Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Cerca de las tres de la madrugada de ayer comenzaron a sonar los teléfonos en todos los bloqueos. Los mensajes desencajaron el ánimo de todos, había que levantar la protesta para no tener mejor precio.
La convocatoria del Ministerio de la Producción de Santa Fe se había hecho y así es que durante unas seis horas se dirimió la situación, mientras los productores seguían frente a 26 plantas, e incluso en Freyre se negociaba con la condición de dejar terminar el encuentro que tenía lugar en Rosario. La Mesa Nacional de Productores de Leche llevó a sus referentes locales, Fernando Calcha, Gustavo Vionnet, Daniel Oggero y Gustavo Colombero, mientras que los reconfirmados “tamberos K” se sentaban ante el Centro de la Industria Lechera, la JIPL, Apymel; y el Subsecretario de Lechería de la Nación, con Oscar Poi, Darío Dell´Erba y Marcelo Aimaro por la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe; y por la Cámara de Productores de Leche de Santa Fe, Pablo D´Angelo, Alejandro Leveratto; y Diego Manavella.
Con la misma prepotencia que se había visto en el Congreso de Lechería Latina en Córdoba el año anterior en su trato con Apymel durante la exposición, el segmento ligado al Gobierno tomó similar actitud con el presidente de la MNPL, Julio Aimar y sus técnicos Manuel Ocampo y Máximo Russ, que concurrieron para colaborar y fueron rechazados y maltratados, lo cual como un error lo admitió Poi, pero justificado en un “malestar y mala predisposición para poder empezar a negociar”. Estos hombres de gran trayectoria en la lechería debieron salir por otra puerta, diferente a la de su ingreso para ser resguardados de otras posibles agresiones.
En ese clima se empezó a tratar. La oferta incial industrial fue la del mantenimiento de precios hasta fin de año, hubo negativa santafesina y se pidió que junto al Estado se entreguen como “a cuenta” 15 centavos más por litro, que al momento de conocerse los resultados del análisis de rentabilidad que encabezó el Ministerio de Economía de la Nación y la AFIP. Hubo cuarto intermedio y al regreso la negativa hizo que el clima se enrareciera y fue allí que Pablo D´Angelo de Caprolec se comprometió a firmar el mantenimiento de precios. Pero la mayor sorpresa fue que al momento de terminar el encuentro, Oscar Poi tuvo la misma postura.La firma selló el destino inmediato de los tamberos que a las 10 de ayer se reunirían en la Sociedad Rural de Rafaela para conocer todo lo sucedido.Vionnet, Calcha, Oggero, Colombero e incluso Carlos Baravalle, director del Distrito II de FAA, que estuvo coordinando bloqueos en Córdoba relataron todo y añadieron sensaciones.“Estábamos pidiendo perder menos”, dijo el titular de la Sociedad Rural de Las Colonias, que reconoció sentir “vergüenza por lo que había pasado, mientras ustedes (por los tamberos) nos pedían unión”. Pero en este retroceso quedaron al descubierto las funciones e intenciones de cada uno, siendo la primera vez que en persona se determina un acuerdo de partes traicionando la voluntad tambera.Colombero reconoció la gestión de quienes estuvieron en la reunión de Rosario, surgió un aplauso entre los 150 tamberos presentes y a pesar de haber quedado “con las manos vacías”, como sostuvo Oggero, “tenemos la tranquilidad de haber defendido la postura de los piquetes”, asemejándose a las palabras de Baravalle que se mezclaron con lágrimas de indignación, al igual que sucedió con muchos de esos hombres que pasaron cuatro días y noches pidiendo por una mejora.
LO DETERMINADO
El acta que se formalizaría el próximo martes ante Norberto
Yauhar, expresa que “los representantes de la Producción acuerdan el
mantenimiento de los precios de los sólidos pagados en mayo de 2012, hasta fin
de año, expresados como precio mínimo , por parte de las empresas que se
encuentren en condiciones de hacerlo y las restantes , en la medida que se les
facilite la gestión financiera por parte de los estados Provinciales y
Nacionales”. “Se asume el compromiso por parte del estado
Nacional de gestionar los recursos necesarios que se darán como anticipo a la
producción. Luego de finalizado el estudio de la competitividad de la cadena
Láctea, los mismo quedaran como aportes no reintegrables a la producción”.
En tanto, con el levantamiento de bloqueos “el sector
industrial se compromete a no realizar ninguna represalia comercial y a retirar
toda denuncia a aquellos productores asociados que han participado de este
conflicto, sin que esto genere un precedente a futuro”.
Es remarcable que el pago de esos sólidos, en una primavera
inmediata de mucha mayor producción, harán que se crezca en volumen pero se
baje en ese componente que inevitablemente bajará el total en las liquidaciones
y así se retroceda en todos los esfuerzos, con un cálculo inicial de retracción
del ocho por ciento.
LA OTRA VOZ
Oscar Poi relató a LA OPINION el mismo desencadenamiento de
la reunión en Rosario, incluyendo que al momento de definirla, “tomé posición
por los productores de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe”. Reconocer
la responsabilidad de una firma va más allá de lo que el acto en sí es, ya que
existe una aceptación de “los riesgos que se corren con este acuerdo”. La
primavera ordenará naturalmente el alza en cantidad producida, la baja de los
precios en inversa proporción y así de nada habrá servido el esfuerzo cumplido
en estos cuatro días.
El presidente de Meprolsafe dice haber tirado unos 40 mil
litros de leche; y a pesar de esperar que “el tiempo va a dar la razón”, no
pudo eludir la reflexión más temida. “No logramos nada por todo lo que se
invirtió”, aludiendo al desperdicio de la materia prima, al dinero que se fue
en cada zanja; y más aún si se tiene en cuenta que el que se empezó a cursar es
un semestre muy complejo para todo el sector. Su manera de interpretar esta
salida que indudablemente deteriorará a muchos productores en lo inmediato es
que al no haber posibilidad de mejorar el pago por parte de la industria; y sin
fondos del Gobierno, que no puso nada porque ya no tiene en una economía desfasada,
no había escapatoria más que la rúbrica.
Con una lógica poco entendible, el Subsecretario aportó lo
ínfimo y llegó a mencionar una posibilidad lejana de llegar a compensar, por
ejemplo a las pymes, ahogadas por la política comercial impuesta por el Estado,
más allá que el estudio de competitividad de la cadena que estaría listo en los
próximos 60 días, arroje una variable positiva para los tamberos, los
productores saben que están atados al precio hasta fin de año. En un país donde
todo sube, incluyendo inflación y consecuentemente los salarios por sobre el 20 por ciento anual, los
tamberos seguirán estancados en las mismas cifras que hace más de un año y
medio.
CONFLICTO
En un clima mucho más calmo que el esperado, la asamblea
incluyó las visiones de los productores que estuvieron frente a las diferentes
plantas. Se mencionó una nueva “traición”, luego de aquel desacople cuando
Roberto Socín, hoy funcionario, conducía Meprolsafe, lo cual se replicó ayer.
Quien lo nombró recordó haber sido perseguido por la AFIP por hablar de esos
temas, respuesta aplicada por los empleados de la Subsecretaría que deberían
responder a los tamberos, en vez de atacarlos.
Se coincidió en el fortalecimiento de la causa tambera, en
quitar apoyo a las entidades que ya no los representan y sumar para las que sí.
Más lucha y menos precio vuelve a ser parte de la
cotidianeidad de un sector que perdió por todos su costados, con millones de
litros desechados y esfuerzos ninguneados, sobre todo por el Estado que debería
contener las crisis.
Mal de muchos para salvar un cargo
El análisis de lo sucedido se tiene que llevar a poco más de
un mes atrás. El bloqueo que había surgido espontáneamente en Suardi, cuando se
anunció la intención de baja de cinco centavos por mes, intentó frenarse sin
efecto positivo por parte de los “tamberos K” que reafirmaron anoche esta
denominación. Cuando no se pudo contener la situación, el retorno al diálogo
con el resto de las entidades tamberas generó suspicacias, que intentaron
perdonarse con bastante diálogo. Antes de levantarse aquella medida en estas
páginas se mencionaba otra intencionalidad detrás de tanto apoyo a la causa de
la MNPL, era con los llamados de aliento a la medida de fuerza que el
Subsecretario de Lechería apostaba por una reducción del conflicto para seguir
en su cargo. Se logró aquel 7 de julio de manera insólita, quienes la habían
iniciado, querían concluirla antes de tirar leche, pero con condiciones de
mejorar los pagos. Allí la salida se dio con cierta desconfianza. Llegaron los
plazos a la industria y al Gobierno, quien los corrió a su antojo, dándose
tiempo para rearmar estrategias; y fue
así que en la asamblea de Nuevo Torino las palabras desde Meprolsafe se
notaron más que desde el Salón Centenario de la Rural, para organizar lo que
fue la protesta de esta semana.
Claro que los productores condujeron el reclamo con su
actitud y voluntad, pero pareciera que todo estaba estipulado para que en el
primer encuentro real de negociación se quiebre la relación que parecía que los
“tamberos K” estaban dispuestos a recomponer, con revisión de acciones pasadas
incluídas. No fue así, para salvar a Jorge Videla y su grupo de trabajo, por
motivos particulares, Pablo D´angelo y Oscar Poi parecieron acceder a la firma
con el CIL, la Junta Intercooperativa, Apymel, el mismo Subsecretario y el
Ministro de Agricultura de Córdoba, dejando de lado a todas las entidades de la
MNPL, a todos sus tamberos representados, e incluso al Ministerio de la
Producción de Santa Fe, que había convocado al encuentro en su sede de Rosario.
Así, Videla que era quien negaba enfáticamente en mayo la
crisis sectorial, terminó como el héroe del levantamiento de los bloqueos, sin
haber aportado solución real alguna, aunque así se quiera manifestar en muchos
medios de comunicación que no siguieron el conflicto de ningún modo y que
desconocen por completo la problemática de este sector. Su fortalecimiento no
hará más que darle aire para seguir ubicado en una posición donde se deberá
respirar profundo para llegar a diciembre y salir ileso, no sólo por la crisis
internacional, sino por este anclaje de precios, por las trabas comerciales y
por los desmanejos políticos de siempre.
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