Debieron pasar tres años y muchos sucesos climáticos y económicos para la devaluación del peso, para que las exportaciones de carne vacuna comenzaran a repuntar su nivel, que aún continúa en niveles históricos mínimos, según informara la Cámara de la Industria de la Carne.
Mientras siguen sostenidos los niveles de consumo interno de carne, se inicia el riesgo de “liquidación de existencias”, para seguir achicando el stock nacional, que hoy dispone 43 hembras de cada cien cabezas que llegan a los frigoríficos. Ese 43 por ciento de participación de las hembras es un “valor crítico”. En los primeros ocho meses, en Argentina se faenaron 8,43 millones de cabezas, un 13% más que en igual período de 2012.
Hay que tener en cuenta las palabras de Miguel Schiariti, titular de CICCRA. “En agosto llegó a su fin la fase de recomposición de existencias puesta en marcha en la primavera de 2009”. Según sus datos, entre enero y julio las exportaciones de carne totalizaron 76.172 toneladas y se ubicaron 9,9% por encima de las de igual período de 2012. Si se compara sólo el cuatrimestre abril/julio, el salto fue de casi 27%. Están muy lejos de las 430 mil toneladas que se exportaban en 2009.
“En un marco de relativa estabilidad del valor en pesos de la hacienda en pie, la política de depreciación gradual del peso argentino por parte del Banco Central hizo que su valor en dólares cayera casi continuamente desde 2011”, explicó el análisis de CICCRA, añadiendo que los consumidores argentinos requirieron en los últimos doce meses el equivalente a 62,2 kilos anuales per cápita, un diez por ciento menos que en 2009, pero casi nueve puntos más que en el año anterior.
EFICIENCIA
Mientras en el pasado congreso de Carsfe, Dardo Chiesa les decía a los productores que el debate que tienen que darse internamente es la ubicación en la economía de la ganadería, la influencia interna del negocio, pero sobre todo la fijación de metas productivas para no caer eternamente en el reclamo de la rentabilidad, el asesor del IPCVA habló con LA OPINION sobre la perspectiva del sector.
“Yo me río para no llorar, porque dicen que estamos séptimos entre los exportadores, pero en realidad Argentina esta onceava; y se empezó a publicar esta tabla de once países, para que podamos aparecer, porque ya nos caímos. Estamos exportando menos que México, menos que la Unión Europea que por la tan severa crisis bajó su consumo de carne, entonces, así como importa carne de calidad, exporta de baja calidad a Africa”. Chiesa sostiene que “acá lo importante es ver qué pasa en la Argentina, qué efecto produce el hecho de no exportar. Lo que sucede es que se satura otra vez nuestro mercado, los argentinos volvemos a comer 62 kilos por año, los precios no acompañan a los costos y esto genera una vez más un mecanismo de liquidación de stocks”.
Es concreto al mencionar que “hay un viejo axioma que dice que cuando superás el 42 por ciento de hembras en la faena estás en un proceso de liquidación y si estás abajo, estás en un proceso de retención. Ahora con la nueva terminología, los sistemas de feedlot los porcentajes tienden a aumentar, con muchos condicionantes tecnológicos, del 42 se pasó al 45 por ciento, por eso se puede discutir, el tema es que venimos de 34 y llegamos a 42 en una tendencia ascendente y si seguimos así vamos a entrar de lleno en un proceso de liquidación”.
El sector se debate entre la no apertura de la exportación, el alto consumo interno, el encierre en marzo de los feedlot para vender durante la primavera, “entonces se inunda la plaza de carne y los precios bajan para el productor, no en los mostradores de las carnicerías. Es ahí cuando la cadena de comercialización dice que aprovecha para recomponer costos compensando los tiempos negativos. En fin, todo el mundo defiende lo suyo, pero la verdad es que vamos a volver a tener baja de precios y esto desincentiva el negocio, con la consecuente liquidación de stock. Estamos en un proceso de restarle valor a la carne que no tiene ningún sentido”.
Mirando cada variable, incluyendo los incumplimientos de Cuota Hilton, el asesor del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna enfatiza que “la clave está en ser más eficientes”.
“Hoy en los procesos de engorde hay muchas raciones que bajan costos, esta es una relación de insumo-producto. Uno se sienta con un veterinario y un nutricionista que reformulen las raciones y uno llega adonde tiene que llegar para no perderse y permanecer en una relación de rentabilidad. Pero el criador tiene que ser eficiente, la única que le queda es estar por encima del 75 por ciento de ternero logrado, más al oeste del país se va es más difícil. Por eso, condición corporal, destete precoz, son herramientas que hoy hay que tener, para que no se salga del circuito”.
Chiesa habla de actualizar criterios, “hay mucha gente que sabe mucho, desde el Instituto hemos publicado bastante. Hoy la información está en las revistas, en internet, no hace falta llamar a nadie de otro lado que nos venga a explicar nada. Hacer las cosas bien sale más barato que hacerlas mal, por eso el productor tiene que abrirle la puerta al técnico que sabe, entonces al sacar cuentas podemos economizar y encontrar las respuestas que necesitamos.
Hay que asesorarse bien y es importante planificar, porque no es lo mismo un productor que tiene 300 hectáreas y dos hijos estudiando en la primaria, que uno que tiene a los chicos estudiando afuera. Es necesario saber contra qué montaña nos vamos a chocar y la plata tiene que alcanzar”, sugirió para continuar en campaña.
Mientras siguen sostenidos los niveles de consumo interno de carne, se inicia el riesgo de “liquidación de existencias”, para seguir achicando el stock nacional, que hoy dispone 43 hembras de cada cien cabezas que llegan a los frigoríficos. Ese 43 por ciento de participación de las hembras es un “valor crítico”. En los primeros ocho meses, en Argentina se faenaron 8,43 millones de cabezas, un 13% más que en igual período de 2012.
Hay que tener en cuenta las palabras de Miguel Schiariti, titular de CICCRA. “En agosto llegó a su fin la fase de recomposición de existencias puesta en marcha en la primavera de 2009”. Según sus datos, entre enero y julio las exportaciones de carne totalizaron 76.172 toneladas y se ubicaron 9,9% por encima de las de igual período de 2012. Si se compara sólo el cuatrimestre abril/julio, el salto fue de casi 27%. Están muy lejos de las 430 mil toneladas que se exportaban en 2009.
“En un marco de relativa estabilidad del valor en pesos de la hacienda en pie, la política de depreciación gradual del peso argentino por parte del Banco Central hizo que su valor en dólares cayera casi continuamente desde 2011”, explicó el análisis de CICCRA, añadiendo que los consumidores argentinos requirieron en los últimos doce meses el equivalente a 62,2 kilos anuales per cápita, un diez por ciento menos que en 2009, pero casi nueve puntos más que en el año anterior.
EFICIENCIA
Mientras en el pasado congreso de Carsfe, Dardo Chiesa les decía a los productores que el debate que tienen que darse internamente es la ubicación en la economía de la ganadería, la influencia interna del negocio, pero sobre todo la fijación de metas productivas para no caer eternamente en el reclamo de la rentabilidad, el asesor del IPCVA habló con LA OPINION sobre la perspectiva del sector.
“Yo me río para no llorar, porque dicen que estamos séptimos entre los exportadores, pero en realidad Argentina esta onceava; y se empezó a publicar esta tabla de once países, para que podamos aparecer, porque ya nos caímos. Estamos exportando menos que México, menos que la Unión Europea que por la tan severa crisis bajó su consumo de carne, entonces, así como importa carne de calidad, exporta de baja calidad a Africa”. Chiesa sostiene que “acá lo importante es ver qué pasa en la Argentina, qué efecto produce el hecho de no exportar. Lo que sucede es que se satura otra vez nuestro mercado, los argentinos volvemos a comer 62 kilos por año, los precios no acompañan a los costos y esto genera una vez más un mecanismo de liquidación de stocks”.
Es concreto al mencionar que “hay un viejo axioma que dice que cuando superás el 42 por ciento de hembras en la faena estás en un proceso de liquidación y si estás abajo, estás en un proceso de retención. Ahora con la nueva terminología, los sistemas de feedlot los porcentajes tienden a aumentar, con muchos condicionantes tecnológicos, del 42 se pasó al 45 por ciento, por eso se puede discutir, el tema es que venimos de 34 y llegamos a 42 en una tendencia ascendente y si seguimos así vamos a entrar de lleno en un proceso de liquidación”.
El sector se debate entre la no apertura de la exportación, el alto consumo interno, el encierre en marzo de los feedlot para vender durante la primavera, “entonces se inunda la plaza de carne y los precios bajan para el productor, no en los mostradores de las carnicerías. Es ahí cuando la cadena de comercialización dice que aprovecha para recomponer costos compensando los tiempos negativos. En fin, todo el mundo defiende lo suyo, pero la verdad es que vamos a volver a tener baja de precios y esto desincentiva el negocio, con la consecuente liquidación de stock. Estamos en un proceso de restarle valor a la carne que no tiene ningún sentido”.
Mirando cada variable, incluyendo los incumplimientos de Cuota Hilton, el asesor del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna enfatiza que “la clave está en ser más eficientes”.
“Hoy en los procesos de engorde hay muchas raciones que bajan costos, esta es una relación de insumo-producto. Uno se sienta con un veterinario y un nutricionista que reformulen las raciones y uno llega adonde tiene que llegar para no perderse y permanecer en una relación de rentabilidad. Pero el criador tiene que ser eficiente, la única que le queda es estar por encima del 75 por ciento de ternero logrado, más al oeste del país se va es más difícil. Por eso, condición corporal, destete precoz, son herramientas que hoy hay que tener, para que no se salga del circuito”.
Chiesa habla de actualizar criterios, “hay mucha gente que sabe mucho, desde el Instituto hemos publicado bastante. Hoy la información está en las revistas, en internet, no hace falta llamar a nadie de otro lado que nos venga a explicar nada. Hacer las cosas bien sale más barato que hacerlas mal, por eso el productor tiene que abrirle la puerta al técnico que sabe, entonces al sacar cuentas podemos economizar y encontrar las respuestas que necesitamos.
Hay que asesorarse bien y es importante planificar, porque no es lo mismo un productor que tiene 300 hectáreas y dos hijos estudiando en la primaria, que uno que tiene a los chicos estudiando afuera. Es necesario saber contra qué montaña nos vamos a chocar y la plata tiene que alcanzar”, sugirió para continuar en campaña.
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