Dos semanas para respuestas y un reclamo que se endurece

Los tamberos decidieron anoche en San Francisco dar al Gobierno un plazo de dos semanas para concretar una reunión y respuestas ante la caída del precio de la leche. Una próxima asamblea determinará el grado de endurecimiento de acciones nacionales, que llegarían a un cese de comercialización en todos los rubros productivos.


SAN FRANCISCO (Enviada especial). - Los tamberos dieron ayer una nueva muestra de fuerza y unidad. La convocatoria para la asamblea nacional en la Sociedad de San Francisco superó las expectativas y fueron casi mil los productores que se congregaron para delinear un plan de reclamo y de ordenamiento que determinará que en dos semanas se vuelvan a reunir para analizar los alcances.
Concretamente, se votó por unanimidad el pedido urgente de una reunión con los ministros de Agricultura de la Nación; y el de Economía, que es quien además “de tocar la guitarrita” tiene bajo su espectro a Guillermo Moreno, el secretario de Comercio Exterior, “que sólo favorece a los más grandes”, sin atender ni por instantes a tamberos o consumidores con su desempeño.
“San Francisco ya es un lugar histórico para la lechería”, desde aquel 2002 y en repetidas ocasiones, dijo Eduardo Buzzi, el presidente de la Federación Agraria Argentina, que estuvo acompañado por Alfredo De Angeli, Omar Príncipe, Omar Barchetta, Guillermo Gianassi y Daniel Oggero, entre otros dirigentes federados.
Pero este fue un encuentro donde mandó la Mesa Nacional de Productores de Leche y es por eso que había representantes de otras entidades, como fue el caso de la Sociedad Rural de Rafaela por Carsfe y CRA, e incluso Horacio Mihura de Caproler; y Emiliano Amondarain de la Unión General de Tamberos. Este espectro pudo conseguir un refuerzo para la representatividad de la Mesa Nacional, a la que en los últimos años intentaron quebrar los tamberos oficialistas y no lo consiguieron. Se remarcó que es esta entidad madre “la herramienta para coordinar acciones”; y será la que defina en las próximas horas cuál será el día en que se realice en múltiples ciudades del país, así como a la vera de las rutas una campaña nacional de esclarecimiento de la situación lechera ante los consumidores, lo cual marcará un camino hacia una protesta generalizada, donde intervengan todos los estratos productivos nacionales.
Será entonces que también en dos semanas se llegará a una nueva asamblea en la misma locación de ayer para poder evaluar los alcances de la campaña, e incluso de la reunión con las autoridades, si acceden; y si no, como viene sucediendo, el incremento de acciones será más marcado y más drástico, llegando incluso hasta la no entrega de leche a las industrias.

PALABRAS
Alfredo De Angeli llegó a dar apoyo y fue el que elevó los decibeles antes que lleguen las conclusiones, con su estilo desenfrenado y sus dichos tan ciertos. "Tambero ese de día largo, sueldo corto y almanaque sin feriado", definió a la perfección.
Fue esa gente de trabajo que llegó ayer a la SRSF la que además de proponer mociones, contó historias que son las que relatan el verdadero pasar de la actividad actualmente.
Desde el Gobierno, algunas industrias y otros que se desenvuelven en la comercialización se dice que los productores están ganando bien, pero ellos tienen que saber que hay muchos, como ese hombre que habló anoche, de Saguier que no la pasan bien. Pueden tener campo, una 4x4, pero aún esperan las compensaciones que tenía que sacar la ONCCA y al disolverla, quedaron también en esa condición los pagos.
Emocionado, exaltado, sin voluntad de dejar el campo, a pesar que por los disgustos haya tenido un ACV, él como tantos otros se dijeron dispuestos a tirar la leche, a no ordeñar, a trabajar tranqueras adentro, a no entregar la producción, porque él no puede cubrir costos ni ganar nada recibiendo 1,50 peso por litro.
Los tamberos que el año pasado a esta altura cobraban diez centavos menos que ahora no pueden con la actividad, entonces enfocar la bronca del deterioro contra la industria es lógico, son el nexo directo con su declive. Fue así que muchos empresarios estaban ayer apretando los dientes y esperando una acción furibunda, pero los tamberos están más consientes, hablan de la necesidad de una Ley de Lechería, de un ordenamiento en los pagos, de una definición de la transacción por la leche, saben que las promesas del Subsecretario de Lechería de la Nación en sus giras regionales no aportan soluciones, saben que con las medidas de fuerza no pueden estar en contra de la sociedad.
Hay una necesidad de presentar estos criterios ya aunados ante quienes deciden, pero también ante todos los poderes políticos locales, regionales y provinciales. La política es parte de todas las actividades y en la lechería está marcando el rumbo fuertemente, al menos en Santa Fe y en Córdoba, que ayer tuvo a su ministro de la Producción presente.
Los tamberos saben que tienen que informar a la población sobre el escape de números entre el 1,50 que cobran y los cuatro a seis pesos que el consumidor abona un litro de leche, entienden que es a través de los medios con lo que lograrán instalar su situación y a eso apuntan, con acciones progresivas, coherentes, todas tendientes a conseguir “que no sigan desapareciendo productores”, como lo dijo fervorosamente De Angeli; e incluso “que no siga avanzando la concentración de tambos” que es lo que ahora sucede, tal como lo expresó Buzzi, teniendo en cuenta que las vacas ahora valen y no se liquidan, sino que se derivan a producciones más grandes.

FIRMEZA
Todas las palabras tuvieron consistente contenido. Los que hablaron tuvieron claro que la pelea por evitar la baja del precio empezó mucho antes que se efectivizara, pero que también tiene que seguir, para caminar hacia el ordenamiento definitivo.
Será tiempo que el Estado deje de mirar su camino reducido, que no se entretenga con presentaciones como la que se hará hoy con el PEA, donde como dijo claramente Omar Príncipe, “habrá 200 alcahuetes aplaudiendo un plan que no se sabe de qué se trata ni quién lo hizo”. El Gobierno debe ser responsable de una salida congruente de la cíclica crisis del sector, debe ser ecuánime y dejar de perjudicar a quienes representa, tanto en la lechería, como en tantas otras producciones que piden auxilio. El reclamo de los chancheros de hoy en Rosario es parte del deterioro productivo; y es el Ministerio de Agricultura el que carga todas esas culpas. Hasta que no despierte Domínguez de la modorra oficialista, el campo no se va a poder desatar y cumplir con su sueño de confirmar grandes cifras en tonelajes de materias primas y productos, que en definitiva parece ser lo único que le importa.
Señores funcionarios, a cumplir con su tarea, el campo y los tamberos les están golpeando la puerta de la responsabilidad.





Buzzi: "ya hay más euforia"


Al ser presidente de una de las cuatro entidades nacionales agropecuarias, Eduardo Buzzi fue un animador particular de la asamblea, quien además de tener la palabra principal en el inicio, tuvo a su cargo la lectura de las conclusiones y la invitación a volver a ese mismo salón de la Rural sanfrancisqueña en dos semanas.
“Existe una intención de ensamblar el malestar de los productores de leche, con el de los de trigo; y con el resto, porque todos son víctimas de las mismas políticas", enunció al reafimar la idea de pedir audiencias a los ministros de Agricultura y Economía, que son los que deben dar respuestas y salidas a la situación compleja que atraviesan distintas producciones en el país que incluyen al algodón, la carne y tantas otras.
Buzzi no descarta a futuro protestas más contundentes, que podrían llegar al descarte de leche, como piensan muchos tamberos, pero que para él sería “el último recurso y el que todos queremos evitar”.
Tienen que ir los productores a buscar a los políticos que lo representan en lo inmediato, con mandato vigente o candidaturas, para que también se esparza la situación productiva, se comprenda, se trabaje y se resuelva, aunque sea en lo zonal.
Buzzi conoce de protestas, está convencido que “la foto de leche tirada no hay que regalársela a nadie, porque significa un nivel de beligerancia al que no tenemos que llegar nunca”, sin embargo conoce que “parar los productos procesados es un recurso viable”.
El titular de Federación Agraria se pone del lado de los productores en esta lucha y se anima a diagnosticar que “el reclamo va creciendo. Hace 15 días había más pasividad, venían a las asambleas a ver de qué se hablaba y hoy ya hay más euforia. Uno empieza a percibir que empieza a ver más energía, la que después de 2008 se había aplacado”, concluyó.

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