Fernando Calcha pidió "de manera inmediata" ordenar a la lechería

Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Luego de recibir a las autoridades, de colocar una ofrenda floral en el busto de San Martín ubicado sobre el ingreso a la gerencia, Fernando Calcha, como presidente de la Sociedad Rural de Rafaela encabezó el acto inaugural, en una tribuna completa y una pista que exhibió a los mejores ejemplares Holando del país.
Además de repasar en sus palabras todas las acciones institucionales desarrolladas este año, aclaró que “llevar la muestra adelante este año ha significado un inmenso esfuerzo”, teniendo en cuenta la baja del segundo predio para la maquinaria y las dinámicas, por los "tiempos muy duros debido al cierre de las importaciones y los estragos de la sequía", pero con el aporte de cada expositor "retomamos con más empuje la organización general y salimos adelante”.
Aludiendo a la sexta vez en la historia que la ExpoRural es la sede de la Fiesta Nacional del Holando, el titular de la entidad citó “la evolución que el sector agropecuario ha tenido en la última década, aunque debemos reconocer que de haberse generado condiciones políticas adecuadas el desarrollo hubiese sido mucho mayor para todo el país. Aún así los productores no hemos bajado los brazos”.
Celebrando la tardía reapertura de exportación de trigo y maíz, y la idea de agregar valor en origen, “debemos encontrar suficientes mercados para comercializar esos productos de manera que la sobreoferta no afecte el valor interno”. 
Para Calcha, ante todo, “necesitamos funcionarios que escuchen los reclamos que nuestro sector hace repetidamente con fundamentos sólidos y datos totalmente comprobables. Necesitamos funcionarios que trabajen por la comunidad, que entiendan que nuestras protestas no son mezquinas sino que por el contrario, son el resultado de no haber atendido los problemas en el momento oportuno y con la seriedad requerida”. 
El conflicto lechero fue clave. “Aún escuchamos el eco del sonido de las cañillas abriéndose para tirar leche. Acción totalmente impensada hace unos años atrás, consecuencia directa de tener funcionarios que no entendieron ni se comprometieron lo suficiente con el sector cuando desde hace más de treinta años reclamamos una política lechera seria, previsible y sustentable”. Hablando de la asamblea de hace una semana señaló, “ver lágrimas en las miradas decepcionadas de productores, tamberos, y empleados que después de tanto sacrificio debieron tirar la leche, es una imagen que quienes nos consideramos dirigentes no debemos olvidar jamás, convirtiéndolas en el motivo y motor principal para que tengamos definitivamente una lechería ordenada, con crecimiento sostenido, que fortalezca a los pueblos del interior”. Pero sin modificación “sólo veremos tambos que seguirán cerrándose, productores que cambiarán de actividad, pueblos desangrándose, una altísima migración rural y como resultado final un interior cada vez más pobre”. Sostener esto y buscar soluciones es entender que “detrás de cada reclamo hay una forma de vivir y trabajar donde la palabra sigue siendo el valor más importante”. 
Para quienes se den por aludidos Calcha remarcó, “no queremos aceptar, admitir ni tolerar del Gobierno la aparente compra de voluntades en pos de salvar cargos políticos. Con profundo pesar vimos cómo personas endebles y oportunistas se inclinaron hacia el lado del poder, renegando y desconociendo el terrible sacrificio que hacían sus pares al derramar la leche”. 
Recordando que las propuestas de la producción “las tienen todos los funcionarios en su despacho y sólo resta lograr la voluntad política para llevarlas adelante”, citó que en una década sólo se creció diez por ciento, pero con una sobreoferta interna por desmanejos políticos.
“La protesta de la semana pasada no fue para ganar más, sino para perder menos, fue porque los costos ya no se cubren. Fue, en definitiva, para sobrevivir como tamberos”, una tarea que quienes la hacen la sienten y en el ahogo “el tiempo se agota”. 
Su pedido fue concreto. “Apelo a la voluntad política para instrumentar de manera inmediata las herramientas necesarias para tener una lechería ordenada y sustentable”, como debe regir en todos los sectores que van alternando crisis. 
Admitió que “2012 definitivamente será un año duro”, sostuvo que “el Estado no acompaña, divide, neutraliza y sólo se acuerda de la producción cuando las necesidades fiscales lo apremian", citando a la Provincia por el definitivo logro de un “impuesto inmobiliario más real, al menos en relación al proyecto original de ley”.
Pero hay un planteo de fortaleza en la acción gremial, de asociatividad y lucha compartida.
Ante la ausencia del diputado nacional Omar Perotti; y la inmutabilidad de Luis Castellano, expresó “a la Municipalidad de Rafaela le agradecemos la oportunidad del trabajo compartido y deseamos profundizar el diálogo en pos del entendimiento de la problemática del sector, acompañándonos en los reclamos ante el Gobierno provincial y nacional”.
Con mejor cara Bonfatti escuchó, “le reconocemos su voluntad de diálogo y creemos muy necesario insistir ante la Nación en el reclamo de la justa coparticipación para Santa Fe y la posibilidad de volver a generar los créditos tamberos anuales”.
Fue para la Nación el párrafo final, “queremos expresarle que hay que tener coraje y valor para pararse y hablar, pero mucho más aún para sentarse y atentamente escuchar”.

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