Promesas insuficientes para el trigo

Como si el genérico de los cultivos fuera la denominación de “oleaginosas”, la Presidente de la Nación anunció el lunes una suerte de promoción para el trigo que es un cereal.
En vez de ir por sendas más sencillas, la mandataria intentó promover la siembra de trigo con la promesa de entregar un "certificado de estímulo" para una futura y parcial devolución de las retenciones, a razón de 30 dólares la tonelada a cada productor a través de un "fondo fiduciario", que finalmente tendrá como responsable al Banco Nación, pero será manejado por la Capeco, entidad que conduce Ider Peretti, además de AFA y ACA, con las industriales CIARA-CEC.
Siempre se versó sobre la prédica de la defensa de la “mesa de los argentinos”, concepto deteriorado en cada mención, porque las políticas no se corresponden. Si la Presidenta aprendió para repetir que el trigo perdió desde 2003 2,8 millones de hectáreas y que faltó bastante para cosechar algo más de nueve millones de toneladas en 2012, siendo la campaña más reducida en 111 años de historia agrícola nacional, le faltó asumir la responsabilidad en la falta de apuesta de los productores por los problemas comerciales a los que los enfrenta el Gobierno Nacional, las retenciones del 24 por ciento que no se quitan y los aprietes a las cámaras no afines a la mirada ejecutiva.
"Se van a seguir cobrando derechos de exportación", no dudó la Presidenta, que intentó minimizarlo al explicar que todo "va a ir a un Fondo Fiduciario administrado por Nación y todo lo que se recaude se va a distribuir entre todos los que producen trigo en la República Argentina", dijo mientras remarcó el esfuerzo posible de llegarse a los 16,5 tn producidas en 2007, con la cesión a los productores de 500 millones de dólares “que va a dejar de percibir el Estado y le va a ser reintegrado a cada uno de los productores". 

RECHAZOS
Para entender la mirada de las entidades, LA OPINION dialogó con Raúl Maestre, tesorero de la Asociación Argentina Pro Trigo. “Por lo que hemos leído y escuchado, se trata de un fideicomiso que lo administraría aparentemente el Banco Nación, que estaría conformado por el sector involucrado en la comercialización, básicamente, tanto la molinería como los dos principales centros exportadores, para que luego que el productor, después de hacer la declaración jurada, no se sabe si respecto al volumen a sembrar o el ya sembrado, en caso de colocar el cereal en el mercado internacional, luego de superarse un tonelaje específico, se le remitirá un certificado para poder cobrar fondos del fideicomiso, de acuerdo a la retención que se le había hecho a ese volumen exportado. Esa es la forma que tendría el productor para recuperar hasta el 15 por ciento de lo vendido a los exportadores”.
Mientras que la medida genera un escenario “extraordinario”, por la burocracia que se producirá con “papeles, documentaciones, información, más gente trabajando, cuando esto es un retroceso extraordinario, porque es una medida que no existía, es un invento. Todo para recuperar un área que se perdió y su responsable tiene nombre y apellido; y justamente no es el clima”, en alusión al Secretario de Comercio Interior, intenta “inventar la rueda, cuando ya se la conoce, pero empezar por la de los carros viejos, volvemos al Siglo XIIX, cuando en Buenos Aires se llevaban los cereales a la Plaza de las Carretas, hoy Plaza Miserere en Once”.
Con baja intención de siembra en toda la región productiva, el anuncio no suma voluntades, porque no hay seguridad comercial, ni interna, ni exportadora. “Todo lo que ha crecido Argentina, que lo convirtió en líder en Sudamérica, a la par de Estados Unidos, comercialmente, tiene ahora un retroceso al 1800”; aseguró Maestre, porque “esto es la estupidez de pensar que un sistema se puede solucionar fácilmente. Hay que resolverlo con políticas agropecuarias claras, que no nos hagan depender del Gobierno y no que estén en contra del sector”.
Sin haber sido consultado Aaprotrigo, e incluso especialistas del mismo Ministerio de Agricultura, “esta medida pretende resolver lo urgente y no lo importante, porque el trigo tiene una enfermedad muy grave y se le trata de dar un incentivo. Se intenta justificarlo políticamente, cuando en realidad es un problema mucho más coyuntural, sin saber a quién ni a qué exportar. Es más si se pretendiera realmente fomentar la industria nacional, que hoy tiene molinos totalmente desfinanciados, se debería apuntar más a la diversificación del mercado interno y no promover al cultivo a partir de la exportación. Si estamos poniendo el foco en el mercado externo, quiere decir que no queremos producir harinas para recién en ese punto exportarla, teniendo en cuenta que tenemos todos los trigos que se requieren en el mercado internacional, pudiendo sumar más variedades aún”.
Concretamente, Maestre entiende que anuncios de este tipo “son reacciones precoces ante un problema que por políticas equívocas se produjo”, que no tienen nada que ver con lo climático, porque tanto el año anterior como este, las condiciones pronosticadas fueron óptimas.
Hay que contemplar que “si la Argentina producía en 2001 siete millones de hectáreas, hoy se debería rondar el doble”, concluyó. 

ENTIDADES
“Por medio de un pomposo anuncio, el Gobierno continúa trabando el normal funcionamiento de los mercados trigueros, y garantiza la aplicación de cupos a la exportación de trigo que son funcionales sólo a los exportadores y molineros que pagan monedas por el cereal en una millonaria transferencia de recursos desde los productores a las arcas de unas pocas empresas compradoras”, se sostuvo desde la Sociedad Rural Argentina. 
Por su parte, Rubén Ferrero añadió, “desde CRA pensamos que atenta contra los productores para que sigan sembrando trigo”. “Si el Gobierno quiere alentar a los productores a sembrar más trigo debe eliminar las retenciones, y no generar un nuevo organismo para que retenga un dinero y después se lo de por otra ventanilla. Es más de lo mismo. No nos olvidemos de otros anuncios como los llamados Trigo Plus o Maíz Plus en el 2008 y de todos los anuncios que se hacen y no llegan a los productores. Si se quiere revertir esta situación el gobierno debe quitar las retenciones de una vez por todas y de manera cierta”, concluyó el dirigente.

Comentarios