Este año el trigo tuvo una importante apuesta por parte de los productores que se animaron a desafiar las trabas oficiales para su comercialización, si bien sobre la etapa de cosecha se informó la liberación de 2,7 millones de toneladas para la exportación, correspondientes a la campaña anterior, el riesgo afrontado fue mucho, por clima y economía, pero parece que la respuesta natural fue buena.
“La cosecha de trigo se había generalizado para fines de la semana pasada, con un avance que estimamos que puede estar en el orden del 50 por ciento, que se paró con las lluvias del domingo”, dijo el Ing. Jorge Villar de la EEA Rafaela del INTA.
El chaparrón de la noche del miércoles, que registró en el centro de la ciudad un milímetro y en localidades como Sunchales llegó a una marca de 11, al menos hasta hoy tendrá a la maquinaria demorada para continuar la actividad
Los promedios de los rendimientos en la región están cerca de los tres y cuatro mil kilos, aunque también se registran valores más altos. “Esto es muy bueno, muy favorable, aunque hay algunos problemas de calidad, debido a la mancha blanca, por lo tanto va a haber algunos problemas de proteína y peso hectolítrico. Esto es natural cuando hay rendimientos muy altos, o sea que hay una relación inversa entre lo que son los contenidos de proteínas y los rendimientos, cuando no hubo un manejo particular para lograr alta proteína”, sostuvo el especialista.
Al inicio de la siembra, el clima fue duro, más allá de las temperaturas clásicas del promedio del año, las lluvias que faltaron complicaban las proyecciones de la cosecha. Al respecto, Villar reconoció que “el trigo revirtió mucho su condición, porque las expectativas no eran buenas. Los trigos comenzaron a espigar bajos, sin mucha biomasa, por eso se esperaban rendimientos medios a nivel regional de alrededor de 25 a 26 quintales. Sin embargo, muy probablemente las buenas lluvias de octubre con las temperaturas moderadas que tuvimos, realmente revirtieron la situación y se están registrando rendimientos muy buenos”. “Personalmente, esto me llamó la atención”, añadió.
MAIZALES
En pleno proceso de crecimiento y también esperando la segunda etapa de siembra, los maíces se adelantan.
“Los maíces de primera que se pudieron sembrar bien temprano en septiembre, ya están largando la flor masculina, mientras que los que fueron un poco más tardíos, que se sembraron después de las lluvias de principios de octubre están recién entre ocho y diez hojas. En muy buen estado, por lo general, bastante favorecidos por estas lluvias que han caído últimamente”, explicó el Ing. Villar.
En cuanto a los de segunda, deberán esperar unas semanas, hasta mediados de diciembre. “Creo que va a haber más maíz de segunda que otros años, porque muchos maíces que no llegaron a implantarse como de primera, quedaron directamente para esta segunda etapa”, por lo que habrá que seguir aguardando buenas lluvias para llegar con un buen suelo a ese momento y también un óptimo seguimiento para rendimientos buenos, teniendo en cuenta las óptimas condiciones actuales.
SOJIZACION
En cuanto a la soja de primera, en la región de influencia de Rafaela, ya está prácticamente terminada la siembra. “Puede haber quedado algún lote bajo al que no se ha podido entrar por falta de piso, pero en general se terminó la siembra, ya está germinada; y nacida en buenas condiciones con una evolución normal”, comentó luego de los relevamientos regionales realizados en los últimos días.
Ya puede haber alguna soja de segunda implantada, sin embargo, “la generalización de la soja de segunda se da cuando termina la trilla del trigo. Se calcula que en esta semana y a principios de la otra se termina de cosechar el trigo y ahí se va a terminar con la soja de segunda”.
Entre todo esto, hay algo de sorgo en la región, que está en la primera etapa de germinación; mientras que girasol hay muy poco; al tiempo que también se están cosechando cultivos alternativos como garbanzos y arvejas, que por las lluvias demoraron su terminación.
CLIMA VENIDERO
“Hay que esperar a lo que pase en enero que es un mes definitorio, pero que de todos modos, aunque llueva siempre es deficitario por las altas temperaturas. De todos modos, si llueve bien en diciembre, que es crítico y estratégico a la vez, porque permitirá enfrentar un enero en mejor o peor condición, dependiendo de cuánto llueva”. Lo que el Ing. Jorge Villar explica es que “las próximas lluvias son las que van a definir las reservas en el suelo, eso es lo fundamental”.
A pesar de la deficiencia de agua que trajo esta fase de “Niña”, actualmente la agricultura se muestra bien. “Se atrasó un poco el arranque de los primeros cultivos, lo que es maíz de primera en algunas zonas, a principios de octubre, por ejemplo, pero prácticamente con una lluvia semanal, se ha permitido avanzar de manera absolutamente normal”, concluyó.
El fenómeno “La Niña”, podría repetirse en el ciclo 2011/12 con efectos aún más devastadores para los cultivos. Se considera que el fenómeno terminaría cerca de abril, pero si “La Niña” volviera a producirse sus efectos serían aun más perjudiciales para los cultivos, que arrastrarían un déficit de humedad de la actual campaña.
“La Niña”, es la contracara de “El Niño”, que consiste en una aceleración de los vientos ecuatoriales (alisios) que provoca un enfriamiento del Pacífico del Ecuador, fuertes lluvias en India, China, Australia y el sur de Africa y sequías en Argentina, Uruguay y el sur de Brasil.
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