A más de una semana de la promesa, los subsidios no llegan

Los tamberos siguen aguardando por el pago de los 30 centavos por litro que produjeron en julio. El Boletín Oficial lo publicó hace dos jueves y aún no hay novedades en los bancos.


Por Elida Thiery - Tantas cosas han pasado en poco más de una semana, que el tiempo pareció multiplicarse. No solo se definió al titular de la Presidencia de la Nación, sino que ya casi está liquidado el plantel del Gabinete Nacional y entre ellos el nuevo Ministro de Agricultura.
Con una tarea compleja por delante, donde se incluye la reformulación de vínculos desde el Estado con el campo, hasta el análisis de políticas en curso y de las necesarias para reimpulsar la producción.
No será sencillo, pero Ricardo Buryaille supo adquirir herramientas de negociación política en estos años dentro de la Cámara de Diputados, que sumados a los de los años complejos de debate campo-Gobierno desde la vicepresidencia de Confederaciones Rurales Argentinas, podrán generar alternativas viables de gestión.
Pero en medio de los anuncios y los posibles cambios, mientras muchos ya analizan el despegue productivo y las cifras de cada sector, la lechería sigue estando en un estado de alerta complejo.
Se está por cumplir un año entero de crisis y de ajustes de precios que tuvieron momentos de sostenimiento, pero con una depresión en los números que llevaron a gran parte de los tamberos a recibir hasta 2,40 pesos por litro. Ese marco podría agudizarse un poco más en los próximos días con nuevos ajustes.
Ya se rumorea que hay empresas grandes y chicas que bajarán nuevamente diez centavos los precios calculados en litros y así se llegaría a un piso inédito para este marco inflacionario de algo menos de 2,30 pesos en muchos casos.
Esto responde a la baja de la cotización internacional de la leche en polvo de hace diez días y aunque se tiene cierta expectativa positiva de mejora para la semana que ya comienza, las dificultades de comercio internacional que sigue teniendo Argentina son las que atentan contra las cifras que siempre se aprietan en el inicio de la cadena, indefectiblemente.
Con un mercado inundado de leche fluida, en sachet y larga vida, que tiene algunos descuentos para el consumidor, al igual que algunos yogures, la lechería nacional muestra una saturación que no se traslada en la baja de precios para el rango de los quesos, pero permite sacar volumen y esperar novedades de exportación con un mínimo alivio.

Sin subsidios

Todo esto transcurre al tiempo que se aguardan pagos pendientes de ayudas ofrecidas por la Nación.
Replicando los subsidios de 2008 y 2009, pero con otros mecanismos que dejaron de lado a la industria, a partir de marzo se definió un nuevo sistema de compensaciones. En primera instancia de marzo a mayo, para tamberos de hasta 2.900 litros diarios; y luego una extensión de confuso anuncio que tuvo con ese mismo sesgo su aplicación.
Por tironeos y varios pedidos se logró cobrar a fin de octubre el pago de junio, que son 30 centavos para los 2.900 litros de explotaciones que diariamente producen hasta seis mil.
Con el mismo método, la producción logro sonsacar el compromiso de abonar julio en similares condiciones. Como responsable, la Secretaría de Comercio Interior, del Ministerio de Economía de la Nación, publicó el jueves de la semana anterior la definición para el pago de las compensaciones que se destinarán a 5.455 productores. En ese momento tildamos al anuncio como electoralista y hoy, a más de una semana eso se confirma, porque los tamberos siguen esperando el ingreso del dinero a sus cuentas bancarias.
Antes de aparecer en el Boletín Oficial se especulaba que el pago podría darse en esta fecha, previo también al corrimiento del feriado, pero todo fue mucho más allá. Ahora los tamberos siguen esperando para cobrar un extra sobre la materia prima entregada hace cinco meses.
Pero no solo en esta decidia queda la lechería, sino que también está en juego la ayuda comprometida en mismas condiciones para agosto. De todas maneras los productores ya perdieron la esperanza de recibir esos pagos que pueden rondar un promedio de 16 mil pesos, añadiendo una falta de expectativa que este tipo de esquemas de ayuda estatal se pospongan.

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