El campo tiene “ganas de participar y cambiar a la Argentina para bien”

Es la definición de Rubén Ferrero, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, entre las conclusiones del Congreso Nacional de la entidad que se desarrolló en San Luis, entre viernes y sábado. Con temario tendiente a mejorar la reflexión sobre la república, el encuentro permitió propuestas, cuestionamientos y autocrítica sectorial.

SAN LUIS (enviada especial Elida Thiery). - Como dueño de casa, pero en San Luis, orgulloso del trabajo realizado, Rubén Ferrero concluye su segundo Congreso Nacional de Confederaciones Rurales Argentinas 2013.
Un encuentro anual que permite debatir y llamar a la reflexión a dirigentes y productores, cumplió las expectativas del lema central, “el país que conocemos, la república que pretendemos“, en la localidad puntana de Potrero de los Funes.
Con menor carga política en la agenda la jornada de cierre transcurrió en Potrero de los Funes entre temáticas más reflexivas y disertantes más diversos.
Despliegue de participación y exaltación de valores, más allá de lo religioso propuso el Pbro. Jorge Murias, en su disertación variadísima en estrategias y contenidos sobre la "Necesidad de Liderazgo hoy"; mientras que por la tarde se habló de "La Argentina de las intolerancias", en la figura de la Dra. en Psicología y Lic. en Cs. Políticas, Graciela Erramouspe de Pilnik, para que antes del cierre se desarrolló el taller "Acciones comunes – Unidad", a cargo del Lic. en psicología, Carlos J. Zubiri.
Encargado de concluir el encuentro, Ferrero se tomó un tiempo para dialogar con LA OPINION. “Estoy muy contento por la participación en el Congreso, por cómo nos recibió la gente de San Luis, pero sobre todo por la calidad de los asistentes, de disertantes, dirigentes, productores de todo el país, verdaderamente”.
Lo que es una realidad es que “el compromiso existe hoy entre los productores no solamente en los temas netamente sectoriales, sino en lo que se relaciona con la república, con el país, con lo que queremos para una Argentina diferente y todo el trabajo que tenemos que hacer, lo que habla de una apertura diferente del productor agropecuario en sus ganas de participar y cambiar a la Argentina para bien”.
La institución no pretende capacitar en el ámbito productivo, sino en el contorno de la actividad. Mirando a futuro, este año la propuesta fue dotar de mayor conciencia en el marco de un año electoral. “Se habla de que este año, en octubre, se genera una bisagra. Yo lo vengo repitiendo en las asambleas, por ejemplo, creo en la necesidad de un cambio relacionado con el equilibrio de poder en la Argentina”. Con la independencia de poderes, del Legislativo, de la Justicia, “se tiene que generar que el Ejecutivo empiece a escuchar cuál es la problemática que tiene el país hoy. Si nosotros llevamos esta conciencia a la práctica en cada uno de los terrenos, tenemos todavía posibilidades de revertir esta situación y de lograr a futuro los equilibrios que la república quiere”.
El titular de CRA pone de relieve aspectos como la Constitución, la división de poderes, las libertades e independencias dejando de lado las críticas absurdas de avasallamiento sectorial. Abogando por un mejor país, que promete cambios desde el poder ciudadano del voto en el mediano plazo, porque como citara Jorge Giacobbe en su disertación sobre la realidad antes de las urnas, es de un 28 por ciento la intención de voto del partido oficialista, pero en un 55 por ciento se pretende un cambio de sentido político nacional, lo cual anticipa al menos reconsideraciones de ciertas actitudes.
El Congreso cerró con conceptos tendientes a la crítica interna, al cuestionamiento externo, a la promoción de propuestas para el cambio, dejando abierta para el año que viene una matriz de temas que se definirán con el andar mismo de la realidad.

AUTOCRITICA EN LA
INSTITUCIONALIDAD
El camino de las entidades ruralistas hacia una “uprainstitucionalidad”, para que las debilidades de cada organización no se expongan tanto, es lo que propuso el Lic. en Cs. Políticas Juan Cruz Jaime, en el primer panel de ayer, el día final del Congreso
Habló de tener “coherencia y sentido hacia la objetivación”, plantear metas claras, positivas y concretas. “No hay que dejarse corromper, pero tampoco sumirse en las excusas, ya que eso excede a las instituciones a través de la voluntad de los hombres que las componen”, pero siempre teniendo en cuenta que debe regir la conciencia individual de ser parte de una organización que permanecerá a pesar de quién pase por ella. En esto también suma que no hay que “echarle las culpas a las instituciones de ineficiencia, es autoinvolucrarse sin darse cuenta en el problema”, sin resolver la base.
Existe en la realidad del campo la necesidad de la interinstitucionalización, donde se sabe que cada uno defiende intereses diferentes, sin embargo, “lo peor que nos podría pasar es Maquiavelizar las instituciones del agro, hacerlas amorales, lo cual generaría la pérdida en la defensa de intereses”. En este marco, “hay hipocresía de los hombres para la pérdida de institucionalidad, donde seguramente no se acepta el disenso, salvo por unanimidad”, lo cual hace imposible la coincidencia absoluta en lo negativo.
Son los dirigentes los que “deben hacer valer el mandato y la representación, pero no como una excusa para no accionar”.
Hay que dar preponderancia a “los universos simbólicos, que son las reglas básicas para que funcione una entidad, pero no necesariamente todos tienen que estar de acuerdo. No importa quien diga lo que dice, porque expresa la voluntad institucional. Hay que dejar el efecto del flash, el protagonismo momentáneo”.
Existe una diferencia entre la comunicación social y la comunicación institucional interna, que institucionaliza los canales intrínsecos de la entidad hacia los cuales hay que llevar los mensajes. “El problema sectorial está dado en un 50 por ciento por la falta de mecanismo y método en la comunicación hacia adentro de las entidades, que internamente y entre ellas tienen que reconocer las falencias de comunicación, no hay que darse el lujo de desperdiciar días hacia adelante, sobre todo por falta de vinculación de mensajes internos”, que siempre preponderan ante los temas económicos, incluso.
Jaime concluyó, “fortalecimiento e institucionalidad, más mejor comunicación interna van a ser la clave para que no nos devoren los de afuera”, finalizó sobre la valoración sectorial y la fuerza que hay que sostener para conseguir adelantos concretos.

REVALORIZAR
A LOS ATENEOS
Los grupos de jóvenes ruralistas en CRA se reúnen en los ateneos. No todas las entidades tienen este segmento, pero sí en nueve provincias y en unas 45 ciudades, los menores de la actividad agropecuaria, que se forman para la dirigencia, para la participación.
Hace más de un año y medio, el Concejo Directivo de la entidad apoya con más fuerza el trabajo de estos grupos, conjugado en una mesa coordinadora nacional, la cual presentó ayer en el Congreso los avances y alcances de esta valorización del inicio de la tarea dirigencial, que va de los 15 a los 35 años, con múltiples diferencias que se complementan en la promoción de cambios positivos para el entorno, desde el ejercicio de la institucionalidad. Existen dos ateneos confederados, como es el caso de Cartez (Córdoba, San Luis, Mendoza y San Juan) y de Carsfe (Santa Fe), mientras que se trabaja zonalmente en el NOA, NEA, FARER (Entre Ríos) y CARBAP (Buenos Aires).
Con una importante porción del auditorio compuesta por jóvenes ateneístas de múltiples destinos nacionales, que escucharon las formas y acciones de trabajo, que incluyen desde la visita a la sede en Capital Federal de CRA, hasta el completo desarrollo de este tipo de actividades hacia 2020.
Los jóvenes cumplen con una tarea de comunicación y vinculación, que tiene el mayor peso en las redes sociales del sector, ya que la cuenta de Twitter de @ateneosCRA, tiene más de 6.500 seguidores.
En una disertación dinámica entre cinco de los representantes de la mesa coordinadora nacional de ateneos, los jóvenes pidieron mayor compromiso, participación, involucramiento, con el respeto como premisa.

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