En un encuentro en la Villa San José, Meprolsafe informó sobre las últimas novedades de gestión en el sector, mientras tanto hoy se cumplirá la tercera reunión para evaluar técnicamente el precio, con posiciones más firmes.
Por Elida Thiery - Un grupo de productores se reunió anoche en el Club Juventud Unida de la Villa San José, para conocer por parte de la Mesa Provincial de Productores de Leche de Santa Fe los avances de las gestiones que se están haciendo ante el Gobierno Nacional, junto con otras entidades tamberas y la industria, para intentar mejorar el precio de la materia prima.
"No somos ni los que ponemos el precio, ni los que tomamos las decisiones políticas, porque muchas veces no se logra el consenso suficiente", sostuvo Marcelo Aimaro, el presidente de Meprolsafe, que le comentó a una treintena de productores la situación actual, las sucesivas reuniones, pero la falta absoluta de resultados. En el balance del mercado internacional, la baja de precios que llevó la semana anterior a la leche en polvo a los 1.580 dólares la tonelada, la falta de exportaciones, las complejidades políticas y económicas internas, hacen que las estimaciones lleven a 2,50 el piso de la leche para esta altura del año, con mayores bajas hasta el final de 2015.
"Llevamos un montón de propuestas, desde el ordenamiento a través de leyes en 2009, hasta las que alcanzamos ahora para conseguir un fondo anticíclico, una compensación entre industrias exportadoras y las que trabajan en el mercado interno, reintegro para las exportaciones de hasta el 12 por ciento, e incluso sacarle las retenciones al suero. Pero en el estado todo quedó sin tratamiento", agregó el dirigente que además de considerar el riesgo para los tamberos, entiende que las industrias también están en riesgo, por lo tanto la falta de proceso de materia prima agravará más aún la situación.
Entonces, "alguien que no quiso hacer nada desde hace cinco años, no creemos que lo quieran hacer en estos meses y esto es lo más crítico que estamos viendo", sostuvo Aimaro.
La sensación de los dirigentes es que no hay voluntad explícita de modificar nada, salvo estirar los plazos, sin aportar nada, extender la agonía de la producción, agravar la situación de muchas industrias.
Los productores reclamaron que se debe manifestar enfáticamente el reclamo, más allá del nombre de cada institución, sin embargo saben lo complejo que es cada planteo en las reuniones con funcionarios que no conocen el proceso productivo completo.
Sobra el 30 por ciento de leche, según el balance lácteo, dato aportado semanas atrás por la industria, que esta vez se muestra preocupada, porque ni siquiera un ajuste del tipo de cambio ya lo puede salvar.
Incluso, desde el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, tampoco se avizora una reacción concreta para el caso, más allá de la reunión cumplida el viernes, que dista mucho de la actitud de enero, cuando esta crisis empezó a mostrar su primer indicio.
"No somos ni los que ponemos el precio, ni los que tomamos las decisiones políticas, porque muchas veces no se logra el consenso suficiente", sostuvo Marcelo Aimaro, el presidente de Meprolsafe, que le comentó a una treintena de productores la situación actual, las sucesivas reuniones, pero la falta absoluta de resultados. En el balance del mercado internacional, la baja de precios que llevó la semana anterior a la leche en polvo a los 1.580 dólares la tonelada, la falta de exportaciones, las complejidades políticas y económicas internas, hacen que las estimaciones lleven a 2,50 el piso de la leche para esta altura del año, con mayores bajas hasta el final de 2015.
"Llevamos un montón de propuestas, desde el ordenamiento a través de leyes en 2009, hasta las que alcanzamos ahora para conseguir un fondo anticíclico, una compensación entre industrias exportadoras y las que trabajan en el mercado interno, reintegro para las exportaciones de hasta el 12 por ciento, e incluso sacarle las retenciones al suero. Pero en el estado todo quedó sin tratamiento", agregó el dirigente que además de considerar el riesgo para los tamberos, entiende que las industrias también están en riesgo, por lo tanto la falta de proceso de materia prima agravará más aún la situación.
Entonces, "alguien que no quiso hacer nada desde hace cinco años, no creemos que lo quieran hacer en estos meses y esto es lo más crítico que estamos viendo", sostuvo Aimaro.
La sensación de los dirigentes es que no hay voluntad explícita de modificar nada, salvo estirar los plazos, sin aportar nada, extender la agonía de la producción, agravar la situación de muchas industrias.
Los productores reclamaron que se debe manifestar enfáticamente el reclamo, más allá del nombre de cada institución, sin embargo saben lo complejo que es cada planteo en las reuniones con funcionarios que no conocen el proceso productivo completo.
Sobra el 30 por ciento de leche, según el balance lácteo, dato aportado semanas atrás por la industria, que esta vez se muestra preocupada, porque ni siquiera un ajuste del tipo de cambio ya lo puede salvar.
Incluso, desde el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, tampoco se avizora una reacción concreta para el caso, más allá de la reunión cumplida el viernes, que dista mucho de la actitud de enero, cuando esta crisis empezó a mostrar su primer indicio.
Las bajas llegaron
En la jornada de ayer, como se había acordado el martes anterior en la reunión técnica, que no es más que un pasatiempo, porque al momento nada se ha acordado para modificar estructuralmente los precios, comenzaron a entregarse las liquidaciones con bajas muy marcadas.
En Buenos Aires hay recortes de precios de hasta 18 centavos, mientras que en nuestra zona las bajas se dan a partir de los 15 centavos por litro, complicando por demás a los tamberos que ya están muy alejados de la rentabilidad, con pérdida constante y sin ayuda alguna de las compensaciones, que deberían ya estar reglamentadas para la segunda etapa prometida, que debería abarcar de junio a agosto, según anunciara la Nación y celebrara la presidencia de Federación Agraria Argentina, aunque no el resto de sus dirigentes por saber el destino de esta definición. El precio al productor para la materia prima entregada en julio oscilará entonces entre 2,90 y 2,60 pesos.
A pesar del pedido del Gobierno, ninguno de los productores va a "acusar" a quien le baja el precio, por el temor de perder el destino industrial de entrega de materia prima. La solución no está en la presión oficial sobre un privado, sino en poder gestionar nuevos mercados para poder orientar a menos de 200 mil toneladas a sacar del país, mejores condiciones impositivas, entre otras cuestiones.
Es por 4.200 dólares que se vendieron las últimas toneladas de leche en polvo de SanCor a Venezuela, pero esa Nación ya compró en Uruguay a 3.800 dólares y esa diferencia pone en observación al único mercado que tiene salida exportadora hoy y que hace que la Cooperativa sea la única a nivel nacional que se esfuerza por sostener las cifras de pago a los productores. Mientras tanto los últimos buenos precios de la industria en general fue de 3.030 dólares la leche en polvo en junio, pero ahora no hay negocios y el sobrestock es lo que aplasta más aún el caso de este sector productivo-económico. Todos estos temas se incluirán esta tarde, desde las 15 horas en el Ministerio de Economía de la Nación, donde industriales, y productores se junten con funcionarios, para intentar definir algo, directamente orientado a la coyuntura, para poder dar un sustento hacia más adelante.
Será momento de escuchar a los economistas, pero sobre todo de esperar el cumplimiento de la función pública en este sentido. Es esta paralización la que enfervoriza a los representantes de los sectores y seguramente será el condimento para los múltiples debates que se esperan para esta tarde. De no prosperar definiciones posibles, son muchos los que dudan sobre la continuidad de los encuentros; y con esto un desencadenante de una crisis aún mayor, que no necesariamente se resuelve con bloqueos, sino con la convicción de generar cambios de base en el sector. Difícil, pero es así, al menos hasta el primer trimestre de 2016, por condiciones nacionales y proyecciones internacionales.
En Buenos Aires hay recortes de precios de hasta 18 centavos, mientras que en nuestra zona las bajas se dan a partir de los 15 centavos por litro, complicando por demás a los tamberos que ya están muy alejados de la rentabilidad, con pérdida constante y sin ayuda alguna de las compensaciones, que deberían ya estar reglamentadas para la segunda etapa prometida, que debería abarcar de junio a agosto, según anunciara la Nación y celebrara la presidencia de Federación Agraria Argentina, aunque no el resto de sus dirigentes por saber el destino de esta definición. El precio al productor para la materia prima entregada en julio oscilará entonces entre 2,90 y 2,60 pesos.
A pesar del pedido del Gobierno, ninguno de los productores va a "acusar" a quien le baja el precio, por el temor de perder el destino industrial de entrega de materia prima. La solución no está en la presión oficial sobre un privado, sino en poder gestionar nuevos mercados para poder orientar a menos de 200 mil toneladas a sacar del país, mejores condiciones impositivas, entre otras cuestiones.
Es por 4.200 dólares que se vendieron las últimas toneladas de leche en polvo de SanCor a Venezuela, pero esa Nación ya compró en Uruguay a 3.800 dólares y esa diferencia pone en observación al único mercado que tiene salida exportadora hoy y que hace que la Cooperativa sea la única a nivel nacional que se esfuerza por sostener las cifras de pago a los productores. Mientras tanto los últimos buenos precios de la industria en general fue de 3.030 dólares la leche en polvo en junio, pero ahora no hay negocios y el sobrestock es lo que aplasta más aún el caso de este sector productivo-económico. Todos estos temas se incluirán esta tarde, desde las 15 horas en el Ministerio de Economía de la Nación, donde industriales, y productores se junten con funcionarios, para intentar definir algo, directamente orientado a la coyuntura, para poder dar un sustento hacia más adelante.
Será momento de escuchar a los economistas, pero sobre todo de esperar el cumplimiento de la función pública en este sentido. Es esta paralización la que enfervoriza a los representantes de los sectores y seguramente será el condimento para los múltiples debates que se esperan para esta tarde. De no prosperar definiciones posibles, son muchos los que dudan sobre la continuidad de los encuentros; y con esto un desencadenante de una crisis aún mayor, que no necesariamente se resuelve con bloqueos, sino con la convicción de generar cambios de base en el sector. Difícil, pero es así, al menos hasta el primer trimestre de 2016, por condiciones nacionales y proyecciones internacionales.
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