“El Gobierno tiene que dar una respuesta”, aseguró Carlos Garetto


En diálogo con LA OPINION, el titular de CONINAGRO confirmó la espera por un encuentro y un debate sobre las necesidades y posibilidades de resolver la crisis que cruza a todos los sectores productivos del campo.
Transcurrieron los siete días de cese de comercialización de granos y ganado en pie propuesto por la Comisión de Enlace; y ahora el campo, habiendo demostrado su influencia, más aún en una semana de altas cotizaciones de la soja y sin movimiento exportador, espera la ansiada convocatoria del Ministerio de Agricultura, pero para las cuatro entidades de manera conjunta.
“La lectura que nosotros hacemos funciona sobre la manera que se desarrolló la operatoria comercial, tanto en el mercado de granos, como en el ganado, fundamentalmente en el Mercado de Liniers, donde la operatoria fue prácticamente nula. Por otro lado los productores se han ido manifestando en diferentes asambleas y al costado de las rutas, lo cual ha sido más contundente en las zonas donde la situación está siendo más compleja, ya sea por el efecto de la sequía, o como lo que pasa en la provincia de Buenos Aires con la suba del Impuesto Inmobiliario que se ha transformado en confiscatorio”, detalló en diálogo con LA OPINION, Carlos Garetto, el presidente de CONINAGRO. Según su mirada y coincidiendo con los titulares de CRA, FAA y SRA, “todo esto va reflejando el malestar que hay, que en esta oportunidad fue sumando producciones regionales, que van perdiendo competitividad, sobre todo entre pequeños y medianos productores, que pueden quedar afuera del sistema productivo”.
Además de las economías más restringidas a regiones específicas, Garetto destacó que en el caso de la lechería, luego de la desaparición desde hace algunos años de miles de tamberos, se genera el fenómeno de la concentración, con lo cual la producción se sostiene o se va incrementando, pero ya no gracias al esfuerzo de los más pequeños, sino a través de grandes tambos. “Todo esto es consecuencia de una ecuación que no da y si el productor no logra escala, integrándose a un proceso de asociativismo no logra sostenerse y ahí aparece la posibilidad de quedarse fuera del sistema”. El análisis no puede escapar de la falta de equidad en cuanto a los pagos y los precios, un tema tantas veces mencionado en estas páginas, como tantas veces descontrolado. “Esta ecuación tiene un ingreso que depende de la formación de los precios, ya que hoy no están articulados los valores internacionales con los del mercado interno, como consecuencia de la intervención distorsiva del Estado, aunque sepamos que el precio es el mayor incentivo de la producción, por lo tanto estamos dejando allí un valor de referencia mucho menor de lo que quizá el mercado podría pagar”. Entonces a un menor valor pagado al productor, más allá que la cotización internacional permita, por más crisis que se atraviese ahora en el mundo, que sean mejores, multiplicado por un volumen de producción que ha sido menor este año a causa de la sequía, “lo coloca al productor en una situación realmente de quebranto, porque se suma por el lado de los costos de producción incrementos en los insumos, muchos de ellos atados al dólar o al petróleo, como agroquímicos, semillas, fertilizantes, combustibles, entre otros, que además de la presión impositiva, hacen que los productores no den más con la capacidad de pago y queda comprometida la sustentabilidad”.
No faltan quienes cuestionan la facturación del campo, pero seguramente no saben de riesgo económico y de apuesta financiera en cada campaña. Con el curso de los últimos años, la situación se complejiza. “Acá la problemática no ha sido como la de 2008, donde sólo había una confiscación sobre la renta de los granos, con las retenciones móviles, sino que se está afectando a toda la producción agropecuaria, las intensivas, a las economías regionales; y eso es lo que va engendrando esta situación de malestar que se está expresando”.
Santa Fe estuvo muy quieta a comparación de Buenos Aires, estos días, sin embargo el reclamo subyace entre los alambrados. Las asambleas en todas las regiones demostraron esos reclamos que la Comisión de Enlace contuvo y no encendió innecesariamente, sino que se encargó de “transmitir estos mensajes que vienen de los productores, donde el cese de comercialización fue un reclamo contundente que mantuvo una señal muy fuerte, hacia adentro del sector, así como hacia el Gobierno como una advertencia sobre los problemas que no están resueltos, que son importantes y que necesitan una respuesta, porque no hacen a las necesidades solamente del sector, sino que se tiene que ver como un motor importante de la economía de nuestros pueblos y al bienestar general, con la generación de más empleos y recursos”. Las entidades reclaman por “el amesetamiento de la producción”. Por eso, “si no se atienden los reclamos del sector, el malestar se va a acrecentar”.
Pero Garetto apuesta a la conciliación. “Esperemos que no tengamos que llegar a un punto más álgido y que de aquí en más se puedan debatir las repuestas que necesita el sector y que lleguen en tiempo y forma y podamos encausar a la producción por los carriles normales. El productor no quiere ir a la ruta, sino que quiere trabajar que es lo que sabe hacer. Por eso hay que dotarlo de esos instrumentos para no marginarlo, no excluirlo con un panorama incierto a futuro. Tiene que haber reglas de juego con más claridad, con más coherencia, especialmente a largo plazo, lo que es intrínseco al sector por los ciclos biológicos que trascienden a los gobiernos de turno. Hay que marcar cuáles son los objetivos y cómo se van instrumentando las medidas para alcanzar otra vez los buenos niveles de producción, de inversión, de empleo; y así una mejor distribución de los ingresos con más desarrollo”.

LAS CUATRO
El pedido de la Comisión de Enlace es que Yauhar cumpla con su función y atienda al sector, de manera conjunta, para que las decisiones puedan ser consensuadas.
La recepción de la demanda de parte del oficialismo se hace difícil. “Esto es cuestión de esperar, el Gobierno tiene que dar una respuesta para que los productores se sientan contenidos. Cabe ahora una etapa en la que podamos intercambiar inquietudes, propuestas, para no quedar en la protesta en sí”, asegura Carlos Garetto.
Es una etapa de evaluación, donde queda expuesto que el Gobierno es el responsable de destrabar todo esto, eso sí, sin creer que la verdad única está instalada de ese lado del pensamiento, sino a través de la comprensión de la complementación de miradas. El dirigente llamó a “consolidar algunas decisiones, tanto entre los productores, como en el propio Gobierno”, con lo cual se evite continuar con acciones de protesta y así “aportar claridad a la sociedad, en cuanto a remarcar que en la cadena están perdiendo los dos extremos , tanto el productor primario como el consumidor. Ahí hay una distorsión que hay que corregirla y la responsabilidad es de quien toma decisiones, que es el Gobierno de turno”, concluyó Garetto.

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