En el camino de una campaña gruesa "favorable" en la región

Es la estimación que se hace desde el INTA Rafaela, teniendo en cuenta el desarrollo climático y la respuesta de los cultivos.


Desde que comenzó la campaña, las expectativas fueron muchas. Allá por la primavera, el año climático de El Niño prometía episodios extremos climáticos, con mucha lluvia, pero bastante controlado y así fue.
Grandes precipitaciones llegaron en diciembre, anegando por ejemplo el oeste de nuestro departamento, luego de una primavera normal, que permitió esperar una campaña muy buena.
“Esos excesos de diciembre, así como fueron un problema, para la mayoría de los cultivos de primera, cuando no fueron afectados por las inundaciones, lo que hicieron fue asegurar buenos resultados en soja y maíz”, asegura el Ing. Jorge Villar, de la EEA Rafaela del INTA.
El mes de enero llegó con maíces y girasoles en buenas condiciones, siendo los cultivos más precoces, habiendo disparidad en las precipitaciones en toda la región, lográndose más cerca de febrero un retorno a la normalidad, con la reposición de los lotes más complicados que no llegaron a perderse en los últimos días de 2012. 
En diálogo con LA OPINION, el especialista destacó que “no fue una campaña excepcional para el maíz, pero sí fue bueno para los de primera, con rendimientos buenos a muy buenos, con todo cosechado al momento, ya sea para picado y embolsado, o para industrializar”. En tanto, los de segunda dependieron mucho de la calidad del suelo y de la fertilidad, para superar el embate climático principal de la región, por lo tanto “vamos a tener desde maíces muy buenos a regulares. Va a ser mucho más variable el comportamiento de los cultivos”. La particularidad de este año es que los cultivos de primera, que son los que siempre tienen más potencial de rendimiento respondieron bien, con lo cual los productores tienen una tranquilidad anexa, con lo cual se pueden vender a precios acomodados, pero también para poder acopiarlos esperando un despegue de números más significativos, sobre todo en las producciones de mayor envergadura.
Con la soja sucede algo similar. “La soja de primera no tiene condiciones extraordinarias, van de buenas a muy buenas, aunque algunas tienen rendimientos interesantes, justamente por el impacto del mes de enero que es lo que frenó las sojas excepcionales, pero van a permitir una buena campaña”. En cuanto a la segunda tanda del cultivo, hubo algunos lotes que se tuvieron que resembrar, algunas sufrieron aunque sea parcialmente los anegamientos, pero sucede lo mismo que con el maíz, dependiendo los rendimientos y la resistencia en la campaña, de los suelos.
“La campaña como balance general va a ser favorable, muy influenciada por los cultivos de siembra temprana”, concluyó el Ing. Villar, que no cree aún que se puedan trasladar los resultados, por ejemplo de las reservas hídricas, a lo que va a ser la campaña fina. Será entonces que la recarga de perfiles que se dé en los próximos dos meses, teniendo en cuenta que en el mes de marzo llovió poco, dentro de los registros normales, pero podría haber una recuperación en las próximas semanas, teniendo en cuenta estos casi 70 milímetros en Rafaela que cayeron con el inicio del mes.
De esto depende el ánimo de los productores para apostar por ejemplo al trigo, en un año que tiene una tendencia en baja en cuanto a implantación, no por el clima, sino por la influencia de políticas restrictivas para su comercialización.

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