La Universidad de Belgrano propuso a poco del mediodía un taller orientado a explicar y comprender “Cómo comunicar el agro”. Fueron el Ing. Agr. Leonardo Galaburri, Ing. Agr. Víctor Piñeyro; y el Lic. en Publicidad Daniel Annaratone, quienes abordaron la importancia de involucrar a la comunicación en el ámbito de la empresa agropecuaria.
Desde la cadena del agro hay que llegar al público, pero desde un conjunto promoviendo productos y servicios, no sólo con la base de obtener una mayor renta, sino como parte del sistema en el que se involucran el medio ambiente
Previo a escuchar a productores, dirigentes e incluso a periodistas opinando sobre la comunicación y el campo, se vieron muchos ejemplos, nacionales e internacionales sobre las formas de dar a conocer la tarea del campo, los productos y la importancia de esta llegada hacia la sociedad.
Uno de los indicios en este tema es saber que hay muchas cosas para decir y muchos medios. El presupuesto quizá sea una limitante, pero no es tan trascendente, ya que abrir la información, perder el miedo a contar qué se hace y cómo, es la clave.
Como los mensajes se diluyen, las campañas tienen que sostenerse en el tiempo, para que los conocimientos perduren a nivel social.
Se puede entender a la comunicación en muchos sentidos como parte de la responsabilidad social empresaria, incluso. Es así que, sobre todo desde 2008, el aprendizaje sobre la comunicación y su relevancia fue muy abrupto, pero efectivo para lograr adhesiones y significativas relaciones con los medios, que son los que fueron denominados concreta y sabiamente como “aliados” del ámbito agropecuario.
Las formas, los espacios son muchos, hay herramientas interactivas web útiles y sencillas, porque por internet se puede segmentar el público meta, por ejemplo, donde el presupuesto es menor, se paga sólo para llegar a quien quiero.
La comunicación digital acorta las distancias del campo y el buen uso de todos los medios facilita el mensaje y su difusión.
“En 2008, IPCVA salió a defender la cadena de la carne, porque la gente común no conoce todos los detalles, confunde”, señaló Dardo Chiesa, ex titular del Instituto y actual representante en él de CRA. “Hay un gran divorcio entre la actividad y la comunicación. La gente no nos conoce y por eso no nos defienden. La sociedad nos defendió en el conflicto porque hablamos de valores”, sin embargo, “hay que seguir apuntando a la sociedad, hay que luchar contra la desinformación”.
La importancia de tocar este tema de la relación entre comunicación y campo permite una reflexión sobre un tema esencial entre productores y dirigentes, para la dispersión de todo lo que hace el sector, desde el inicio de la cadena productiva, hasta la industrialización, hasta las góndolas, hasta la mesa de cada familia.
Los disertantes propusieron mostrar en estos mensajes los aportes del ámbito rural a la estrategia general del país; financiar la comunicación como una responsabilidad social; desarrollar las particularidades de la vida rural, el contacto con la naturaleza, la vida familiar, enaltecer esos valores; no equivocar interlocutores, no caer en la provocación. El campo debe buscar en sus mensajes más puntos de contacto con la vida urbana y profesionalizar la comunicación.
Desde la cadena del agro hay que llegar al público, pero desde un conjunto promoviendo productos y servicios, no sólo con la base de obtener una mayor renta, sino como parte del sistema en el que se involucran el medio ambiente
Previo a escuchar a productores, dirigentes e incluso a periodistas opinando sobre la comunicación y el campo, se vieron muchos ejemplos, nacionales e internacionales sobre las formas de dar a conocer la tarea del campo, los productos y la importancia de esta llegada hacia la sociedad.
Uno de los indicios en este tema es saber que hay muchas cosas para decir y muchos medios. El presupuesto quizá sea una limitante, pero no es tan trascendente, ya que abrir la información, perder el miedo a contar qué se hace y cómo, es la clave.
Como los mensajes se diluyen, las campañas tienen que sostenerse en el tiempo, para que los conocimientos perduren a nivel social.
Se puede entender a la comunicación en muchos sentidos como parte de la responsabilidad social empresaria, incluso. Es así que, sobre todo desde 2008, el aprendizaje sobre la comunicación y su relevancia fue muy abrupto, pero efectivo para lograr adhesiones y significativas relaciones con los medios, que son los que fueron denominados concreta y sabiamente como “aliados” del ámbito agropecuario.
Las formas, los espacios son muchos, hay herramientas interactivas web útiles y sencillas, porque por internet se puede segmentar el público meta, por ejemplo, donde el presupuesto es menor, se paga sólo para llegar a quien quiero.
La comunicación digital acorta las distancias del campo y el buen uso de todos los medios facilita el mensaje y su difusión.
“En 2008, IPCVA salió a defender la cadena de la carne, porque la gente común no conoce todos los detalles, confunde”, señaló Dardo Chiesa, ex titular del Instituto y actual representante en él de CRA. “Hay un gran divorcio entre la actividad y la comunicación. La gente no nos conoce y por eso no nos defienden. La sociedad nos defendió en el conflicto porque hablamos de valores”, sin embargo, “hay que seguir apuntando a la sociedad, hay que luchar contra la desinformación”.
La importancia de tocar este tema de la relación entre comunicación y campo permite una reflexión sobre un tema esencial entre productores y dirigentes, para la dispersión de todo lo que hace el sector, desde el inicio de la cadena productiva, hasta la industrialización, hasta las góndolas, hasta la mesa de cada familia.
Los disertantes propusieron mostrar en estos mensajes los aportes del ámbito rural a la estrategia general del país; financiar la comunicación como una responsabilidad social; desarrollar las particularidades de la vida rural, el contacto con la naturaleza, la vida familiar, enaltecer esos valores; no equivocar interlocutores, no caer en la provocación. El campo debe buscar en sus mensajes más puntos de contacto con la vida urbana y profesionalizar la comunicación.
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