EL MARTES RECIBIRÁN A TAMBEROS EN EL MINISTERIO DE ECONOMÍA

Por Elida Thiery - Pasan los días, se espera para el lunes el segundo pago de las compensaciones, pero la situación no repunta para los tamberos.
Ya deberían tener casi todo el subsidio en el bolsillo los productores, pero recién este 15 de junio llegaría el segundo de tres pagos de aquellos 30 centavos por litro, para quienes producen hasta 2.900 diarios, que se entregarán ante una situación de crisis que ya se veía en marzo, no sólo por las inundaciones, como en nuestra región, sino por el declive de las exportaciones por causas internas, agravadas por la cotización internacional y la falta de competitividad del dolar argentino. Lo que se creía resolver con unos millones de pesos, ya no alcanza, la situación se agrava, los precios al productor parecen de inevitable baja desde los pagos que hacen las industrias, la próxima paritaria de los trabajadores lecheros, inminente y para nada restringida a lo que solicita la Nación, hacen que se acelere el pedido de soluciones en este segmento de la economía que es regional, pero que afecta y mucho al balance nacional.
Con los frutícolas del Alto Valle de Río Negro reclamando en similar tendencia, pero con manifestaciones en las rutas, los tamberos no quieren llegar a eso que sería volver a transitar un capítulo de la historia que trae más malos recuerdos que soluciones. Sin embargo la falta de reacción de la Nación no deja demasiadas alternativas.
A su paso por AgroActiva, el miércoles, el secretario de Agricultura nacional, Gabriel Delgado, recordaba mirando a la prensa presente que las promesas en cuanto a la lechería las conserva intactas desde la edición anterior a la muestra y que nada hizo para resolver ni siquiera el ritmo de la entrega para los permisos de exportación o por lo menos, generar un discurso que sea más realista y no tan idealista sobre un sector que no cesa en sus crisis más álgidas desde 2007. Fue Delgado quien se reunió ayer en Monje con un grupo de representantes de Meprolsafe, sin anuncios y sin nada firme, pero tan solo manifestando la preocupación que nunca avanza al plano de las decisiones.
El funcionario, que es superior del Subsecretario de Lechería supuestamente estaría de acuerdo con prolongar unos meses los subsidios e incluso contemplar alguna suerte de protección para la industria. La idea del Estado benefactor, con la fijación de mantener atados a todos con favores y dinero público, que es de todos pero que se usa como si fuera de una caja propia, en vez de modificar las políticas que permitan a todos valerse por si mismos, como por ejemplo dejar que se exporte con mayor libertad, para equiparar las cuentas privadas y así poder cumplir de mejor forma con sus principales proveedores que son los tamberos y con el resto de la cadena. A ésto se añade que desde ATILRA mismo se esté presionando para que los industriales no puedan colaborar con las firmas que atraviesan las situaciones más críticas y esa presión no es una idea efímera, sino que se escribe y se entrega a cada uno de los titulares de las empresas que hacen al negocio lechero nacional.
Eso sí, jamás esta gestión de Gobierno se animará a tocar a la cadena comercial, al supermercadismo al que tanto favoreció y en pocas oportunidades castigó más pública que realmente. Hace falta repasar cómo cada semana se remarcan los precios en las heladeras, como de a centavos o directamente por pesos se elevan los números para el consumo entre los lácteos, en definitiva, cuánto de la renta se queda en la cadena comercial que es la mayoritaria, cuánto han perdido las industrias y qué poco les queda a los tamberos en números finales. Pero para que eso suceda habrá que esperar a una nueva gestión, sea del color que fuere, porque el kirchnerismo no va a dar de baja los acuerdos con los grandes del comercio y esa es la resignación que no tienen los productores que hoy por hoy la están pasando mal.
Será el martes al mediodía que al menos la Secretaría de Comercio Interior ensaye una suerte de comunicación seria para afrontar el problema lechero, que quizá se anime Kicillof a decir de frente que las cosas van muy bien, mientras los tambos se siguen rematando desde sus rodeos completos y lo heroico del Ministro termina así siendo un capitulo más de la historia cruel reciente hacia la producción nacional.

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