Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) . Más allá de lo que se intente predicar, el sector lechero atraviesa un momento complejo. Con los tamberos en el eterno reclamo de mejoras, con la industria grande llegando a su límite de proceso y las pequeñas y medianas muy ahogadas, parece que el presente no se resuelve sólo con la modificación de la forma de pago que propone la liquidación única, a la cual le falta para poder avanzar en implementación completa.
Se puso muy de moda en los ámbitos de Gobierno el hablar de cooperativas, de entender las lógicas de estas organizaciones que suman esfuerzos de pequeños, pero el que más complicado parece es el sector PyME, que ya lleva varios años de desventaja y desatención, más allá de las palabras.
Repasando algunas publicaciones de este Diario de hace unos tres años se pueden encontrar valores de planchada para el queso cremoso de unos diez pesos, que son los mismos que ahora se cotizan en no más de 14, sin siquiera considerar el salto inflacionario que ha tenido el país según los datos oficiales de cada compra en el supermercado.
Más allá de la preciación, las PyMEs se encuentran, especialmente desde septiembre del año pasado, en una situación de colapso. La mayor productividad estacional no pudo largarse al mercado por completo durante el comienzo del otoño; y el atascamiento de stock es una realidad difícil de solucionar, si se tiene en cuenta que todo se destina al mercado interno, donde la competencia con las grandes es feroz, por marca y precios, sin influenciar mucho la calidad a la hora del discernimiento de compra por parte de los consumidores; y con las fronteras abiertas a sólo cuatro pequeñas y medianas empresas lácteas en todo el país, según datos que tiempo atrás difundiera Apymel sobre sus afiliados.
Actualmente esta sobreoferta hace que el costo de producción sea al que se le agrega el IVA para vender al mayoreo; y en muchos casos este trabajo a pérdida arriesga muchas industrias y muchos puestos de trabajo, consecuentemente. Es así que la alternativa para hacer circular quesos, que representan la mayor producción PYME en todo el país, está en el comercio con los supermercados, sin embargo las desventajas no dejan de existir, ya que un producto por kilo que lo compran a 17 pesos finales, se remarca por sobre los 30 pesos en la góndola y con la competencia firme de las grandes industrias, las ventas siguen siendo bajas, más allá de lo que se ofrezca.
Todo esto se suma a dos variables fundamentales, las PyMEs tienen que afrontar la suba salarial del gremio de trabajadores lecheros, cuyo último acuerdo fue del 37 por ciento, muy por encima de la cifra máxima estimada de inflación anual, a lo cual se añade la imposibilidad de bajar el precio a los productores tamberos.
Se dio el caso en la cuenca de Villa María, donde Punta del Agua, que había sido la primera empresa protegida por Guillermo Moreno, cuando lanzó los acuerdos con supermercadistas para movilizar un poco los stocks de los pequeños; ahora tuvo un coletazo inesperado por parte de quien en aquel momento la había ayudado. Esta empresa bajó en el último tiempo unos centavos en la liquidación a los tamberos y fue por eso que el Secretario de Comercio Interior ordenó a dos grandes cadenas supermercadistas no comprar en absoluto productos de la marca. Son estas las acciones que hoy asustan al empresariado más endeble del sector. Sabiendo de esta restricción para el manejo de sus costos, del riesgo de perder tambos si ejercen una acción de baja, ante la demanda y oportunidad que tienen las más grandes, por el simple hecho de poder exportar, es que las PyMEs se muestran acorraladas.
Claro que oficialmente esto se va a salir a negar de plano, pero quienes están en el negocio saben que es así. Sería bueno que la idea de poner a todos los actores de un mismo lado se haga realidad, que sinceramente se pueda arribar a una negociación para que mejore el comercio de lácteos, que se puedan lograr conformar líneas enteras de productos, con el aporte de diversas empresas y con estándares de calidad uniformados, hallar una alternativa de comercio internacional, entre tantas posibles. Aprovechando el vínculo con China, quizá se puedan acelerar procesos de cualificación que le permitan a los más oprimidos por el sistema, volver a tomar aire y poder seguir con calma hacia delante.
Se puso muy de moda en los ámbitos de Gobierno el hablar de cooperativas, de entender las lógicas de estas organizaciones que suman esfuerzos de pequeños, pero el que más complicado parece es el sector PyME, que ya lleva varios años de desventaja y desatención, más allá de las palabras.
Repasando algunas publicaciones de este Diario de hace unos tres años se pueden encontrar valores de planchada para el queso cremoso de unos diez pesos, que son los mismos que ahora se cotizan en no más de 14, sin siquiera considerar el salto inflacionario que ha tenido el país según los datos oficiales de cada compra en el supermercado.
Más allá de la preciación, las PyMEs se encuentran, especialmente desde septiembre del año pasado, en una situación de colapso. La mayor productividad estacional no pudo largarse al mercado por completo durante el comienzo del otoño; y el atascamiento de stock es una realidad difícil de solucionar, si se tiene en cuenta que todo se destina al mercado interno, donde la competencia con las grandes es feroz, por marca y precios, sin influenciar mucho la calidad a la hora del discernimiento de compra por parte de los consumidores; y con las fronteras abiertas a sólo cuatro pequeñas y medianas empresas lácteas en todo el país, según datos que tiempo atrás difundiera Apymel sobre sus afiliados.
Actualmente esta sobreoferta hace que el costo de producción sea al que se le agrega el IVA para vender al mayoreo; y en muchos casos este trabajo a pérdida arriesga muchas industrias y muchos puestos de trabajo, consecuentemente. Es así que la alternativa para hacer circular quesos, que representan la mayor producción PYME en todo el país, está en el comercio con los supermercados, sin embargo las desventajas no dejan de existir, ya que un producto por kilo que lo compran a 17 pesos finales, se remarca por sobre los 30 pesos en la góndola y con la competencia firme de las grandes industrias, las ventas siguen siendo bajas, más allá de lo que se ofrezca.
Todo esto se suma a dos variables fundamentales, las PyMEs tienen que afrontar la suba salarial del gremio de trabajadores lecheros, cuyo último acuerdo fue del 37 por ciento, muy por encima de la cifra máxima estimada de inflación anual, a lo cual se añade la imposibilidad de bajar el precio a los productores tamberos.
Se dio el caso en la cuenca de Villa María, donde Punta del Agua, que había sido la primera empresa protegida por Guillermo Moreno, cuando lanzó los acuerdos con supermercadistas para movilizar un poco los stocks de los pequeños; ahora tuvo un coletazo inesperado por parte de quien en aquel momento la había ayudado. Esta empresa bajó en el último tiempo unos centavos en la liquidación a los tamberos y fue por eso que el Secretario de Comercio Interior ordenó a dos grandes cadenas supermercadistas no comprar en absoluto productos de la marca. Son estas las acciones que hoy asustan al empresariado más endeble del sector. Sabiendo de esta restricción para el manejo de sus costos, del riesgo de perder tambos si ejercen una acción de baja, ante la demanda y oportunidad que tienen las más grandes, por el simple hecho de poder exportar, es que las PyMEs se muestran acorraladas.
Claro que oficialmente esto se va a salir a negar de plano, pero quienes están en el negocio saben que es así. Sería bueno que la idea de poner a todos los actores de un mismo lado se haga realidad, que sinceramente se pueda arribar a una negociación para que mejore el comercio de lácteos, que se puedan lograr conformar líneas enteras de productos, con el aporte de diversas empresas y con estándares de calidad uniformados, hallar una alternativa de comercio internacional, entre tantas posibles. Aprovechando el vínculo con China, quizá se puedan acelerar procesos de cualificación que le permitan a los más oprimidos por el sistema, volver a tomar aire y poder seguir con calma hacia delante.
LUEGO DE PUBLICAR ESTE AVISO SE RECIBIO ESTE PARTE DE PRENSA DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA.
Por primera vez exportarán a China
LÁCTEOS: LAS PYMES TOMAN VUELO INTERNACIONAL
En el marco de un memorando de entendimiento firmado por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, y su par de China, Han Changfu, las Pymes lácteas argentinas concretarán las primeras exportaciones a dicho país, con productos de alto valor agregado como quesos y dulce de leche.
El subsecretario de Lechería, Arturo Videla, se reunió ayer con representantes de la Beijing Economic Trade Corporation (BETC) – entidad que nuclea a empresarios importadores chinos - y miembros de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APyMEL), para avanzar en las tratativas de comercialización al gigante asiático.
En esta primera etapa, se venderán 200.000 kilogramos de quesos, producidos por diferentes Pymes lácteas nacionales.
La operación “representa una gran oportunidad para vender al exterior productos con alto valor agregado”, destacó Videla. “Si bien estamos en la primera fase del proceso, es importante que las Pymes comiencen a posicionarse hacia el mercado exportador”, agregó el funcionario.
China tiene 1.300 millones de habitantes, cada uno de los cuales consume un promedio de 28 litros de leche al año. La cifra es baja si se la compara con la demanda argentina (205 litros anuales por habitante). No obstante, el país asiático se propone incrementar este consumo un 25% en los próximos 5 años, lo que implica 10.000 millones de litros de leche extra por año, prácticamente toda la producción argentina.
El grupo BETC es un importante nexo entre las empresas argentinas y el mercado chino. La corporación lleva adelante la gestión comercial de productos nacionales como vinos, cervezas y carnes.
La exportación de quesos se enmarca en las gestiones que lleva a cabo el Ministerio de Agricultura en Beijing para fomentar la venta de productos lácteos nacionales con alto valor agregado.
Entre el 8 y el 21 de junio de este año, Arturo Videla viajó a China junto a una importante comitiva de empresarios y funcionarios nacionales, donde se reunió con integrantes de la Dairy Association of China (DAC), y firmó un memorando para fomentar el intercambio comercial entre Argentina y el país asiático.
que así sea!
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