Hacía más de un año que un grupo de dirigentes tamberos venía solicitando al Gobierno Provincial una reestructuración normativa de lo que se había conocido como el “decreto Binner”, aquel conjunto de medidas que comenzaba a ordenar la lechería argentina.
Laboratorios de referencia, precios de referencia, leche funcional, registro de tambos, e incluso detalle composicional era lo que se impulsaba en 2009, restando un mayor apoyo estructural para poder dar más formalidad a esta necesidad sectorial.
La transacción informal histórica de la lechería hace que desde Santa Fe se impulse este pedido, en su inicio por parte de tamberos y pymes y ahora recordado más por los productores, mientras las pequeñas y medianas industrias disfrutan de las mieles de los dineros oficiales, en un monto cercano a los 1.8000.000 millones de pesos; y se entretienen en cuestiones como el reciclado de un inmueble en Rafaela para un supuesto estallido del mercado y la capacitación.
En definitiva, esta semana se conoció la decisión de dar un paso adelante, tarde, pero en concreto.
El Ministerio de la Producción firmó la Resolución Nº 439, sobre el Decreto Nº 1532/09, en la que el ministro Carlos Fascendini resolvió que todos los productores lecheros, las industrias y plantas de elaboración de lácteos de la provincia deben inscribirse
en el Registro Provincial de Producciones. La intención es que la información sea de acceso público a través del portal del Gobierno santafesino.Con la mira en la transparentación de la cadena y con las condiciones que se le permiten a la provincia por acompañando las disposiciones actuales de la Nación.
Las empresas lácteas deben informar y publicar los valores de los precios abonados a los productores por la denominada Leche de Referencia (hay que tener en cuenta que supuestamente en junio entrará en vigencia este sistema de liquidación a nivel nacional, que se viene postergando desde 2013). Aquí se contemplará la composición de grasa
butirosa, proteínas, células somáticas y condiciones higiénico-sanitarias.Será a partir del primer día de junio que los operadores registrados deberán informar los montos por kilo de proteína, de grasa y el precio referencial promedio, en un marco donde se promueven nuevas condiciones higiénico sanitarias.
En cuanto a la validación de parámetros, tanto para análisis estándar como los que contienen discrepancias, se integran a la Red de Laboratorios Provincial, a los que están habilitados por el INTI; como es el caso del Laboratorio Regional de Servicios Analíticos (LARSA), dependiente de la Asociación de Entidades de Control Lechero (ALECOL), que actuará como laboratorio arbitral a fin de dirimir tales diferencias.
El punto clave de la Resolución Nº 439 es su artículo 8, donde se establece también que los productores primarios tienen derecho, al igual que el industrial, a pedir la formalización de las condiciones de compra y venta que pactan entre las partes, no pudiendo una parte negarse al pedido de la otra. Este “Acuerdo Lácteo”, es una primera instancia de avance hacia una suerte de acceso a contratos. Se enumera en este sentido al estándar de composición en grasa y proteína, junto con las condiciones higiénico-sanitarias por las que las usinas pagan bonificaciones o penalizan las liquidaciones, con el detalle de sus rangos; condiciones de pago, fechas y plazos; laboratorio tercerizado donde se dirimirán diferencias de criterio; domicilios de las partes y protocolos de muestreo.
De esta manera y con un mes por delante para el registro de la cadena láctea santafesina, la provincia abre una instancia de regularización que aún se debe la Nación. Dependerá de productores e industriales que esto prospere y sobre todo, que se afiance en el sector.
Ahora quedará pendiente el crecimiento del Plan Lechero Santafesino, que en los próximos días y bajo el formato de la Región Centro tendrá una nueva instancia de elaboración en la provincia de Córdoba, para poder mostrar que más allá que el Ministerio de Agricultura de la Nación adopte la quietud como política, las provincias pueden despegarse, ordenarse y mejorar las condiciones de una de las economías regionales más relevantes que tiene el país.
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