Se corrió la reunión técnica un día, donde se esperan más definiciones de todos los sectores, en tanto hoy a las 19:30 en Villa San José, Meprolsafe, para todos los productores, hace una reunión informativa sobre las negociaciones por el precio.
Por Elida Thiery - El cierre de la semana pasada fue realmente complejo para la lechería.
Anticipábamos una reunión de las industrias en la que las posiciones manifestadas fueron muy firmes y se conocerán claramente en la próxima reunión técnica por el precio de la leche, que se pasó de hoy para mañana, a las 15 horas en el habitual salón del Ministerio de Economía. La unificación de criterios en la industria viene a cambiar la tendencia de los últimos meses, en los cuales las idas y vueltas hicieron tambalear, en tiempos de definición de paritarias lecheras, la estructura del CIL. Pero ahora, quizá con nueva representación ante las entidades de productores, por consecuencias de la afección de tantas tensiones durante las últimas semanas, llegarán todos de manera diferente al encuentro.
Los más radicalizados seguirán en esa postura, sin comprender que la mayoría de los productores no quiere más conflictos, sino simplemente la gestión por la mejora de los precios. Pero cuando se está tan impulsado por convicción o motivación es difícil entender lo contrario. Las otras entidades quieren soluciones, pero desde una postura mucho más técnica, más estratégica, intentando la modificación de definiciones políticas que pueden con una decisión alterar la ecuación económica del Estado y mejorarla para los productores.
La intención de subir los precios de los quesos para equiparar los pagos por litro no está aceptada por la industria, ya que no resuelve el problema del desplome internacional de cotizaciones, ni de la falta de mercados. Pero la estrategia del Gobierno es forzar la salida, sin animarse a resolver como corresponde, temiendo más perder los espacios en lo que es la base del Gabinete, que seguir perjudicando a ésta, una de las economías fundamentales e insignias del país.
Que las industrias ganaron mucho en su momento, es cierto, pero también lo es el beneficio percibido por la Nación, que acumuló millones jamás compartidos con los productores, ni siquiera en tiempos de compensaciones. Es más, aún se aguardan los lineamientos para darle continuidad al sistema que pueda sumar 30 centavos por litro, a quienes producen hasta 2.900 litros diarios para las industrias enmarcadas en el sistema de liquidación única, en una clara contradicción de definiciones. Pero la promesa compleja de querer extender el beneficio sigue demorando la llegada de fondos, aunque mínimos a quienes más lo precisan. El sistema de compensaciones debería haberse activado en su segunda fase del año hace rato, más allá de haberse anunciado hace casi un mes, con una fallida intervención de la Presidente con una explicación errónea del caso, porque debería darle continuidad por tres meses al plazo anterior, para cubrir la producción de junio a agosto.
Más allá de lo que aparece en el Boletín Oficial o no, el Gobierno no comprende que aquí el problema es mucho más grande de lo que pueden ver. Hoy la exportación representa el 20 por ciento de la materia prima que llega a industrializarse, por lo tanto la primavera que se acerca promete mucha más leche que desbordará a un mercado interno ya colapsado por precio y consumo. Es probable que un tema que no se trató con seriedad en ningún momento de toda la gestión, ni siquiera desde la creación de la Subsecretaría de Lechería, no encuentre en estos casi cuatro meses que restan una alternativa posible para acomodarse, mientras se aguarda la calma internacional que llegaría en 2016.
Quienes están hoy a cargo de la Nación deberían despertar a la realidad de una crisis que ya está dejando a muchos en el camino, porque no es un capricho de los grandes el tema de la baja de precios, sino que son las pymes las que deben recurrir a recortes de precios de hasta 18 centavos. Con las liquidaciones que ya empezaron a llegar a manos de los tamberos, con pocos valientes para levantar un teléfono y denunciar a quien no puede pagar más, para que el Gobierno apriete, no se sabe bien cómo, esta superación de las elecciones del domingo vuelve a descubrir una crisis profunda, que se intentó tapar al menos desde las horas transcurridas desde la insípida reunión del pasado martes y donde la negación no resuelve absolutamente nada, como ya está ampliamente demostrado.
Más allá de las amenazas de la gremial de trabajadores, lo concreto es que muchas empresas no pueden hacer frente a aumentos salariales del 31 por ciento y sostener al mismo tiempo el precio a los productores.
Todos estos desniveles son los que se deben atender con decisiones políticas, que pueden ir desde la apertura de mercados, la agilización de exportaciones, la reducción de retenciones, hasta la casi innombrable actualización del dólar para hacer competitivos a los lácteos argentinos, en un contexto tan conflictuado.
Anticipábamos una reunión de las industrias en la que las posiciones manifestadas fueron muy firmes y se conocerán claramente en la próxima reunión técnica por el precio de la leche, que se pasó de hoy para mañana, a las 15 horas en el habitual salón del Ministerio de Economía. La unificación de criterios en la industria viene a cambiar la tendencia de los últimos meses, en los cuales las idas y vueltas hicieron tambalear, en tiempos de definición de paritarias lecheras, la estructura del CIL. Pero ahora, quizá con nueva representación ante las entidades de productores, por consecuencias de la afección de tantas tensiones durante las últimas semanas, llegarán todos de manera diferente al encuentro.
Los más radicalizados seguirán en esa postura, sin comprender que la mayoría de los productores no quiere más conflictos, sino simplemente la gestión por la mejora de los precios. Pero cuando se está tan impulsado por convicción o motivación es difícil entender lo contrario. Las otras entidades quieren soluciones, pero desde una postura mucho más técnica, más estratégica, intentando la modificación de definiciones políticas que pueden con una decisión alterar la ecuación económica del Estado y mejorarla para los productores.
La intención de subir los precios de los quesos para equiparar los pagos por litro no está aceptada por la industria, ya que no resuelve el problema del desplome internacional de cotizaciones, ni de la falta de mercados. Pero la estrategia del Gobierno es forzar la salida, sin animarse a resolver como corresponde, temiendo más perder los espacios en lo que es la base del Gabinete, que seguir perjudicando a ésta, una de las economías fundamentales e insignias del país.
Que las industrias ganaron mucho en su momento, es cierto, pero también lo es el beneficio percibido por la Nación, que acumuló millones jamás compartidos con los productores, ni siquiera en tiempos de compensaciones. Es más, aún se aguardan los lineamientos para darle continuidad al sistema que pueda sumar 30 centavos por litro, a quienes producen hasta 2.900 litros diarios para las industrias enmarcadas en el sistema de liquidación única, en una clara contradicción de definiciones. Pero la promesa compleja de querer extender el beneficio sigue demorando la llegada de fondos, aunque mínimos a quienes más lo precisan. El sistema de compensaciones debería haberse activado en su segunda fase del año hace rato, más allá de haberse anunciado hace casi un mes, con una fallida intervención de la Presidente con una explicación errónea del caso, porque debería darle continuidad por tres meses al plazo anterior, para cubrir la producción de junio a agosto.
Más allá de lo que aparece en el Boletín Oficial o no, el Gobierno no comprende que aquí el problema es mucho más grande de lo que pueden ver. Hoy la exportación representa el 20 por ciento de la materia prima que llega a industrializarse, por lo tanto la primavera que se acerca promete mucha más leche que desbordará a un mercado interno ya colapsado por precio y consumo. Es probable que un tema que no se trató con seriedad en ningún momento de toda la gestión, ni siquiera desde la creación de la Subsecretaría de Lechería, no encuentre en estos casi cuatro meses que restan una alternativa posible para acomodarse, mientras se aguarda la calma internacional que llegaría en 2016.
Quienes están hoy a cargo de la Nación deberían despertar a la realidad de una crisis que ya está dejando a muchos en el camino, porque no es un capricho de los grandes el tema de la baja de precios, sino que son las pymes las que deben recurrir a recortes de precios de hasta 18 centavos. Con las liquidaciones que ya empezaron a llegar a manos de los tamberos, con pocos valientes para levantar un teléfono y denunciar a quien no puede pagar más, para que el Gobierno apriete, no se sabe bien cómo, esta superación de las elecciones del domingo vuelve a descubrir una crisis profunda, que se intentó tapar al menos desde las horas transcurridas desde la insípida reunión del pasado martes y donde la negación no resuelve absolutamente nada, como ya está ampliamente demostrado.
Más allá de las amenazas de la gremial de trabajadores, lo concreto es que muchas empresas no pueden hacer frente a aumentos salariales del 31 por ciento y sostener al mismo tiempo el precio a los productores.
Todos estos desniveles son los que se deben atender con decisiones políticas, que pueden ir desde la apertura de mercados, la agilización de exportaciones, la reducción de retenciones, hasta la casi innombrable actualización del dólar para hacer competitivos a los lácteos argentinos, en un contexto tan conflictuado.
Hoy en "la Villa"
Por su parte, la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe está convocando para hoy a partir de las 19:30 a todos sus asociados y productores en general a participar de una reunión informativa a realizarse en el Club Juventud Unida de Villa San José.
En el encuentro, los dirigentes comunicarán las gestiones que viene desarrollando la Mesa ante el panorama actual del sector y las propuestas de solución presentadas ante el Gobierno nacional. También servirá, con el corrimiento de la reunión técnica para mañana, para poder acercar mejor la mirada real de los productores al entorno de la cadena lechera que se encontrará en Buenos Aires.
En el encuentro, los dirigentes comunicarán las gestiones que viene desarrollando la Mesa ante el panorama actual del sector y las propuestas de solución presentadas ante el Gobierno nacional. También servirá, con el corrimiento de la reunión técnica para mañana, para poder acercar mejor la mirada real de los productores al entorno de la cadena lechera que se encontrará en Buenos Aires.
Federados
Tal como lo adelantaban sobre el final de la semana, desde hoy la Federación Agraria Argentina retoma su plan de lucha, reclamando tanto medidas de coyuntura como cambios profundos y estructurales, a la Nación. Quizá sea ésta la demostración de la escisión entre el Consejo Directivo de la entidad y su presidente, más ligado a apoyar desde hace algunos meses las acciones y definiciones del Gobierno. Hoy a partir de las 11 habrá una movilización en nuestra Provincia, en la confluencia de las rutas 8 y 94; mañana en el Chaco (dos asambleas, una en Pinedo y otra en Sáenz Peña) y Río Negro (movilización en Villa Regina), el jueves en Mendoza (asamblea a las 20 hs. en Bowen, Alvear); y el viernes nuevamente en nuestro territorio, con un tractorazo en Casilda.
Comentarios