Con la mayor concurrencia al salón de Los Trebejos de toda la primera jornada, estuvieron el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota; y los senadores Adolfo Rodríguez Saá y Ernesto Sanz.
En una charla relajada, donde el mendocino y radical Sanz bromeó con su campera como símbolo del justicialismo, se entusiasmó al auditorio con los acuerdos prometidos, que luego en charlas de café se pretendía que esas intenciones se prolonguen a la realidad y en el tiempo.
Uno por uno vamos a destacar las frases más salientes de más de una hora de charla temática.
“EL ADOLFO”
Casi como dueño de casa, remarcó que “no hay nada más argentino que el campo”. Humildemente en algo que tuvo mucho que ver describió que “San Luis era la provincia más pobre de la Argentina en su momento, se animó a generar un cambio, escuelas, hospitales, médicos, rutas, se fue generando una gran riqueza. Lo digo porque parece que las cosas no se pueden hacer. Si ponemos voluntad todos los argentinos, vamos a hacer una Argentina mejor”, remarcando así que “es posible revalorizar la tarea de la producción”, entendiendo que “si hacemos un esfuerzo de diálogo, podemos hacer un fenómeno extraordinario. Si San Luis pudo transformar una realidad, en la Argentina se puede. Tenemos que ir al país de la producción, del trabajo, donde cada uno vuelva a tener la obligación de trabajar por lo que consume. El cambio es necesario y es posible”.
Defensor de la coparticipación, sostuvo que actualmente “se reparte el 22 por ciento de la coparticipación, del 34 que se debería”, mientras que “en seis años, la comisión de coparticipación del Senado se reunió dos veces”, ambas para elegir autoridades, reforzando que actualmente “estamos discutiendo si tenemos que seguir siendo federales o unitarios, para evitar la sumisión ante el poder. No puede ser así, no debe ser así. La distribución debe ser automática”.
“El Adolfo” citó la construcción de poder que hizo el kirchnerismo junto a Clarín, pero más allá de eso llamó a “revalorizar la política”, con “batallas que librar”, como es la de prosperar la reforma judicial, “llevar una lista única para el Consejo de la Magistratura”, convenida por toda la oposición.
“No hay democracia, ni unidad nacional sin diálogo; y el Gobierno Nacional se ha empecinado en que no lo haya”, remarcó.
CORDOBES
Con el arraigo del progreso puesto en la idea de asociarse siempre a Brasil, con aquella raíz suya como embajador, De la Sota habló de la modificación de las pautas de consumo, de energía y de todo lo que conlleva el progreso. “En los próximos años va a haber una gran demanda cárnica, de cereales, de lácteos, qué mejor que ser nosotros con Brasil los mayores productores de alimentos. Pienso que es la mejor manera de volver al mundo, con una alianza estratégica argentina Brasil”, ya que reconoció “sigo pensando que el Mercosur es nuestro futuro”.
El nuevamente Gobernador de Córdoba remarcó que el país precisa “dejar de tratar de enemigos a adversarios, respetando el pluralismo”, sin embargo, “algunos todavía nos jugamos por el campo, pero mi provincia sigue pagando el precio de no ser esclavos de la Casa Rosada, porque “hemos tomado la decisión que la Argentina está en peligro y que cada uno tiene que decir lo que piensa, en el convencimiento que el campo despertó conciencia, con el rechazo de la 125, que había que defender el federalismo”.
De la Sota sostuvo que “hay que poner más de lo que uno saca, para tener un país igualitario. Hay que discutir con el Gobierno la manera de utilización de los recursos”, aunque el diálogo para él no haya sido posible más que una vez en un pasillo de Balcarce 50.
Su intención es que “desde 2015 hay que reconciliar a la sociedad argentina y acostumbrarnos a vivir en pluralidad; y generar una nueva ley de coparticipación federal, para que alcance para todos y tener un país mucho más equilibrado del que tenemos”.
Por eso, “siempre que llovió paró” y “el camino de la solución es la educación, el futuro de nuestros hijos comienza en las aulas, para construir un país mejor”, en lo que “el campo argentino es la base”, debiéndose recuperar las políticas orientadas positivamente para un buen trabajo del sector.
“Cuando se les acaban las ideas crece el autoritarismo. Este es uno de los momentos más duros en el país sobre eso. La justicia está en riesgo, no es buena como está, pero si lo politizamos, vamos a estar peor, porque el objetivo es manipular a los jueces. Si le sumamos la apropiación de los medios de comunicación, los que pensamos distinto no vamos a salir ni en el Billiken”.
Habló de pensamiento monocolor y de la progresiva pérdida de la libertad que es “la madre de todas las virtudes”, por eso hoy “reconciliar a la Argentina es un trabajo de todos”. “Peronistas y radicales podemos convivir y ponernos de acuerdo, ojalá que esto nos ayude a no desear a quien le toque gobernar le vaya mal, sino que le vaya bien, porque da pena ver retroceder a un país que tiene todo para ser feliz”, concluyó.
SANZ
En minoría radical en el panel del peronismo federal explicó Ernesto Sanz que “hay un problema de filosofía, no se puede hablar del campo, cuando quien gobierna está imbuido de un pensamiento que abomina los sistemas productivos”, con una “década desaprovechada”, a la mitad de este proceso “cuando tuvieron que poner en juego su ideología, sus convicciones, ahí empezamos a fallar; y no por casualidad a partir de ahí se dio el conflicto con el campo donde se perdió la brújula”.
Coincidió con De la Sota en que hay que generar más para poder distribuir mejor, incluso en que “de 2015 en adelante esto lo vamos a poder cambiar”.
“Argentina pasó de ser transformadora a contenedora. La escuela contenedora está generando argentinos a los cuales no se les premia el esfuerzo, luego ciudadanos, que salen con la cabeza de la dependencia”.
Habló de un federalismo “nunca tan devaluado”, generando “el problema del unitarismo, no sólo fiscal, sino cultural, con el fanatismo del gobierno nacional y la humillación, degradación, a la que se llega del otro lado del mostrador”, mientras las promesas de recaudación y posterior inversión nunca se cumplieron, siendo ejemplo de esto la energía que demanda 15 mil millones de dólares, equivalente al 45 por ciento de lo que produce el campo.
Para Sanz existe un “populismo autoritario, porque explotó un sistema económico sino también un sistema político del bipartidismo, que era lo que generaba equilibrio, controles, mensajes, eso se perdió. La recuperación del sistema político ha sido deformada, por lo tanto hay que recobrar el equilibrio del sistema político, ya no desde el bipartidismo clásico pero sí a partir de un eje en el peronismo, con un debate interno; y una modernización en el mundo no peronista, para poder reconstruir y recuperar una coalición poderosa”.
En cuanto a elecciones, esta “es una Argentina que tenemos al alcance de la mano, la primera etapa es en octubre, la gran ganadora va a ser la sociedad si pone límites, después nosotros vamos a hacer la siguiente tarea”, por lo tanto la crisis vigente “tiene encerrada una oportunidad de poner límites, matices, el mundo está mirando a América Latina con mucha expectativa, el dolor es que nosotros hoy no podamos aprovecharlo”. El radical concluyó, “tengo gran expectativa en 2015, no bajemos los brazos y no aflojemos en ninguno de los días”.
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