Vigente la subvención de tasas junto a Santa Fe y Buenos Aires, suma préstamos a través del Banco Nación. A pesar de la caída productiva del 30 por ciento, ofrecen subsidios para los más chicos que hayan superado interanualmente su producción de mayo.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - “No por mucho madrugar se amanece más temprano” decía ayer un tambero, que leyendo LA OPINION recordaba los compromisos asumidos por el Gobierno y corridos en el tiempo, aunque hayan pasado sólo unos días desde las palabras oficiales. En la desazón de haber sido embelesados por la recepción en el Ministerio de Economía, fueron muchos los que una vez más volvieron a resignar posturas y retomaron el mismo gesto adusto que dos veces cada día los pone frente a las vacas.
Ayer los invitábamos a tomar asiento a los productores, primero en el antiguo banco para ordeñar, pero luego en las reposeras de madera y lona para estar más cómodos. Haciendo un repaso de todo lo prometido diez días antes, parece que hemos alterado la modorra oficial y algunos asiduos lectores acusaron recibo de la falta de cumplimiento de la función pública y pidieron agilizar los trámites.
Lo cierto es que hay anuncios, pero aún nigún tambero puede salir de manera desenfrenada a instalarse frente a una mueblería para adquirir un sofá reclinable para un mejor paso por todos estos meses que restan hasta el final de 2015, al menos, porque las “herramientas” propuestas tardarán en activarse. Claro que de mejoras concretas en las políticas, las que pueden modificar las realidades concretas, no hay nada, así que no salgan de la incomodidad de siempre y resígnense a las condiciones de siempre.
EN EL BANCO NACION
Vamos a detallar el parte oficial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca donde se hace referencia al “establecimiento de nuevas líneas de financiamiento con tasas bonificadas para capital de trabajo, equipamiento e infraestructura y un estímulo para la producción de litros y sólidos útiles adicionales”. Será así que “a través del Banco de la Nación Argentina se dispondrá de 500 millones de pesos para préstamos al sector con una bonificación de tasa de cuatro puntos sobre la tasa de interés asumida por la cartera agropecuaria, con el objetivo de financiar la realización de inversiones en capital de trabajo y equipamiento, infraestructura y genética e incorporación de innovaciones tecnológicas”.
El punto está acá, se destina a tambos, “unidades económicas pequeñas y medianas con una producción promedio menor a 3.000 litros diarios (cerca del 75% de los tambos del país)”. Por lo tanto, el parámetro de siempre de los tres mil litros como límite queda en el olvido y serán los que produzcan menos los que puedan acceder al beneficio.
Se aclara desde el MAGyP que “se acordó con los gobiernos provinciales de Buenos Aires y Santa Fe, a través de sus agentes financieros, el Nuevo Banco de Santa Fe y el Banco de la Provincia de Buenos Aires, la creación de otras dos líneas de préstamos que en una primera etapa ascenderán a $150 millones para productores del sector que se encuentren en situaciones de emergencia”. Es así que la tasa de interés se bonificará de manera compartida entre las mencionadas provincias y el Ministerio de Agricultura. En este sentido, en nuestra provincia, comenzó a regir muy recientemente la subvención de cinco puntos porcentuales de la tasa por parte de la Nación, sumado a un monto similar por parte de la Casa Gris, con lo cual el 13 por ciento es el total que debe afrontar el tambero. Claro que son muy pocos los que acceden al beneficio, ya que la mayoría de los productores que hoy están en emergencia, vienen acumulando deudas anteriores, que no permiten calificar para el crédito.
SUBSIDIO PARA LA
SUPERPRODUCCION
A pesar de haberse negado en el encuentro del lunes 14 de julio a dar subsidios, el planteo fue repensado, pero de la peor manera.
Recordarán quienes estuvieron en la asamblea de Sunchales, o quienes leyeron las crónicas en su momento que el Subsecretario de Lechería de la Nación reconocía la merma productiva láctea. Con cifras que rondan el 30 por ciento de caída, se decide premiar a quienes produzcan más en la comparación interanual, aunque resulte difícil leerlo.
“La Secretaría de Comercio de la Nación otorgará una medida de estímulo también para tambos cuya producción promedio en mayo de 2014 haya sido menor a 3.000 litros diarios. Se transferirá mensualmente a cada tambo la suma de $10 por kilogramo adicional de sólido útil, medido interanualmente. Las transferencias tendrán un tope máximo mensual de $10 millones. El beneficio será otorgado a todos aquellos productores con incrementos que puedan verificarse en tanto remitan su leche a empresas que informen las compras en el sistema informático de pago por calidad”. A los más chicos que son siempre los más perjudicados, incluyendo el declive sectorial, ahora se los sale a buscar con lupa para pagar. Ojalá aparezcan muchos exitosos que den sentido a esta decisión de subsidiar, luego de cinco años.
La aclaración final oficial es imperdible. “Estas iniciativas buscan paliar la situación que atraviesa el sector, producto de excesos de calor en verano y fuertes lluvias durante el otoño que afectaron negativamente la producción lechera en los últimos meses, como así también acompañar desde el Gobierno Nacional expectativas de crecimiento para la actividad”.
Claro que en la lista de deudas que ayer publicábamos está la convocatoria al diálogo con los productores y la promesa de mostrar el estudio de competitividad de la cadena en la puesta en escena de la comprensión tambera, que llega tarde, pero seguro. Se remarca que “continúan en análisis otras medidas para potenciar el crecimiento del sector en el mediano plazo continuando con el trabajo conjunto entre Nación, provincias y los distintos eslabones de la cadena productiva”.
A seguir soñando con la cómoda poltrona, sobre todo para la espera en los bancos, cuando haya que presentar tantos papeles como entren en cada mano para intentar acceder a los beneficios y ahí si, vivir la vida de la oligarquía tambera, pero sin olvidar la doble cita diaria junto a la ordeñadora.
Ayer los invitábamos a tomar asiento a los productores, primero en el antiguo banco para ordeñar, pero luego en las reposeras de madera y lona para estar más cómodos. Haciendo un repaso de todo lo prometido diez días antes, parece que hemos alterado la modorra oficial y algunos asiduos lectores acusaron recibo de la falta de cumplimiento de la función pública y pidieron agilizar los trámites.
Lo cierto es que hay anuncios, pero aún nigún tambero puede salir de manera desenfrenada a instalarse frente a una mueblería para adquirir un sofá reclinable para un mejor paso por todos estos meses que restan hasta el final de 2015, al menos, porque las “herramientas” propuestas tardarán en activarse. Claro que de mejoras concretas en las políticas, las que pueden modificar las realidades concretas, no hay nada, así que no salgan de la incomodidad de siempre y resígnense a las condiciones de siempre.
EN EL BANCO NACION
Vamos a detallar el parte oficial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca donde se hace referencia al “establecimiento de nuevas líneas de financiamiento con tasas bonificadas para capital de trabajo, equipamiento e infraestructura y un estímulo para la producción de litros y sólidos útiles adicionales”. Será así que “a través del Banco de la Nación Argentina se dispondrá de 500 millones de pesos para préstamos al sector con una bonificación de tasa de cuatro puntos sobre la tasa de interés asumida por la cartera agropecuaria, con el objetivo de financiar la realización de inversiones en capital de trabajo y equipamiento, infraestructura y genética e incorporación de innovaciones tecnológicas”.
El punto está acá, se destina a tambos, “unidades económicas pequeñas y medianas con una producción promedio menor a 3.000 litros diarios (cerca del 75% de los tambos del país)”. Por lo tanto, el parámetro de siempre de los tres mil litros como límite queda en el olvido y serán los que produzcan menos los que puedan acceder al beneficio.
Se aclara desde el MAGyP que “se acordó con los gobiernos provinciales de Buenos Aires y Santa Fe, a través de sus agentes financieros, el Nuevo Banco de Santa Fe y el Banco de la Provincia de Buenos Aires, la creación de otras dos líneas de préstamos que en una primera etapa ascenderán a $150 millones para productores del sector que se encuentren en situaciones de emergencia”. Es así que la tasa de interés se bonificará de manera compartida entre las mencionadas provincias y el Ministerio de Agricultura. En este sentido, en nuestra provincia, comenzó a regir muy recientemente la subvención de cinco puntos porcentuales de la tasa por parte de la Nación, sumado a un monto similar por parte de la Casa Gris, con lo cual el 13 por ciento es el total que debe afrontar el tambero. Claro que son muy pocos los que acceden al beneficio, ya que la mayoría de los productores que hoy están en emergencia, vienen acumulando deudas anteriores, que no permiten calificar para el crédito.
SUBSIDIO PARA LA
SUPERPRODUCCION
A pesar de haberse negado en el encuentro del lunes 14 de julio a dar subsidios, el planteo fue repensado, pero de la peor manera.
Recordarán quienes estuvieron en la asamblea de Sunchales, o quienes leyeron las crónicas en su momento que el Subsecretario de Lechería de la Nación reconocía la merma productiva láctea. Con cifras que rondan el 30 por ciento de caída, se decide premiar a quienes produzcan más en la comparación interanual, aunque resulte difícil leerlo.
“La Secretaría de Comercio de la Nación otorgará una medida de estímulo también para tambos cuya producción promedio en mayo de 2014 haya sido menor a 3.000 litros diarios. Se transferirá mensualmente a cada tambo la suma de $10 por kilogramo adicional de sólido útil, medido interanualmente. Las transferencias tendrán un tope máximo mensual de $10 millones. El beneficio será otorgado a todos aquellos productores con incrementos que puedan verificarse en tanto remitan su leche a empresas que informen las compras en el sistema informático de pago por calidad”. A los más chicos que son siempre los más perjudicados, incluyendo el declive sectorial, ahora se los sale a buscar con lupa para pagar. Ojalá aparezcan muchos exitosos que den sentido a esta decisión de subsidiar, luego de cinco años.
La aclaración final oficial es imperdible. “Estas iniciativas buscan paliar la situación que atraviesa el sector, producto de excesos de calor en verano y fuertes lluvias durante el otoño que afectaron negativamente la producción lechera en los últimos meses, como así también acompañar desde el Gobierno Nacional expectativas de crecimiento para la actividad”.
Claro que en la lista de deudas que ayer publicábamos está la convocatoria al diálogo con los productores y la promesa de mostrar el estudio de competitividad de la cadena en la puesta en escena de la comprensión tambera, que llega tarde, pero seguro. Se remarca que “continúan en análisis otras medidas para potenciar el crecimiento del sector en el mediano plazo continuando con el trabajo conjunto entre Nación, provincias y los distintos eslabones de la cadena productiva”.
A seguir soñando con la cómoda poltrona, sobre todo para la espera en los bancos, cuando haya que presentar tantos papeles como entren en cada mano para intentar acceder a los beneficios y ahí si, vivir la vida de la oligarquía tambera, pero sin olvidar la doble cita diaria junto a la ordeñadora.
Comentarios