El campo, en medio de una política equivocada

Rubén Ferrero, el titular de CRA, advirtió que "aunque esta sea la política que se está llevando adelante, no quiere decir que sea la correcta”, en referencia al marco en el que se desarrolla la producción nacional. En medio de los rumores de un paro comercial, el dirigente rafaelino coincide con Garetto, en que no se puede sostener por mucho tiempo, por la necesidad de muchos productores de no endeudarse.

Por Elida Thiery (redacción LA OPINION). - El viernes pasado, la Comisión de Enlace cumplió con el primero de los encuentros proyectados en diciembre, para conocer de cerca la opinión de los productores sobre la realidad sectorial. 
De esa reunión, el titular de Confederaciones Rurales Argentinas, Rubén Ferrero concluyó en diálogo con LA OPINION que “el balance fue positivo, porque había cerca de tres mil productores, en una asamblea que duró cerca de tres horas y donde tomaron la palabra unas cien personas”. Con el objetivo cumplido en esta primera instancia, el rafaelino reconoció que de acuerdo a las manifestaciones, “la preocupación que hay, no sólo de los productores tamberos, de trigo, sino de los ruralistas en general, es la falta de rentabilidad, como consecuencia de los altos costos productivos a causa de la inflación, pero con los mismos precios que se tenían desde hace varios años, por la intervención estatal”.
Es en estas circunstancias que “los productores tomaron conciencia en desarrollar asambleas en distintas partes del país, por lo que está programado Chaco, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe”, siendo Rafaela, uno de los puntos de encuentro que se podrían contemplar para la Provincia. Con el plazo de un mes, el trabajo se hará intenso para muchos, ya que viene el tiempo de mayor demanda en los lotes, con la campaña gruesa que se empieza a cerrar. “Seguramente cuando culmine esta recorrida por reuniones y asambleas, llegando al mes de abril se estaría llevando adelante alguna acción que todavía tiene que definirse”.
La cautela en las palabras de Ferrero habla de un llamado a meditar las decisiones, tanto de manera individual, como sectorial. “Lo más mencionado en Pehuajó fue una medida que tenga que ver con la no comercialización, con algún paro relacionado con esto”.
El dirigente coincide con las palabras, quizá malinterpretadas en las últimas horas de Carlos Garetto, se deben entender en la línea económica de muchos productores debilitados por las condiciones climáticas y económicas reinantes. "Los productores cooperativistas no queremos afectar la situación económica del país, ni de nuestros productores pequeños y medianos", declaraba ayer Garetto, añadiendo que "no vender nada es una medida insostenible en el tiempo" ya que los productores una vez que cosechan deben hacer frente a "compromisos comerciales, financieros e impositivos". Ferrero apunta a lo mismo, “yo creo que aquel productor que no necesite vender su producto o parte de él, para afrontar deudas, seguramente va a tratar de retenerlo, por el hecho de mantener un capital a valor constante, de acuerdo a una inflación que de continuar al ritmo de enero va a ser superior al 30 por ciento en el año”. “Ahora bien, esta medida no muchos productores la van a poder llevar adelante. Aseguró que hay muchísimos productores que cuando tiren líneas y hagan los números concretos del final de la cosecha, se van a dar cuenta que buena parte o toda la cosecha va a tener que ser comercializada para afrontar deudas, atento a la poca rentabilidad vigente”.
Es por eso que desde CRA sugiere, “los productores tienen que ser cautos, antes de tomar alguna decisión deben analizar bien los números en cuanto a la rentabilidad que a medida que transcurre el año va a ir empeorando y no mejorando”.
Esta situación compleja, a la que se suma la presión para el reporte de granos en stock y su consecuente presión para la venta, se da porque “el malestar no está originado en los productores por el hecho que se requiera desde el Gobierno Nacional, por la Afip, sobre la existencia de granos, sino por la forma, en relación a otros sectores. En el mes de octubre se pidieron los datos y se informaron en el mes de octubre, sino que ahora y como se hace en todos los rubros, se les da a los contribuyentes diez días hábiles, pero con la gente del campo eran 48 horas, se los notificaba días inhábiles, los días sábado. Eso hace que se llegue al malestar y al descontento”.
En este sentido, Rubén Ferrero explicitó a este Diario que a nivel sectorial, “no estamos en contra que el Estado controle, pero notamos que hay un seguimiento de los productores agropecuarios y lo que más duele y más molesta es la discriminación, si lo comparamos con otros sectores productivos del país”. Es el desbalance constante y el tironeo lo que irrita.

INFRUCTUOSA
CONVOCATORIA
El martes, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar convocó por separado y en un plazo de dos semanas a las cuatro entidades del campo, acordándose de sus obligaciones a 13 meses de haberlos atendido por primera vez. Fue en enero de 2012 que por separado las entidades pedían un encuentro conjunto, para poder aunar los reclamos, manifestar posiciones y quizá así, lograr algún resultado positivo, que colabore con la idea de recaudar más del Gobierno, pero a la vez tranquilice el ánimo productivo. Esto no pudo ser. Es el capricho oficial lo que complica todo, la negación de los pedidos, la resistencia de Yauhar de salir en una foto junto con la Comisión de Enlace, pero sobre todo, de empezar a atender problemas que van más allá de la Patagonia, a donde se dirige la mayoría de sus decisiones, quizá con alguna finalidad política no tan lejana.
Fue el campo el que agradeció inmediatamente la convocatoria, pero recordó que esto no se ajusta a las necesidades actuales, por lo tanto se esperará una reconsideración de esta designación de agenda.
La Comisión de Enlace apostó al diálogo en diciembre, cuando estuvo a punto de llamar a un paro y el silencio sigue estando.
Sin embargo, para Ferrero, “siempre vale la pena apostar al diálogo, tratar de consensuar, buscar entre las partes que es lo mejor”. La intención positiva del campo no fue así interpretada. “El Gobierno no lo entendió así y se perdió todo este tiempo. También la lógica y la razón muestra que en cualquier lugar del mundo se logran resultados y consensos después de un diálogo entre las partes, así que sigo entendiendo, a pesar que en la Argentina no se dé, que es el encuentro lo que lleva a la solución de los problemas. 
Es entonces que entiende él que “estamos ante un Gobierno que está totalmente cerrado y que entiende que el camino para gobernar es la confrontación y no sentarnos a una mesa a debatir los temas”. Lamentablemente, “el resultado obtenido no es el mejor, porque en el sector agropecuario tenemos menor producción de carne, de trigo, en todas las economías regionales, por lo tanto, aunque esta sea la política que se está llevando adelante, no quiere decir que sea la correcta”.

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