Atinadamente en la tarde de ayer, por la red social Twitter se difundió un informe sobre la reunión, elaborado por la agencia de noticias oficial Telam en la que se destacan dos situaciones confusas. La primera es la duplicación de la estimación de pérdidas que había hecho hasta el momento el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi. El dirigente santafesino había valuado en cinco mil millones de dólares la consecuencia de la falta de lluvias, sin embargo el cable detallaba las declaraciones como diez mil.
Pero el punto más saliente fue el de una citación de las declaraciones del Ministro Yauhar, “Si no tienen cosecha, no tienen qué vender y entonces no los afectan las retenciones, dijo el funcionario.
El ministro además salió al cruce de una serie de fotografías que mostraban animales muertos, presuntamente afectados por la sequía.
No hay mortandad de animales declaradas. Si se detectan animales muertos, habrá que ver si es por la sequía o por alguna enfermedad, como la aftosa, dijo el funcionario”.
Es lamentable tomar este texto y alivianar la pérdida de los cultivos con una simple resignación a no vender y por eso no preocuparse por las retenciones; y mucho más considerar que las muertes de ganado pudieron haber sido por aftosa. Claramente el funcionario no tiene la medida de las consecuencias productivas y económicas de una situación semejante.
El desconocimiento de las áreas de desempeño es el mayor mal que le pueden acaecer al campo en estos momentos; y es una situación que así se muestra, más aún en tiempos críticos.
Pero el punto más saliente fue el de una citación de las declaraciones del Ministro Yauhar, “Si no tienen cosecha, no tienen qué vender y entonces no los afectan las retenciones, dijo el funcionario.
El ministro además salió al cruce de una serie de fotografías que mostraban animales muertos, presuntamente afectados por la sequía.
No hay mortandad de animales declaradas. Si se detectan animales muertos, habrá que ver si es por la sequía o por alguna enfermedad, como la aftosa, dijo el funcionario”.
Es lamentable tomar este texto y alivianar la pérdida de los cultivos con una simple resignación a no vender y por eso no preocuparse por las retenciones; y mucho más considerar que las muertes de ganado pudieron haber sido por aftosa. Claramente el funcionario no tiene la medida de las consecuencias productivas y económicas de una situación semejante.
El desconocimiento de las áreas de desempeño es el mayor mal que le pueden acaecer al campo en estos momentos; y es una situación que así se muestra, más aún en tiempos críticos.
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