El desafío es superar al menos un año de escollos económicos y más en el tambo

Algunos de los indicios de la primera jornada del quinto Congreso de Desarrollo Tecnológico, el evento anual de SanCor en Córdoba. Cambios políticos y económicos se avizoran para dar lugar a nuevas oprotunidades.


Tanti, Córdoba (Elida Thiery – enviada especial) - Cuando se habla de lechería argentina es inevitable mencionar a SanCor. A sabiendas de ésto, la cooperativa más grande del país cada año organiza un evento para capacitar a sus productores, pero a la vez, para ponerlos al tanto de los contextos internacionales, de las perspectivas económicas y de las posibilidades de abundar en la producción, más allá de la coyuntura; y con la intención de expandir las miradas. Con la promoción de nuevas formas de comunicarse, a través de la página web de la cooperativa, su cuenta de Twitter como @SanCorOk o en Facebook, incluso con grupos privados de productores, para intercambiar de mejor manera los conceptos.
El quinto Congreso del Programa de Desarrollo Tecnológico, en la Colonia de Trabajadores del Banco Provincia de Buenos Aires, comenzó a cumplir su objetivo al repasar, desde las sierras de la provincia de Córdoba, luego de la bienvenida que diera Gustavo Ferrero, el presidente de SanCor, con el análisis del economista Juan Manuel Garzón, se pudo entender cómo se está comportando globalmente la lechería y cómo afecta esto a nuestra producción.
Actualmente son 157 millones de toneladas de materia prima la que se pone en venta a nivel global, con todo tipo de derivados, pero no en forma de leche fluida, por su limitante de conservación. Esta cifra representa a un 20 por ciento de la leche que se produce en el mundo, con variaciones según la proporción de cada país, oscilando del 90 por ciento del que dispone Nueva Zelandia, pasando por el 60 por ciento de Uruguay (con lo cual la crisis internacional tiene más impacto a causa de las dificultades de venta al exterior), hasta el 18 por ciento de Estados Unidos, el 17 por ciento del total de Europa e incluso el 23 por ciento que tuvo de excedente para exportación la Argentina en 2014. En este mismo sentido, el titulado en economía destacó que la producción mundial está creciendo al dos por ciento anual, mientras que el comercio se acelera al cuatro por ciento, siendo las proteínas las que lideran el intercambio de productos por divisas. De todas maneras, la leche es el producto de mayor reducción en su precio. Comparando valores de junio de 2015, con los de diciembre de 2011, la diferencia es del 45 por ciento hacia abajo, en tanto, entre los precios de 2002 y los de 2007, con dos picos críticos, la diferencia de precios es del diez por ciento hacia abajo. Así Garzón considera que "este puede ser un tiempo de piso en los precios de la leche, porque son los lácteos los que tienen precios más bajos entre los commodities", entonces con 20 meses seguidos de ajuste, ésto se asimila a la crisis de 2007 y 2008, que tuvo 18 meses de retracción, pero ahora no se sabe si existirá una recuperación como en ese momento.
Mientras que entre siete u ocho países se expande la producción, existen mercados de relevancia como Rusia que dejaron de importar el año pasado y como contrapartida, aún Venezuela no copió la baja de precios , por lo tanto "llevaría unos 12 meses esta superproducción de leche que se tiene a nivel global, para poder absorber el impacto", señaló el economista, advirtiendo al mismo tiempo que "habrá que hacer un esfuerzo importante, para poder acomodarse a un nuevo escenario de precios, porque nadie va a poder soportar este escenario, por eso hay que monitorear las reacciones políticas, no sólo en la Argentina". Claro que hay que saber, a modo de mensaje esperanzador que "el mundo va a seguir creciendo porque las crisis pasan" y todas las variables entran en este concepto de Juan Manuel Garzón.

Pocos dólares, muchos pesos

Además de hablarse ayer de la importancia de cada uno de los actores en la tarea del tambo, de la aplicación del sentido común; y hasta la trascendencia de las generaciones en las organizaciones laborales de las que no escapan los tambos, se mezclaron como temas de reflexión, en un auditorio de unos 400 productores y directivos de SanCor.
De todos modos, Fausto Spotorno tomó la tarea de trasladar un mensaje directo de la realidad económica. "Argentina, así como está no puede seguir aguantando mucho. Le faltan dólares, le sobran pesos, la actividad económica no está creciendo y por eso ni políticamente se puede extender ésto", entonces "con el cambio de gobierno, dentro de lo posiblemente razonable, sea quién sea va a querer hacer lo suyo, entonces se van a tener que corregir los desequilibrios económicos, desde el tipo de cambio, volver a ganar exportaciones, hasta volver a hacer negocios que habían dejado de ser rentables", lo cual en una charla con CASTELLANOS, reconoció que "pueden ser cambios dolorosos, pero una vez superado eso hay una puerta importante a las oportunidades de nuestro país en el mundo, porque hay muchos otros países emergentes que ya se están recuperando, más allá de lo que sucede con China", por eso cita los ejemplos de los sectores de alimentos, energía y minería.
De todas maneras el economista reconoce que "antes de avanzar se debe superar este proceso, por eso en el mediano plazo están todos los problemas de la Argentina y en el largo plazo está el hecho de alcanzar las oportunidades". Ante ésto, Spotorno recomienda empezar a mirar positivamente los hechos, porque "el contexto interno se va a resolver en los próximos años y va a ser más en beneficio del productor que del resto, porque hoy la economía argentina no genera dólares y usualmente 
el equilibrio se da de esta manera, como si fuera alguien muy sediento que bebe de golpe por necesidad, cuando se flexibilice la economía, por la amplia necesidad de dólares se va a lograr el tipo de cambio en un número necesario para poder cumplir el objetivo recaudador, aunque los precios internacionales no sean los mejores".
Cree que el tipo de cambio va a ser alto, "16 pesos en promedio, pero en algún momento del año que viene va a llegar a los 20 pesos, siempre y cuando no se le escapen las variables político-económicas al próximo Gobierno, porque sino puede subir incluso más", concluyó.

Nada para festejar

En esta primera etapa propuesta por SanCor, los economistas fueron protagonistas, para ayudar a comprender los contextos en los que se tienen que desempeñar los productores, sobre quienes Carlos Seggiaro aseguró que recaerán en los próximos meses "la toma de decisiones más difíciles de los últimos años", en cuanto a inversiones, ventas y estrategias.
El consultor económico cordobés afirmó que como "la economía mundial no está de fiesta", con un débil escenario global, donde gran parte de Asia está devaluando y marca de gran manera la tendencia en baja de los precios de los commodities, coincidiendo desde la leche, al petróleo, todas las materias primas con cotizaciones en baja. Sumándose además a "El Niño", que aporta en nuestra región exceso de lluvias pero también sequías en el otro hemisferio. Todo tiene ciclos, sobre todo los precios, donde se genera una tracción entre oferta y demanda, que en definitiva regula al mercado.
Tiene que haber en el marco de la cadena de valor, un compromiso, aplicable esto a la lechería. Por eso, desde el supermercadismo, hasta la producción se sabe que resignar precio no es la clave del negocio, sino que la alternativa concreta va más allá, pero también se entiende un desempeño pobre con cualquier gobierno de la economía, cuando pesa la inflación.
En todo este marco, Seggiaro explicó que con una demanda floja, en gran parte debido a los cambiantes precios de los productos y con la producción lechera aumentando, hoy las empresas están stockeadas antes de iniciar la primavera que promete mucha más leche, lo cual no ofrece muchas chances que eso cambie en los próximos meses, con un mercado interno que no va a expandirse; y eso hace preocupante a todos los escenarios.
El economista sostuvo que "todos los candidatos van a tener que ir hacia el aumento de las tasas de interés en 2016" para asegurar las inversiones y la confianza. En esta estrategia, serán los productores los responsables de tener todo en orden, para lo cual hay que "juntarse con los contadores y emprolijar los ingresos y egresos".
Si bien hay "un proceso devaluatorio inevitable", "con un golpe devaluatorio se beneficia a los exportadores y se perjudica a los más pequeños", pero es sabido que los candidatos, "todos, van a querer intentar recuperar el atraso cambiario, con una batería de herramientas, en un marco de una foto muy complicada. "Los agricultores pueden mejorar, pero no se va a repetir la fiesta de 2003 a 2005. Se puede esperar una recuperación del margen de rentabilidad, discreta; y con ello un ajuste de gastos", por eso sugirió "seguir discutiendo los valores de los alquileres de los campos, sobre lo cual hoy hay un proceso de sinceramiento que me parece sumamente saludable", porque en semejante crisis, Seggiaro admite que "en los próximos meses creo que va a haber productores que van a salir del sistema".
De esta forma, el economista presenta un esquema de diferencias de productividad, que resultan en diferencias de manejo, pero al mismo tiempo, problemas en la gestión de las empresas, no necesariamente relacionadas a la escala o la inversión, pero son quienes padecen ésto los que se exponen al riesgo de salir de la actividad. Pero del mismo modo, asume que el manejo es vital para subsistir, incluso en un contexto económico muy complejo.
Sus conclusiones en el Congreso fueron, "no estamos condenados al éxito, ni como país, ni como sector. No hay ninguna fiesta el próximo año, pero si hay oportunidades, que se pueden concretar con un esfuerzo muy grande, tranqueras adentro con manejo y eficiencia, aunque el negocio se defina tranqueras afuera", la sugerencia fue que "el camino es trabajoso, pero el agregado de valor puede ser la clave para premiar al esfuerzo", orientándose a las necesidades de los mercados y a todos aquellos destinos que pueden regresar al negocio argentino o a los que aún no se descubrieron, pero a mediano y largo plazo, por los motivos sabidos.

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