LUEGO DEL BLOQUEO DE LA PLANTA DE WILLINER EN BELLA ITALIA, AYER POR SEIS HORAS
Una convocatoria adelantada que se dio vía mensajes de texto, generó la
reunión en la estación de servicio de Bella Italia cerca de la hora 9 de
los tamberos que casi una hora después se trasladaron al frente de la
planta de Sucesores de Alfredo Williner.
Como lo había adelantado en exclusivo LA OPINION, la protesta por la falta de actualización del litro de leche pagado a los productores, que se conjugó ayer con el reclamo en la ciudad de Córdoba que se llevó adelante con el regalo de miles de litros de leche, generó sorpresa en la industria, así como en todo el sector.
Iba a ser el viernes esta acción, que se anticipó precipitadamente en la noche del lunes, a la mañana de ayer, contando con la presencia de Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria al frente de más de un centenar de tamberos, entre los que también estuvieron el vicepresidente de la entidad y titular de la Comisión de Lechería, Guillermo Gianassi; Daniel Oggero, del Distrito XII de FAA; Diego Sara, presidente de la Filial Presidente Roca, así como Fernando Calcha, presidente de la Sociedad Rural de Rafaela, entre otros. Por coincidir con la segunda presentación del ciclo “De la tierra a la mesa”, estuvo ausente el titular de CRA, Rubén Ferrero.
Ya instalados frente al portón de la planta, los productores se alistaron a pasar toda la jornada allí. A pocos minutos de iniciada la acción llegó un móvil policial, que se apostó del lado de adentro de la empresa, seguido por otro de la Policía Vial, que estuvo a cargo de la coordinación de la seguridad en el lugar.
Una breve asamblea definió en el inicio que los camiones cisterna podrían entrar a la planta para dejar la materia prima, pero no salir. Una vez que se solicitó un encuentro con las autoridades de la firma, mientras se seguían repartiendo volantes a los vehículos que transitaban la Ruta 70, una nueva votación determinó el bloqueo total de la planta.
Fue poco después de las 11 que se dio ese cuadro. Desde el interior de la empresa se ofreció un encuentro con el Gerente Comercial, que fue rechazado, reiterando el interés de hablar con el titular de la misma.
Se hizo un corte simbólico de unos minutos, con todos los tamberos sobre el asfalto; y la espera llegó a su fin, cuando unas dos horas después de haber iniciado las gestiones, un grupo de productores y dirigentes fueron recibidos por Alfredo Curiotti, el líder de la empresa láctea familiar, junto con Alfredo Williner, también integrante del directorio.
Afuera seguían hombres y mujeres esperando al menos un avance. Adentro, fueron unas dos horas de negociación, por momentos ríspida. Según los industriales, no era responsabilidad de ellos hacerse cargo de un reclamo que va más allá de las posibilidades de la firma, más aún si se tiene en cuenta que las cuentas de la empresa no atraviesan el momento más sobresaliente, además de contarse con una perspectiva global de precio lácteos que se muestra en baja y deberán atravesar una primavera compleja.
Esto llevó a que los productores reclamen una respuesta ampliada. Fue en ese momento que Buzzi logró hablar telefónicamente con el titular del Centro de la Industria Lechera, para invitarlo a convocar a una reunión entre la Mesa Nacional de Productores de Leche y el organismo que nuclea a las grandes empresas, además de Apymel y la Junata Intercooperativa de Leche No sólo se dio el logro de este vínculo, sino que luego de una espera cercana a la media hora se confirmó la convocatoria para el próximo jueves, en Buenos Aires, con lugar y horario a confirmar, lo cual permitió levantar el bloqueo cerca de las 16 horas.
Será mañana que se combinará el múltiple encuentro con una vigilia que productores cordobeses desarrollarán frente a la planta de La Serenísima en Las Varillas.
De la reunión participaría el Ministro de Agricultura, esquivo hasta al momento a las cuestiones lecheras.
No fue en vano la protesta de ayer. El avance de un reclamo que se venía gestando desde el año pasado tuvo un paso importante para enfrentar las realidades de productores e industriales. Existe un vacío entre el precio que pagan las lácteas por litro y lo que el tambero necesita, que ronda los 20 centavos, una brecha que debe ser cubierta para que el sector no se resquebraje. Será la comercialización, que es la que gana siempre la que deba retrotraer los números y aportar, o simplemente el Estado deberá encargarse de sus compromisos asumidos y quizá deba volver a optar por las compensaciones, para cubrir ese salto necesario.
Los recuerdos son malos de lo que sucedió en 2008, acuerdos escondidos, pagos incumplidos que se repitieron en 2009, un fondo lechero perdido que se había generado por aquel precio de corte para las exportaciones. Es grande la carga negativa del sector, que quizá tenga en esta oportunidad el espacio para aclarar diferencias, desventajas; y oportunidades para poner de pie a la lechería de manera definitiva. Habrá que trabajar en políticas concretas, lejanas a las promesas o los planes incumplidos e irrelevantes a los que se aboca la Nación.
Es tiempo de seriedad, de apuestas y aportes, que parece que tanto productores como industrias se ven obligados a desarrollar para no perderse mutuamente. El Estado deberá dejar de intervenir distorsivamente y afrontar una situación de quiebre que será la que realmente pueda impulsar a uno de los grandes sostenes socio-económicos nacionales.
Como lo había adelantado en exclusivo LA OPINION, la protesta por la falta de actualización del litro de leche pagado a los productores, que se conjugó ayer con el reclamo en la ciudad de Córdoba que se llevó adelante con el regalo de miles de litros de leche, generó sorpresa en la industria, así como en todo el sector.
Iba a ser el viernes esta acción, que se anticipó precipitadamente en la noche del lunes, a la mañana de ayer, contando con la presencia de Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria al frente de más de un centenar de tamberos, entre los que también estuvieron el vicepresidente de la entidad y titular de la Comisión de Lechería, Guillermo Gianassi; Daniel Oggero, del Distrito XII de FAA; Diego Sara, presidente de la Filial Presidente Roca, así como Fernando Calcha, presidente de la Sociedad Rural de Rafaela, entre otros. Por coincidir con la segunda presentación del ciclo “De la tierra a la mesa”, estuvo ausente el titular de CRA, Rubén Ferrero.
Ya instalados frente al portón de la planta, los productores se alistaron a pasar toda la jornada allí. A pocos minutos de iniciada la acción llegó un móvil policial, que se apostó del lado de adentro de la empresa, seguido por otro de la Policía Vial, que estuvo a cargo de la coordinación de la seguridad en el lugar.
Una breve asamblea definió en el inicio que los camiones cisterna podrían entrar a la planta para dejar la materia prima, pero no salir. Una vez que se solicitó un encuentro con las autoridades de la firma, mientras se seguían repartiendo volantes a los vehículos que transitaban la Ruta 70, una nueva votación determinó el bloqueo total de la planta.
Fue poco después de las 11 que se dio ese cuadro. Desde el interior de la empresa se ofreció un encuentro con el Gerente Comercial, que fue rechazado, reiterando el interés de hablar con el titular de la misma.
Se hizo un corte simbólico de unos minutos, con todos los tamberos sobre el asfalto; y la espera llegó a su fin, cuando unas dos horas después de haber iniciado las gestiones, un grupo de productores y dirigentes fueron recibidos por Alfredo Curiotti, el líder de la empresa láctea familiar, junto con Alfredo Williner, también integrante del directorio.
Afuera seguían hombres y mujeres esperando al menos un avance. Adentro, fueron unas dos horas de negociación, por momentos ríspida. Según los industriales, no era responsabilidad de ellos hacerse cargo de un reclamo que va más allá de las posibilidades de la firma, más aún si se tiene en cuenta que las cuentas de la empresa no atraviesan el momento más sobresaliente, además de contarse con una perspectiva global de precio lácteos que se muestra en baja y deberán atravesar una primavera compleja.
Esto llevó a que los productores reclamen una respuesta ampliada. Fue en ese momento que Buzzi logró hablar telefónicamente con el titular del Centro de la Industria Lechera, para invitarlo a convocar a una reunión entre la Mesa Nacional de Productores de Leche y el organismo que nuclea a las grandes empresas, además de Apymel y la Junata Intercooperativa de Leche No sólo se dio el logro de este vínculo, sino que luego de una espera cercana a la media hora se confirmó la convocatoria para el próximo jueves, en Buenos Aires, con lugar y horario a confirmar, lo cual permitió levantar el bloqueo cerca de las 16 horas.
Será mañana que se combinará el múltiple encuentro con una vigilia que productores cordobeses desarrollarán frente a la planta de La Serenísima en Las Varillas.
De la reunión participaría el Ministro de Agricultura, esquivo hasta al momento a las cuestiones lecheras.
No fue en vano la protesta de ayer. El avance de un reclamo que se venía gestando desde el año pasado tuvo un paso importante para enfrentar las realidades de productores e industriales. Existe un vacío entre el precio que pagan las lácteas por litro y lo que el tambero necesita, que ronda los 20 centavos, una brecha que debe ser cubierta para que el sector no se resquebraje. Será la comercialización, que es la que gana siempre la que deba retrotraer los números y aportar, o simplemente el Estado deberá encargarse de sus compromisos asumidos y quizá deba volver a optar por las compensaciones, para cubrir ese salto necesario.
Los recuerdos son malos de lo que sucedió en 2008, acuerdos escondidos, pagos incumplidos que se repitieron en 2009, un fondo lechero perdido que se había generado por aquel precio de corte para las exportaciones. Es grande la carga negativa del sector, que quizá tenga en esta oportunidad el espacio para aclarar diferencias, desventajas; y oportunidades para poner de pie a la lechería de manera definitiva. Habrá que trabajar en políticas concretas, lejanas a las promesas o los planes incumplidos e irrelevantes a los que se aboca la Nación.
Es tiempo de seriedad, de apuestas y aportes, que parece que tanto productores como industrias se ven obligados a desarrollar para no perderse mutuamente. El Estado deberá dejar de intervenir distorsivamente y afrontar una situación de quiebre que será la que realmente pueda impulsar a uno de los grandes sostenes socio-económicos nacionales.
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