Por Elida Thiery - Ayer al mediodía, cuando ya los tamberos habían ido al banco y no tenían novedades en las cuentas sobre el segundo de los tres pagos del subsidio de 30 centavos que la Nación estableció en marzo, para los productores de hasta 2.900 litros diarios, se podía ver en el sitio de la Secretaría de Comercio Interior un listado de mil beneficiarios. Pasó un rato y parece que se dieron cuenta del error, corrigiendo a 2.384 CUIT que cobrarían hoy algo más de 28 millones de pesos, número en el que ingresan los montos corregidos del primer pago, que para 890 productores había estado mal liquidado; y en muchos casos por diferencias abismales de lo que debían percibir.
Con un día de demora del plazo acordado que vence cada 15 y con el atraso de dos meses desde el compromiso original, hoy el pago coincidirá con el encuentro que en este mediodía se hará en el Ministerio de Economía, tal como lo anticipara la semana anterior CASTELLANOS, al momento de ser convocadas las entidades que representan a los productores, a las que se sumarían algunas figuras de la industria e incluso de ATILRA para poner sobre la mesa algunas cifras y lineamientos, que por supuesto siempre excluyen a la comercialización.
No se descarta que en tiempo de armado de listas y previas electorales a nivel nacional se pueda anunciar una extensión de las compensaciones e incluso ayudas extraordinarias a las industrias. Con precios bajos en el exterior pero también con la demanda caída por la demora en las entregas de los Roe e incluso por la ineludible afección de la cotización del dólar que resta competitividad a los productos argentinos.
Mientras el sector se arrastra, es sarcástico leer declaraciones del Subsecretario de Lechería de la Nación en las que afirma que 2011 fue un año récord, luego de 2003 y la lógica crisis, pero parece olvidarse que los 11 mil millones de litros de leche al año también se habían logrado en el cierre de la década del ´90. En declaraciones a la agencia de noticias oficialista Telam, Arturo Jorge Videla manifestó que en materia de políticas lecheras siempre se está pensando en el mediano y largo plazo, "asumiendo que se trata de un sector que depende del escenario internacional que hoy nos está dando una señal de precios muy bajos por los commodities", con lo cual deriva todas las responsabilidades de las pérdidas millonarias que no se pueden frenar a lo que pase en las cotizaciones de Fonterra, por ejemplo.
Pero por suerte hay un viso de sincerdidad, "se ha avanzado mucho, siempre queda por hacer", volviendo siempre al "marco regulatorio que genere las herramientas anticíclicas para el mejor desarrollo del sector lácteo" que para él se deberían resumir en una Ley pero que debieran comenzar por decisiones políticas más acertadas en lo inmediato. El Gobierno teme un reclamo conjunto del sector, que la leche se sume a las economías regionales que hoy gritan por su subsistencia, como es el caso de los productores frutícolas de Río Negro o los yerbateros en Misiones.
La crisis es algo vívido para la lechería en la actualidad, las decisiones no tan efectivas y el padecimiento es mucho, por más que se alarguen los subsidios y se intente emparchar una situación que lleva años y que no se corrige.
Con un día de demora del plazo acordado que vence cada 15 y con el atraso de dos meses desde el compromiso original, hoy el pago coincidirá con el encuentro que en este mediodía se hará en el Ministerio de Economía, tal como lo anticipara la semana anterior CASTELLANOS, al momento de ser convocadas las entidades que representan a los productores, a las que se sumarían algunas figuras de la industria e incluso de ATILRA para poner sobre la mesa algunas cifras y lineamientos, que por supuesto siempre excluyen a la comercialización.
No se descarta que en tiempo de armado de listas y previas electorales a nivel nacional se pueda anunciar una extensión de las compensaciones e incluso ayudas extraordinarias a las industrias. Con precios bajos en el exterior pero también con la demanda caída por la demora en las entregas de los Roe e incluso por la ineludible afección de la cotización del dólar que resta competitividad a los productos argentinos.
Mientras el sector se arrastra, es sarcástico leer declaraciones del Subsecretario de Lechería de la Nación en las que afirma que 2011 fue un año récord, luego de 2003 y la lógica crisis, pero parece olvidarse que los 11 mil millones de litros de leche al año también se habían logrado en el cierre de la década del ´90. En declaraciones a la agencia de noticias oficialista Telam, Arturo Jorge Videla manifestó que en materia de políticas lecheras siempre se está pensando en el mediano y largo plazo, "asumiendo que se trata de un sector que depende del escenario internacional que hoy nos está dando una señal de precios muy bajos por los commodities", con lo cual deriva todas las responsabilidades de las pérdidas millonarias que no se pueden frenar a lo que pase en las cotizaciones de Fonterra, por ejemplo.
Pero por suerte hay un viso de sincerdidad, "se ha avanzado mucho, siempre queda por hacer", volviendo siempre al "marco regulatorio que genere las herramientas anticíclicas para el mejor desarrollo del sector lácteo" que para él se deberían resumir en una Ley pero que debieran comenzar por decisiones políticas más acertadas en lo inmediato. El Gobierno teme un reclamo conjunto del sector, que la leche se sume a las economías regionales que hoy gritan por su subsistencia, como es el caso de los productores frutícolas de Río Negro o los yerbateros en Misiones.
La crisis es algo vívido para la lechería en la actualidad, las decisiones no tan efectivas y el padecimiento es mucho, por más que se alarguen los subsidios y se intente emparchar una situación que lleva años y que no se corrige.
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