Luego de dos días de bloqueos, con mucha leche perdida en Suardi y la producción frenada en más de diez plantas industriales, se definió en la tarde de ayer pausar la protesta para dar lugar a una convocatoria del Ministerio de Agricultura en siete días para tratar las posibles subas de precios.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Una jornada más con los tamberos al frente de un reclamo que no pasó sólo con el restablecimiento de los precios, quedando igual que en las liquidaciones de mayo, revirtiéndose en la noche del viernes la baja de cinco centavos que las industrias habían implementado.
Fue en la mañana de ayer que el Centro de la Industria Lechera oficializó en un comunicado que “con el ánimo de no afectar el normal desenvolvimiento de la cadena productiva láctea y no resentir el normal abastecimiento de los consumidores argentinos y el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos, las empresas asociadas, a pesar de sus resultados comerciales negativos, han decidido reiterar para el mes de junio los mismos precios abonados por la materia prima en el mes de mayo próximo pasado”. La definición se originó en presiones desde la Secretaría de Comercio Interior, para evitar problemas mayores, ya directamente relacionados con la omnipotencia del Estado Nacional.
Más allá de la reimpresión de las facturas a ser cobradas por los productores, fue en cada uno de los bloqueos que se expresó verbal y activamente la voluntad de seguir firmemente el pedido de una mejora en los precios por litro, que vienen relegados desde hace meses, ya que hace un año en los tambos se perciben los mismos valores.
Actualmente en nuestra zona la oscilación promedia 1,50 peso por unidad de medida de leche cruda; y es a mejorar ese aspecto financiero que apunta la dirigencia tambera.
Esta es una protesta que venía esperando un año. Fue en abril de 2011 cuando comenzaron los primeros movimientos de los productores para pedir una mejora en el precio, por la proyección de crecimiento productivo que termina impactando en la menor liquidación en los tambos. No hubo oportunidades de encuentro con el mediador, que debe ser el Gobierno, la industria siempre expresó la imposibilidad de generar el espectro de mejoras, mientras tanto la comercialización se sigue llevando la ganancia más importante de la cadena productiva, donde sigue impactando positivamente el piso del 14 por ciento de aumento que llevan autorizados los lácteos en lo que va del año, cuestión que bien conocen los consumidores.
Al haber surgido el reclamo de forma espontánea, desbordando cualquier intención política, institucional, la convicción es mucha, la intensidad del reclamo sigue firme y el efecto en las empresas es el esperado por los productores, haciendo valer la fundamental participación de la materia prima en la cadena.
Traduciéndose en realidades y por ser una de las primeras bloqueadas, como Verónica, que ayer además de Suardi sumó la planta de Lehmann, Sucesores de Alfredo Williner comunicó ayer que “a más de 48 horas del inicio del bloqueo la empresa tiene colmada su capacidad de transporte de la leche recolectada en los tambos, siendo imposible ingresarla a su planta principal y la derivación a otras plantas, incluso de otras empresas lácteas, atento a la generalización del conflicto de bloqueos de plantas. De la misma manera, estamos imposibilitados de abastecer el mercado consumidor”.
Además de confirmar los precios que venían rigiendo, la empresa indicó que “ante la continuación del bloqueo reclamará a los responsables de tales actos los cuantiosos daños y perjuicios que producen al interferir en el normal funcionamiento de sus plantas”. “Ante la imposibilidad del ingreso y procesamiento de materia prima, la empresa se ve imposibilitada de retirar y adquirir la producción de los tambos, siendo ello responsabilidad de quienes impiden tal operatoria”. Finalmente remarcaron, coincidiendo con las intenciones de otras empresas que existe una convicción de “abonar a nuestros productores el mejor precio posible y en la fecha de pago correspondiente, porque entendemos que lo merecen por su esfuerzo y dedicación, política que no abandonaremos aunque haya quienes no lo entiendan o consideren así”.
Este riesgo de intimaciones enfrentan los tamberos, quienes precisamente en inmediaciones de las instalaciones de Saputo en nuestra ciudad, recibieron en el bloqueo a un escribano, que luego de constatar la afección de un grupo de vecinos por el humo de las gomas quemadas, los intimó a modificar la exteriorización del reclamo; y subyacen los diversos reclamos judiciales.
A esto se añade que en la madrugada del sábado, un tambero que se trasladaba hacia San Guillermo, falleció en un accidente de tránsito en Monte Oscuridad. El riesgo que existe para quienes pasan las horas frente a las plantas es constante, ya que también en esa vigilia, con poca luz frente a Williner, el conductor de una camioneta Nissan, llevó por delante la hilera de conos que separa las manos de la Ruta 70 en Bella Italia, sin contarse en oportunidad de esta protesta, a diferencia de otras, sin presencia de la Policía de Seguridad Vial, en ningún horario.
PAUSA
Fue con el arrastre de dos días de reclamo, sin haber cumplido con el deseo del no renunciado Subsecretario de Lechería de ir a un encuentro en San Francisco pasada la hora una del inicio del sábado; y con algunos logros importantes conseguidos que los representantes de los productores se reunieron frente a Williner para empezar a acordar un encuentro más ampliado que a partir de la hora 14 se desarrollaría en la Sociedad Rural de Rafaela, para poder elaborar el petitorio.
La llegada a la entidad de representantes de todos los más de diez piquetes existentes en la región, se inició un debate sobre las condiciones y posibilidades de continuar adelante con las medidas de fuerza.
Fueron los representantes de Suardi, quienes iniciaron la protesta, quienes plantearon el desecho de miles de litros, luego de tres días de acciones, lo cual motivó a pensar de otra manera la forma de exponer el pedido por la desactualización del precio.
En ese encuentro debían estar Jorge Videla; y el titular del CIL, Miguel Paulón, sin embargo, por demoras y desinteligencias en la convocatoria, la reunión quedó entre tamberos. Fueron más de dos horas en las que terminaron legitimados el pedido, pero al mismo tiempo la Mesa Nacional de Productores de Leche, que tan denostada había sido en los últimos dos años.
Allí con la firma de las entidades representantes de MNPL, como fue el caso de la Sociedad Rural de Rafaela, del Distrito XII de Federación Agraria Argentina, además de la representación de Carsfe; así como con la presencia del presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Rubén Ferrero, integrante lógico de la institución que recibió a unos 40 dirigentes, se sumaron los acuerdos de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, la Cámara de Productores de Leche de Córdoba, de Santiago del Estero, La Pampa; y la Asociación de Entre Ríos.
En un comunicado se formalizó la suspensión de los bloqueos a la espera de la convocatoria dentro de los próximos siete días para tratar el tema pendiente de la suba de precio; y en un lapso de 30 días para actuar sobre la coyuntura compleja nacional, según pudo saber como único medio presente LA OPINION.
Recordando el incumplimiento de la suba del siete por ciento dispuesta por Guillermo Moreno en marzo, el mismo funcionario que ejerció sus presiones para que las empresas volvieran atrás con la decisión de baja que desató en Suardi todo el conflicto que superó las 48 horas, los tamberos remarcaron que “en función de las negociaciones mantenidas durante las horas del conflicto y como consecuencia de los comunicados del Centro de Industria Lechera y de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, donde manifiestan el sostenimiento de los precios que fueron pagados en el mes de mayo, las entidades se ponen a disposición de la convocatoria del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de La Nación, para definir e implementar en un plazo de siete días la recomposición del precio de la leche cruda a partir del mes de julio, y un plazo de 30 días para los temas estructurales oportunamente planteados que originaron esta protesta”.
Entendiendo que la negociación requiere salir del marco de las presiones, se resolvió entonces “la suspensión temporal de las manifestaciones frente a las industrias”, por lo que no se descarta que de no cumplirse los plazos se retorne con mayor fervor al reclamo activo, que oportunamente se resuelvan.
De todos modos, fue inevitable ver en la negociación la influencia política de ciertos sectores, que afortunadamente y por la voluntad de sus afiliados, debieron dejar fuera del portón de la avenida Brasil las diferencias que desde 2008 habían comenzado a dividir a la lechería. Esto no quiere decir que esté todo olvidado y resuelto, sino que con los encuentros que deberán darse en lo próximo, la necesidad de confluencia de criterios desde la producción para el planteo ante la industria; y una justa mediación estatal, quizá se llegue al intento de recuperar la fortaleza de la lechería, para que la alternativa más segura del sector no sea la agricultura; y así preservar una actividad genuina nacional y con toda la calidad de lo producido en este país, tan golpeado, pero que afortunadamente nunca se rinde.
Que sea todo por el bien de los necesitados productores, la preocupada industria; y un Gobierno que sepa calmar las tensiones propias y sectoriales.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Una jornada más con los tamberos al frente de un reclamo que no pasó sólo con el restablecimiento de los precios, quedando igual que en las liquidaciones de mayo, revirtiéndose en la noche del viernes la baja de cinco centavos que las industrias habían implementado.
Fue en la mañana de ayer que el Centro de la Industria Lechera oficializó en un comunicado que “con el ánimo de no afectar el normal desenvolvimiento de la cadena productiva láctea y no resentir el normal abastecimiento de los consumidores argentinos y el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos, las empresas asociadas, a pesar de sus resultados comerciales negativos, han decidido reiterar para el mes de junio los mismos precios abonados por la materia prima en el mes de mayo próximo pasado”. La definición se originó en presiones desde la Secretaría de Comercio Interior, para evitar problemas mayores, ya directamente relacionados con la omnipotencia del Estado Nacional.
Más allá de la reimpresión de las facturas a ser cobradas por los productores, fue en cada uno de los bloqueos que se expresó verbal y activamente la voluntad de seguir firmemente el pedido de una mejora en los precios por litro, que vienen relegados desde hace meses, ya que hace un año en los tambos se perciben los mismos valores.
Actualmente en nuestra zona la oscilación promedia 1,50 peso por unidad de medida de leche cruda; y es a mejorar ese aspecto financiero que apunta la dirigencia tambera.
Esta es una protesta que venía esperando un año. Fue en abril de 2011 cuando comenzaron los primeros movimientos de los productores para pedir una mejora en el precio, por la proyección de crecimiento productivo que termina impactando en la menor liquidación en los tambos. No hubo oportunidades de encuentro con el mediador, que debe ser el Gobierno, la industria siempre expresó la imposibilidad de generar el espectro de mejoras, mientras tanto la comercialización se sigue llevando la ganancia más importante de la cadena productiva, donde sigue impactando positivamente el piso del 14 por ciento de aumento que llevan autorizados los lácteos en lo que va del año, cuestión que bien conocen los consumidores.
Al haber surgido el reclamo de forma espontánea, desbordando cualquier intención política, institucional, la convicción es mucha, la intensidad del reclamo sigue firme y el efecto en las empresas es el esperado por los productores, haciendo valer la fundamental participación de la materia prima en la cadena.
Traduciéndose en realidades y por ser una de las primeras bloqueadas, como Verónica, que ayer además de Suardi sumó la planta de Lehmann, Sucesores de Alfredo Williner comunicó ayer que “a más de 48 horas del inicio del bloqueo la empresa tiene colmada su capacidad de transporte de la leche recolectada en los tambos, siendo imposible ingresarla a su planta principal y la derivación a otras plantas, incluso de otras empresas lácteas, atento a la generalización del conflicto de bloqueos de plantas. De la misma manera, estamos imposibilitados de abastecer el mercado consumidor”.
Además de confirmar los precios que venían rigiendo, la empresa indicó que “ante la continuación del bloqueo reclamará a los responsables de tales actos los cuantiosos daños y perjuicios que producen al interferir en el normal funcionamiento de sus plantas”. “Ante la imposibilidad del ingreso y procesamiento de materia prima, la empresa se ve imposibilitada de retirar y adquirir la producción de los tambos, siendo ello responsabilidad de quienes impiden tal operatoria”. Finalmente remarcaron, coincidiendo con las intenciones de otras empresas que existe una convicción de “abonar a nuestros productores el mejor precio posible y en la fecha de pago correspondiente, porque entendemos que lo merecen por su esfuerzo y dedicación, política que no abandonaremos aunque haya quienes no lo entiendan o consideren así”.
Este riesgo de intimaciones enfrentan los tamberos, quienes precisamente en inmediaciones de las instalaciones de Saputo en nuestra ciudad, recibieron en el bloqueo a un escribano, que luego de constatar la afección de un grupo de vecinos por el humo de las gomas quemadas, los intimó a modificar la exteriorización del reclamo; y subyacen los diversos reclamos judiciales.
A esto se añade que en la madrugada del sábado, un tambero que se trasladaba hacia San Guillermo, falleció en un accidente de tránsito en Monte Oscuridad. El riesgo que existe para quienes pasan las horas frente a las plantas es constante, ya que también en esa vigilia, con poca luz frente a Williner, el conductor de una camioneta Nissan, llevó por delante la hilera de conos que separa las manos de la Ruta 70 en Bella Italia, sin contarse en oportunidad de esta protesta, a diferencia de otras, sin presencia de la Policía de Seguridad Vial, en ningún horario.
PAUSA
Fue con el arrastre de dos días de reclamo, sin haber cumplido con el deseo del no renunciado Subsecretario de Lechería de ir a un encuentro en San Francisco pasada la hora una del inicio del sábado; y con algunos logros importantes conseguidos que los representantes de los productores se reunieron frente a Williner para empezar a acordar un encuentro más ampliado que a partir de la hora 14 se desarrollaría en la Sociedad Rural de Rafaela, para poder elaborar el petitorio.
La llegada a la entidad de representantes de todos los más de diez piquetes existentes en la región, se inició un debate sobre las condiciones y posibilidades de continuar adelante con las medidas de fuerza.
Fueron los representantes de Suardi, quienes iniciaron la protesta, quienes plantearon el desecho de miles de litros, luego de tres días de acciones, lo cual motivó a pensar de otra manera la forma de exponer el pedido por la desactualización del precio.
En ese encuentro debían estar Jorge Videla; y el titular del CIL, Miguel Paulón, sin embargo, por demoras y desinteligencias en la convocatoria, la reunión quedó entre tamberos. Fueron más de dos horas en las que terminaron legitimados el pedido, pero al mismo tiempo la Mesa Nacional de Productores de Leche, que tan denostada había sido en los últimos dos años.
Allí con la firma de las entidades representantes de MNPL, como fue el caso de la Sociedad Rural de Rafaela, del Distrito XII de Federación Agraria Argentina, además de la representación de Carsfe; así como con la presencia del presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Rubén Ferrero, integrante lógico de la institución que recibió a unos 40 dirigentes, se sumaron los acuerdos de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, la Cámara de Productores de Leche de Córdoba, de Santiago del Estero, La Pampa; y la Asociación de Entre Ríos.
En un comunicado se formalizó la suspensión de los bloqueos a la espera de la convocatoria dentro de los próximos siete días para tratar el tema pendiente de la suba de precio; y en un lapso de 30 días para actuar sobre la coyuntura compleja nacional, según pudo saber como único medio presente LA OPINION.
Recordando el incumplimiento de la suba del siete por ciento dispuesta por Guillermo Moreno en marzo, el mismo funcionario que ejerció sus presiones para que las empresas volvieran atrás con la decisión de baja que desató en Suardi todo el conflicto que superó las 48 horas, los tamberos remarcaron que “en función de las negociaciones mantenidas durante las horas del conflicto y como consecuencia de los comunicados del Centro de Industria Lechera y de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, donde manifiestan el sostenimiento de los precios que fueron pagados en el mes de mayo, las entidades se ponen a disposición de la convocatoria del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de La Nación, para definir e implementar en un plazo de siete días la recomposición del precio de la leche cruda a partir del mes de julio, y un plazo de 30 días para los temas estructurales oportunamente planteados que originaron esta protesta”.
Entendiendo que la negociación requiere salir del marco de las presiones, se resolvió entonces “la suspensión temporal de las manifestaciones frente a las industrias”, por lo que no se descarta que de no cumplirse los plazos se retorne con mayor fervor al reclamo activo, que oportunamente se resuelvan.
De todos modos, fue inevitable ver en la negociación la influencia política de ciertos sectores, que afortunadamente y por la voluntad de sus afiliados, debieron dejar fuera del portón de la avenida Brasil las diferencias que desde 2008 habían comenzado a dividir a la lechería. Esto no quiere decir que esté todo olvidado y resuelto, sino que con los encuentros que deberán darse en lo próximo, la necesidad de confluencia de criterios desde la producción para el planteo ante la industria; y una justa mediación estatal, quizá se llegue al intento de recuperar la fortaleza de la lechería, para que la alternativa más segura del sector no sea la agricultura; y así preservar una actividad genuina nacional y con toda la calidad de lo producido en este país, tan golpeado, pero que afortunadamente nunca se rinde.
Que sea todo por el bien de los necesitados productores, la preocupada industria; y un Gobierno que sepa calmar las tensiones propias y sectoriales.
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