El campo se enfoca en demandas influenciado por un año electoral

Sin arribar a una fecha de reclamo, la asamblea de casi cuatro horas en la rural santafesina, mostró todo tipo de opiniones sectoriales coincidiendo en tener que volver a explicitar públicamente las necesidades, acompañado de recobrar los aportes al Fondo Federal Solidario para sustentar esa campaña. Involucrarse en las elecciones de este año y aminorar la influencia gubernamental fue el denominador común.

por Elida Thiery (redacción LA OPINION - enviada especial a Santa Fe) - Dos santafesinos, un cordobés y un entrerriano. Cuatro presidentes de entidades del campo que recorren el país, desde hace algo más de un mes, buscando unificar miradas y alcances de las necesidades, estuvieron ayer en la Sociedad Rural de Santa Fe ante unos 500 productores.
Luego de una reunión chica con dirigentes, ofrecieron una conferencia de prensa en la estructura original de la entidad fundada en 1902, que conserva su historia también en las tribunas que dan a una pista en desuso, para después habilitar la asamblea que duró casi cuatro horas, recorriendo todos los humores, fuertes críticas al Gobierno, descargas de historias difíciles en los campos, muchos recuerdos de la lucha contra las retenciones móviles de 2008, apoyo a la Comisión de Enlace, también con críticas y no tanta diversidad en la propuesta de modalidades de protesta, a pesar de la convicción de reclamar demostrada por todos.
Rubén Ferrero, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, ofició como si fuera el anfitrión, siendo el primero en dirigirse ante un auditorio colmado. El mensaje comenzó citando la falta de competitividad y el padecimiento de una suerte de impuesto regresivo como es la inflación, como algún ejemplo de lo que acontece ya cotidianamente en todos los sectores. “Sólo hay que ver lo que está pasando con la soja, en octubre del año pasado estaba en dos mil pesos y hoy se paga a poco más de 1.500 pesos la tonelada”, lo cual acarrea desventajas que separan cada vez más los costos de las posibles ganancias, a lo que se añaden las retenciones. Esto se replica en todas las producciones, tal como sucede con la lechería, con cifras poco competitivas y muy similares a las percibidas en 2011, a pesar de dos años transcurridos de números diversos en los otros eslabones de la cadena.
“Hoy se está hablando de cerca de cuatro mil millones de pesos que está reteniendo el Gobierno del IVA en todas las actividades agropecuarias. Tuvimos la menor exportación de carne de los últimos 20 años, excepto en 2001. Vemos que países como Brasil, Uruguay, Paraguay, e incluso Bolivia, que era algo impensado hace un tiempo, exportan carne vacuna y nuestro país sigue perdiendo mercados internacionales”, señaló Ferrero, en la descripción de una parte de la realidad rural.
El rafaelino sostuvo que “tiene sentido juntarse en asambleas, porque nadie va a defender lo nuestro si no somos nosotros”, en este sentido “tiene que haber un movimiento agropecuario que esté detrás de un objetivo”. “En octubre tenemos la posibilidad que se logren equilibrios que esperamos en el Congreso. Eso se logra con trabajo, recordemos cómo se movilizó el campo en 2009, logrando más compromiso en las elecciones”, lo cual tenderá a impulsar cambios en la política que generen “mayores libertades, más federalismo, pero para eso tenemos que trabajar por una república en serio, para que la soberbia se deje de lado”.
El titular de la Federación Agraria Argentina continuó enmarcando a la actualidad. “Hoy se da un marco de ajuste y concentración, contrariamente a lo que dicen del modelo progresista y de transformación, que sólo se da con los activos y los patrimonios de muchos de los funcionarios. Cada vez hay más dueños autoconcentrados y dependientes de la pauta oficial, por lo tanto se nos restringen los espacios”, con lo cual “el gran ganador de toda esta etapa es el sector financiero”. Según el federado, “no quedan retenciones soportables, financiamientos accesibles, dólar razonable”; y bromeando agregó, “salvo que seas miembro de la Capeco (Cámara de Productores y Exportadores de Cereales y Oleaginosas) de Peretti (además titular de la Sociedad Rural de Morteros)”.
Citó entonces a la “pérdida de competitividad” como el mayor problema de los productores, que sin respaldos extraordinarios arriesgan todo en cada campaña.
En una realidad lejos de lo “nacional y popular”, que sólo sirve de discurso para “perpetuarse en el poder”, Luis Miguel Etchevehere, de la Sociedad Rural Argentina, se situó como una “herramienta circunstancial” de la pelea política que plantea este Gobierno. “Prueben dejar el campo un año y van a ver que nadie va a trabajar por ustedes, todo se pierde, se deteriora. Por eso hay que seguir trabajando, insistiendo y de reuniones como esta “va a salir algo, pero siempre en la medida que cada uno se comprometa a hacer, en la medida de lo que acordemos”, sin poner una fecha para el inicio de las protestas agropecuarias.
El presidente de Coninagro, Carlos Garetto apuntó que hoy se padecen las consecuencias del modelo. “Esto es como una obra de teatro, que si no nos gusta tiene dos caminos, o modificamos el escenario, o cambiamos los actores. Modificar el escenario es lo que estamos pretendiendo hacer, en cada una de las asambleas con ustedes, para que la acción gremial tenga el respaldo y la legitimidad para tomar decisiones, a través del apoyo en la unidad de los productores, como un límite a este modelo, sobre el que no logramos avanzar mucho más, pero tampoco lo ha hecho el modelo, por sobre los derechos de los productores”.
Pidiendo trabajar sobre la recuperación del acompañamiento social de 2008, el cooperativista mencionó que “los actores se cambian a través del voto popular. No queremos ser un partido político, sino generar espacios de reformas, desde nuestro sector, marcando qué país queremos para el futuro”, basado en el compromiso sectorial que si exige hacer política partidaria, por ser ese “nuestro compromiso”, basado en “la racionalidad, la sensatez que nos cabe, en beneficio del campo y de los argentinos”.

VOCES
En todos los extremos del salón se escucharon las más diversas ideas. Se nota una maduración en parte de las conclusiones de los productores, desde 2008, pero faltando una autocrítica completa.
Si bien se habló de valores de república, del rol de ciudadanía, la expresión se dejó correr sin interrupciones incluso cuando alguno mencionó la intención de “derrocar” al Gobierno, o de “desfinanciar al Estado” para el mes de junio en tiempos de compromisos salariales más fuertes. 
Salir a las rutas, volver a las plazas de los pueblos fueron parte de las ideas, en las que se sumaría el pedido de recortar retenciones hasta su desaparición, de liberar exportaciones, de apoyar el paro del transporte, citado para el 22 de este mes; eludir el camino de destrucción de la ganadería, de la inflación, de la suba del gasoil, de frenar la desventaja en lechería. Un productor llamó a no salir a comprar nada, para que se note la falta del campo en la economía, de no asistir a exposiciones, e incluso a no sembrar soja, sino optar por cultivos alternativos. Pero volver a ser visibles primó en las propuestas, mientras Omar Príncipe, secretario gremial de FAA, pidiendo por políticas diferenciadas para grandes y chicos, para no extender la “década perdida” a raíz de un “modelo agropecuario que se está terminando”.
Como en un cinchada, los productores, el campo está de un lado; y al otro, el Gobierno kirchnerista, con malos sentimientos de ambas partes, pero con la necesidad de convivir, con el deber de hacerlo, de respetar instituciones, derechos y obligaciones, pero con los impedimentos de un vínculo que nació mal y se desarrolló peor. Sin resultado para la contienda, mientras tanto hay que seguir viviendo, trabajando y debatiendo en términos y ámbitos democráticos, nada más y nada menos que como corresponde.

CONCLUSIONES
PARA LA ACCION
Etchevehere fue quien en medio de las exposiciones de los productores pidió repasar todo lo volcado en lo que se conoce como el “documento Forja”, nombrado así por la ubicación de una asamblea memorable de 2009 en la ciudad de Córdoba, donde se reflejan los pedidos básicos de las entidades en conjunto; y además fue quien solicitó propuestas concretas de medidas para el reclamo.
“Para que la acción gremial tenga éxito tiene que estar en conocimiento de todos, tienen que tener un motivo y una razón de ser; y para eso hay que llegar al gran público. Tenemos que hacer acciones publicitarias grandes, para llegar a todos, a la opinión pública”. Fue así que recordó la importancia de aportar al Fondo Federal Solidario, que se da en una donación de un kilo de granos por tonelada entregada al acopiador, lo que se traduce en 30 kilos de granos por camión, para que la Comisión de Enlace obtenga un fondo de financiamiento que permita pagar espacios publicitarios, para desarrollar una campaña concreta. Usando un término recuperado en los últimos años pidió, “militen sobre esto”. “No esperen un milagro, gestiónenlo en el acopio” reforzó, mientras aludió a la necesidad de difundir lo que sucede en el sector, en contar lo que cada uno piensa, así el tema del campo vuelve a ser de dominio público.
En la aplicación de su profesión, Ferrero mencionó que “es el Poder Judicial el único que le está poniendo un freno al Gobierno”, pero con un avance sobre el sistema judicial, con un “Ejecutivo autoritario y un Legislativo que aprueba a sobre cerrado todo lo que recibe”, se complejiza el panorama del diálogo, entonces se precisa "compromiso, participación, trabajo”.
Más allá de las dudas que algunos mencionaron durante la asamblea sobre los logros que hayan conseguido las entidades en el cuerpo de sus titulares, e incluso mencionar acercamientos políticos cuestionables, el Presidente de CRA confirmó convencido “los vamos a defender con dignidad, valorando el federalismo, al interior, a los productores. Quédense tranquilos, no va a pasar lo que en la UIA, nadie nos va a condicionar, vamos a seguir diciendo nuestra verdad contra viento y marea”. Sin segmentaciones, “se va a hacer una sola protesta, pero con el apoyo y el aval de todos los sectores”, abarcando a todas las economías regionales.
Con un recorrido de asambleas que concluye en breve, en las próximas semanas, Rubén Ferrero afirmó, “nos vamos a ver en una lucha que está muy cerca y la tenemos que llevar adelante todos”.
En eso se basó Eduardo Buzzi para dar sus palabras finales. “Esta asamblea no desentona con otras, existen las mismas preocupaciones, los mismos problemas y la calidad institucional que se marca como uno de los temas que han sido violentados”. El federado reconoció que “nuestra principal estrategia no puede ser aportar políticos, sino que debe ser conjugar la fuerza programática y organizada de lo que precisa la gente”, lejos de “políticos felpudos”. Pero esto no se logra en el corto plazo, “es una pelea larga”, por eso pidió “incorporar la idea de tolerancia, entre nosotros que somos todos distintos, para volver a un país normal, sumado a la confianza en quienes tenemos que conducir este proceso, ese fue el éxito de 2008”, por eso llamó a comprometerse. “Lo que seamos capaces de hacer puede durar años, décadas y siglos. Estamos llamados a recuperar el sueño colectivo de nuestros abuelos gringos, a ese futuro nos tenemos que convocar”, concluyó.
Para finalizar un encuentro que dejó clara la voluntad de manifestarse públicamente, pero sin fechas concretas, por más que se se haya mencionado como un plazo próximo al cacerolazo del próximo 18 de abril, lo cual no fue validado por la dirigencia, Carlos Garetto tomó el número de 60 mil productores menos desde 2003, cuando se puso en funcionamiento “el modelo”, sobre el que advirtió que “viene por más, por todo, viene para siempre. Esto nos tiene que abrir la mente hacia el futuro, qué nos va a deparar como productores agropecuarios, pero también como argentinos”.
En una arenga de unidad y fortaleza, el hombre de Leones, en la provincia de Córdoba recordó, “el campo ha demostrado en 2008 poder ocupar el centro del escenario público, hoy tenemos que retomar esa acción con la fortaleza, vitalidad y experiencia que nos dio todo este tiempo, para recuperar mayor poder en los ámbitos de decisión política, construir allí mayor poder”, más influencia, para no quedar “en las antípodas”, como lo pretende el Gobierno. En un tono más intenso añadió, “tenemos que salir de ese estado de confrontación para convalidar nuestra posición, dentro de la propia sociedad, que es la que tiene que disponer en el próximo acto electoral de qué propuesta va a aceptar o convalidar. El campo tiene que estar ahí para que contemplen las necesidades, especialmente de los pequeños y medianos productores”, mientras dijo haberse “destruido la célula básica de la cultura del trabajo” y precisar “distribuir recursos de forma más equitativa, para que podamos tener educación, seguridad, desarrollo del país”, se debe trabajar teniendo en cuenta que “somos entidades democráticas, no golpistas, no un partido político, pero queremos el bienestar de la sociedad”. En esa convicción advirtió que “no hay 2015, si antes no hay 2013”, por lo tanto “de pie, tranqueras adentro y afuera, para defender los intereses de nuestro pueblo, queremos vivir en un país mejor, donde sea digno trabajar”.
El campo promete trabajar para ser escuchado y a la vez para promover elecciones más diversificadas como fueron las últimas legislativas. Del balance en el Congreso quizá surja alguna alternativa política que ayude a esclarecer el camino ruralista.

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