Ayer, el Subsecretario de Lechería se comunicó con los representantes de la producción para citarlos mañana a las 13 en el Ministerio de Agricultura, respondiendo a la solicitud luego de los bloqueos. Quizá Norberto Yauhar participe del encuentro en el que no hay demasiadas chances de conseguir una respuesta favorable a la necesidad de más precio.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Fue ayer cuando casi al filo del plazo que habían propuesto los tamberos el sábado para que la Nación convoque a una charla, sonó un teléfono para comunicar que el viernes a las 11:30 se iba a dar el encuentro solicitado. Parece que con la intención de generar expectativa, un llamado más trasladó la convocatoria para la hora 13 de mañana en la sede del Ministerio de Agricultura, para facilitar las posibilidades que en el encuentro que reunirá a todas las entidades representantes de productores, incluyendo a las 13 incluidas en la Mesa Nacional de Productores de Leche; y a las que siguen más vinculadas al Gobierno, a pesar del plegamiento a las medidas de fuerza recientes con apremio, también participe al menos por un momento Norberto Yauhar.
Será Haroldo Lebed, el secretario de Relaciones Institucionales y Emergencia, quien presida el encuentro en el cual será parte el subsecretario de Lechería, Jorge Videla.
HACIA ATRAS
Más allá del encuentro en el que se pretenderá desentrañar la posibilidad de mejorar el precio que se paga por litro de leche y que estuvo a punto de bajar si no hubiera sido por la tenacidad del reclamo que surgió espontáneamente en Suardi el jueves por la tarde.
Fue un gerente de Verónica el que provocó a los productores que no dudaron en bloquear esa planta, extendiéndose la medida a Williner y así a más de una decena de industrias dispersas en la principal cuenca lechera argentina.
Según los dirigentes de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, quienes hasta hace un mes estaban en contra de todo tipo de reacción u oposición visible, por la valoración del espacio cedido por la Subsecretaría de Lechería, la situación los superó y debieron ponerse del lado de la protesta, al igual que las cámaras de Córdoba; y el resto de sus anexas en La Pampa y Santiago del Estero.
Sin embargo, es sabido que el aval para desarrollar y sostener el reclamo a las industrias estuvo dado por el mismísimo Videla, quien libra desde hace un tiempo una puja de poder dentro de su ámbito. Fue él quien en una falta total de seriedad quiso instalar ante la consulta de este Diario que el mismo viernes al mediodía había presentado su renuncia, añadiendo posibles nombres de sucesores, al mismo tiempo que intentaba negociar con la industria y distribuía los mensajes de presión que le enviaban desde la Secretaría de Comercio Exterior.
Claramente la construcción de poder está detrás de esto, más aún si se tiene en cuenta los dichos internos de los conocidos como “tamberos K”, que como sucede dentro del Gobierno se preocupan más por lo que sale escrito en espacios como estos, que por lo cumplido efectivamente.
Videla deberá ahora ponerse a trabajar en la consecución de mejoras reales. Sabe que la industria no está en condiciones de aportar aumentos de precios, ya que en marzo no se llegó a sumar el siete por ciento indicado, entonces deberá gestionar con Guillermo Moreno un mejor reparto de las ganancias que siempre ostenta la cadena comercial y sobre todo los grandes supermercados, para evitar así que el Estado salga a aportar subsidios para los que ya no tiene más dinero. En el plano de las pymes, que no se expresaron en los últimos días, ya que muchas están bajando las liquidaciones por el deterioro de sus mercados, incluyendo las empresas de esta región, queda al descubierto la desatención de la condición de las más pequeñas, que fueron encantadas con mercados de exportación para apaciguar la expresión de necesidades y todo quedó en una simple prueba, para la cual las calidades y los productos no están preparados.
Además en el plano industrial; y también respondiendo a los cambios en las medidas estructurales que también reclaman los productores para ser solucionadas a corto plazo, deberá pensar en seguir creciendo en los mercados externos fuertes de la lechería nacional, sin ambiciones de ponerse a inventar intercambios comerciales que sean de prueba y no de ganancia.
Si bien la libertad comercial no existe en esta democracia, habría que generar una agilización de la extensión de los permisos de exportación que superan en todos los casos los 20 días de otorgamiento, demorando las transacciones.
EN CONCRETO
Hay algunos puntos a destacar sobre lo sucedido. Más allá que visualmente las entidades opuestas en los métodos y los discursos, pero no en la causa básica, se hayan juntado en el reclamo y en la diagramación de acciones, genera un marco de validación, tanto del pedido por los precios, así como de las tradiciones sectoriales. La Mesa Nacional de Productores de Leche se volvió a poner a la altura de las cámaras sectoriales vinculadas a la Subsecretaría, tanto por parte de los tamberos ubicados del otro lado, como del Gobierno, lo cual deja atrás todo tipo de desestimación hecha en la sucesión de eventos dada desde 2008. Además, la firma del acuerdo conjunto del sábado en la Sociedad Rural de Rafaela generó un anclaje mayor a ese reconocimiento institucional que durante mucho tiempo fue motivo de fogoneo en la lucha por el poder entre los tamberos, demostrando que salvo con la unidad de criterio, no hay peso suficiente para concretar pedidos.
El encuentro del sábado contó con la presencia de todos los sectores, incluso los autoconvocados que están lejos de tanta historia de desencuentros. “El hecho que ciertos productores que habían empezado con el reclamo, hayan manifestado que era necesario levantar la protesta llevó a que todos los sigan, pero con el compromiso que si no se da la recomposición en medio del alerta y movilización, se seguirá con la protesta”, aseguró a LA OPINION, Rubén Ferrero, el presidente de CRA que estuvo en el encuentro desarrollado en su institución madre.
Si bien las versiones del vertido y desecho de materia prima circularon, también se habló de la reasignación de litros a otras plantas no bloqueadas, que en definitiva marcaron a un reclamo desvirtuado que espera mañana encontrar al menos una primera instancia de acuerdo, aunque los industriales no estarán presentes, siendo el Gobierno el de la plena responsabilidad de solución.
Ferrero remarcó que “gracias a la protesta y a la movilización de los productores, de manera rápida, se logró revertir la idea que tenía la industria de llevar a la baja los precios. Pero nosotros tuvimos claro que eso no termina ahí y vamos a seguir reclamando por una recomposición de precios al productor lechero”, asegura con la firme convicción de intentar un logro que dé un tiempo de respiro, de cara a una ardua primavera más prolífica que recién determinaría en el inicio de 2013 el reajuste del mercado, por la falta de capacidades productivas que es lo que desarma a la cadena lechera nacional.
“Esta es una situación del sector lechero que no da para más, porque al estar cobrando 1,50 peso, cuando en abril del año pasado el productor estaba en 1,60, con todos los aumentos de costos de producción que hubo en el medio, e incluso los aumentos en los precios que el Gobierno le permitió a la industria sobre los productos en góndola”, remarcó el dirigente que ve situaciones críticas en todos los sectores del campo, donde “se nota que hay un enojo muy grande para seguir adelante con la protesta si no hay una recomposición a corto plazo”, subrayó Ferrero.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Fue ayer cuando casi al filo del plazo que habían propuesto los tamberos el sábado para que la Nación convoque a una charla, sonó un teléfono para comunicar que el viernes a las 11:30 se iba a dar el encuentro solicitado. Parece que con la intención de generar expectativa, un llamado más trasladó la convocatoria para la hora 13 de mañana en la sede del Ministerio de Agricultura, para facilitar las posibilidades que en el encuentro que reunirá a todas las entidades representantes de productores, incluyendo a las 13 incluidas en la Mesa Nacional de Productores de Leche; y a las que siguen más vinculadas al Gobierno, a pesar del plegamiento a las medidas de fuerza recientes con apremio, también participe al menos por un momento Norberto Yauhar.
Será Haroldo Lebed, el secretario de Relaciones Institucionales y Emergencia, quien presida el encuentro en el cual será parte el subsecretario de Lechería, Jorge Videla.
HACIA ATRAS
Más allá del encuentro en el que se pretenderá desentrañar la posibilidad de mejorar el precio que se paga por litro de leche y que estuvo a punto de bajar si no hubiera sido por la tenacidad del reclamo que surgió espontáneamente en Suardi el jueves por la tarde.
Fue un gerente de Verónica el que provocó a los productores que no dudaron en bloquear esa planta, extendiéndose la medida a Williner y así a más de una decena de industrias dispersas en la principal cuenca lechera argentina.
Según los dirigentes de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, quienes hasta hace un mes estaban en contra de todo tipo de reacción u oposición visible, por la valoración del espacio cedido por la Subsecretaría de Lechería, la situación los superó y debieron ponerse del lado de la protesta, al igual que las cámaras de Córdoba; y el resto de sus anexas en La Pampa y Santiago del Estero.
Sin embargo, es sabido que el aval para desarrollar y sostener el reclamo a las industrias estuvo dado por el mismísimo Videla, quien libra desde hace un tiempo una puja de poder dentro de su ámbito. Fue él quien en una falta total de seriedad quiso instalar ante la consulta de este Diario que el mismo viernes al mediodía había presentado su renuncia, añadiendo posibles nombres de sucesores, al mismo tiempo que intentaba negociar con la industria y distribuía los mensajes de presión que le enviaban desde la Secretaría de Comercio Exterior.
Claramente la construcción de poder está detrás de esto, más aún si se tiene en cuenta los dichos internos de los conocidos como “tamberos K”, que como sucede dentro del Gobierno se preocupan más por lo que sale escrito en espacios como estos, que por lo cumplido efectivamente.
Videla deberá ahora ponerse a trabajar en la consecución de mejoras reales. Sabe que la industria no está en condiciones de aportar aumentos de precios, ya que en marzo no se llegó a sumar el siete por ciento indicado, entonces deberá gestionar con Guillermo Moreno un mejor reparto de las ganancias que siempre ostenta la cadena comercial y sobre todo los grandes supermercados, para evitar así que el Estado salga a aportar subsidios para los que ya no tiene más dinero. En el plano de las pymes, que no se expresaron en los últimos días, ya que muchas están bajando las liquidaciones por el deterioro de sus mercados, incluyendo las empresas de esta región, queda al descubierto la desatención de la condición de las más pequeñas, que fueron encantadas con mercados de exportación para apaciguar la expresión de necesidades y todo quedó en una simple prueba, para la cual las calidades y los productos no están preparados.
Además en el plano industrial; y también respondiendo a los cambios en las medidas estructurales que también reclaman los productores para ser solucionadas a corto plazo, deberá pensar en seguir creciendo en los mercados externos fuertes de la lechería nacional, sin ambiciones de ponerse a inventar intercambios comerciales que sean de prueba y no de ganancia.
Si bien la libertad comercial no existe en esta democracia, habría que generar una agilización de la extensión de los permisos de exportación que superan en todos los casos los 20 días de otorgamiento, demorando las transacciones.
EN CONCRETO
Hay algunos puntos a destacar sobre lo sucedido. Más allá que visualmente las entidades opuestas en los métodos y los discursos, pero no en la causa básica, se hayan juntado en el reclamo y en la diagramación de acciones, genera un marco de validación, tanto del pedido por los precios, así como de las tradiciones sectoriales. La Mesa Nacional de Productores de Leche se volvió a poner a la altura de las cámaras sectoriales vinculadas a la Subsecretaría, tanto por parte de los tamberos ubicados del otro lado, como del Gobierno, lo cual deja atrás todo tipo de desestimación hecha en la sucesión de eventos dada desde 2008. Además, la firma del acuerdo conjunto del sábado en la Sociedad Rural de Rafaela generó un anclaje mayor a ese reconocimiento institucional que durante mucho tiempo fue motivo de fogoneo en la lucha por el poder entre los tamberos, demostrando que salvo con la unidad de criterio, no hay peso suficiente para concretar pedidos.
El encuentro del sábado contó con la presencia de todos los sectores, incluso los autoconvocados que están lejos de tanta historia de desencuentros. “El hecho que ciertos productores que habían empezado con el reclamo, hayan manifestado que era necesario levantar la protesta llevó a que todos los sigan, pero con el compromiso que si no se da la recomposición en medio del alerta y movilización, se seguirá con la protesta”, aseguró a LA OPINION, Rubén Ferrero, el presidente de CRA que estuvo en el encuentro desarrollado en su institución madre.
Si bien las versiones del vertido y desecho de materia prima circularon, también se habló de la reasignación de litros a otras plantas no bloqueadas, que en definitiva marcaron a un reclamo desvirtuado que espera mañana encontrar al menos una primera instancia de acuerdo, aunque los industriales no estarán presentes, siendo el Gobierno el de la plena responsabilidad de solución.
Ferrero remarcó que “gracias a la protesta y a la movilización de los productores, de manera rápida, se logró revertir la idea que tenía la industria de llevar a la baja los precios. Pero nosotros tuvimos claro que eso no termina ahí y vamos a seguir reclamando por una recomposición de precios al productor lechero”, asegura con la firme convicción de intentar un logro que dé un tiempo de respiro, de cara a una ardua primavera más prolífica que recién determinaría en el inicio de 2013 el reajuste del mercado, por la falta de capacidades productivas que es lo que desarma a la cadena lechera nacional.
“Esta es una situación del sector lechero que no da para más, porque al estar cobrando 1,50 peso, cuando en abril del año pasado el productor estaba en 1,60, con todos los aumentos de costos de producción que hubo en el medio, e incluso los aumentos en los precios que el Gobierno le permitió a la industria sobre los productos en góndola”, remarcó el dirigente que ve situaciones críticas en todos los sectores del campo, donde “se nota que hay un enojo muy grande para seguir adelante con la protesta si no hay una recomposición a corto plazo”, subrayó Ferrero.
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