacemos soja y cuando el precio sube en Chicago, sube en Rosario y se pueden vender los granos a más precio. Eso no sucede con la leche, porque tenemos una industria cartelizada, un mercado de exportación muy burocratizado por las medidas que fue incorporando el Gobierno Nacional; y eso hace que entre el precio que recibe el productor y el mercado, no haya relación”.
Se da en la unidad de las industrias para aunar criterios, una resistencia que según Motto no brinda libertad a los tamberos a la hora de vender la leche sino que los tienen “casi en una condición de esclavitud”, porque no se puede actualmente competir por las explotaciones.
En esta mirada del negocio tambero, actualmente se da un cambio iniciático, el comienzo de un reclamo antes que se avancen con definiciones sobre el precio, hace que la protesta cobre otro sentido. Esto es lo que relata Agustín Müller, un tambero que también está en el centro de la Provincia y que pone de relieve la importancia de pertenecer hoy a un pool de venta de leche, para poder negociar en conjunto, con plazos lógicos, con lo cual “por lo general el precio es mejor, uno consigue mejores condiciones, porque por ejemplo en el caso de nuestro grupo, con cien mil litros, nos convertimos de alguna manera en representativos”, con un negocio por las cifras y una estrategia que comanda el destino de la materia prima.
Además de la cuestión de preciación, Müller habla de períodos muy cortos de previsión, teniendo en cuenta los plazos de cría de vaquillonas, por ejemplo, con lo cual en el tambo se tendría que contar con una previsibilidad que supere el año, para poder organizar mejor los ciclos, las inversiones y las apuestas.

OTRAS VOCES
En la marcha, entre el centenar de tamberos que el martes se congregaron en esa gélida mañana, había productores de todos los puntos de esta región. Dialogando con hombres de Egusquiza, de Ramona, de Humberto Primo, son muchos los que recibieron las liquidaciones, ya sea con algunos centavos de baja  o directamente pausados.
Uno de los que compartía su situación en una ronda improvisada de charla, comentó que con sus 1.200 litros, era muy dificil de manejar el tema de los costos con la inflación, porque “al cobrar a los 45 días que entregamos la leche, siempre estamos cortos de precios”, además que hay que tener en cuenta que los alquileres de campos siguen yendo para arriba “y con lo que se está cobrando no se pueden pagar precios tan inflados”.
La mayoría reparte la tierra entre producciones, uno reconoció que con este tema de baja rentabilidad, “cada vez voy sembrando soja más cerca del tambo, eso es lo que me sostiene, porque si quiero hacer una inversión sólo puedo hacerlo por el lado de la soja, porque el tambo alcanza sólo para cubrir que los baches de la misma explotación. Por eso piden que se comience a evitar la migración productiva de los tamberos en un marco siempre confuso que lo lleva a reflexionar, ¿cómo vamos a pelear por un precio hoy y dentro de un mes estamos en la misma situación”.
Los productores saben que vienen de una temporada de respiro, donde nadie hizo demasiado para ver cómo seguía el buen precio. En este otoño dudoso, comienzan a enfrentar un impulso productivo, que en las últimas semanas comenzó a arrojar resultados positivos en los balances por vaca, que gracias a las buenas pasturas hacen que la proyección a septiembre sea buena en cuanto a producción, pero incierta por los precios.
Ese es el temor, ese es el motivo de la movilización.
De la convicción en querer cambiar las realidades dependerán los próximos pasos. De la voluntad de los que mandan también, sin embargo este es un camino que tiene mucha historia, pero a la vez recién se inicia; y ese ímpetu será el determinante.

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