Ahora Scioli sale a prometer rebajas en todas las retenciones

REFORMULACIÓN DEL MENSAJE de campaña FRENTE AL BALOTAJE


Por Elida Thiery - ¿Cuán desesperado puede estar un candidato para recuperar votos? Nunca nada es demasiado en las peleas políticas y más aún en definiciones uno contra uno, como se dará el 22 de noviembre.
Teniendo en cuenta que el campo fue uno de los principales sectores que le dijo que no a la propuesta de Daniel Scioli, el candidato del Frente Para la Victoria, que viene más golpeado que beneficiado por su propio entorno partidario y oficialista, está repasando errores, faltantes y omisiones de su reciente campaña.
Además de haber aceptado un debate con Mauricio Macri, que será el domingo 15, contradiciendo aquello de no necesitar asistir porque "la gente ya conoce mi propuesta", que no le funcionó, por dos motivos, por saberla y rechazarla o desconocerla y sentirse negada, no solo en eso quedó su repaso de ideas.
Además de hablar de recuperar el 82 por ciento móvil para los jubilados y pensionados sobre el sueldo mínimo, vital y móvil, a pesar de que la Presidente de la Nación opine lo contrario, ahora el gobernador saliente de Buenos Aires se contradijo respecto a las retenciones, también alude en las últimas entrevistas a su convicción de elevar el pago de ganancias a partir de los 30 mil pesos, hecho inaudito durante este año, pero incluso avalado durante todos los años de lucha que cuentan las gremiales al respecto, solo por obediencia a la obstinación impartida desde la Casa Rosada.
Fue en el final de agosto cuando la Federación Agraria Argentina había citado a los principales candidatos en el marco de un "Foro sobre Políticas Públicas Diferenciadas" para conocer la posición de todos frente al campo. La entidad que tiene a su presidente jugando un partido muy claro a favor del oficialismo, a pesar de las opiniones de sus afiliados, había recibido a un Scioli llamativamente orgulloso de decir frente a un auditorio nutrido y junto a su actual y posible futuro ministro a cargo de temas agropecuarios que con los productores, "juntos veamos la estructura del sistema fiscal (retenciones), yo estoy abierto a reverlo, y en cada uno de los cultivos pensar todo el esquema de retenciones". Solo decía en ese momento que estaba "dispuesto a rever todo lo que haya que rever", pero en ningún momento arriesgaba sobre las bajas de los impuestos a los granos y a las economías regionales. Al mismo tiempo había señalado que su intención era la de mantener el sistema de otorgamiento de permisos para la venta al exterior, conocidos como Roe, que significan un negocio millonario, absolutamente sospechado de corrupción y amiguismo para su consecución en tiempo y forma.
Pero la campaña pasó, a pesar de un ínfimo triunfo en votos, el aplastante acceso al balotaje cambió la perspectiva y es así que el discurso ya se modificó, en tan solo una semana.
"Pensando en cómo mejorar la competitividad de las economías regionales, ante un contexto de la baja de los precios de los commodities, un tema de agenda es la baja de retenciones a las economías regionales y otros cultivos", señaló Scioli añadiendo que "la eliminación de los derechos de exportación con prioridad absoluta a nuestras economías regionales, como el caso de té, yerba mate, algodón, peras, manzanas, uvas, cítricos, lana, trigo, maíz, y reducción de los derechos de exportación de la soja (pasando del 35% al 25%) con un costo fiscal de $15 mil millones". A su vez hizo referencian a "Diálogo Agropecuario Federal y Nacional con fuerte participación de las provincias productoras, las representaciones de los pequeños y medianos productores y las organizaciones técnicas y profesionales que trabajan por la mejora de la productividad agropecuaria".
Con franqueza, a partir de una gobernación que no atendió de esta manera a los reclamos más ínfimos de las actividades rurales, que desoyó a decenas de acciones de las diferentes producciones y jamás elevó en contacto directo con la Presidente alguno de estos pedidos para su tratamiento, ¿hasta qué punto cree Daniel Scioli que en menos de veinte días puede convencer a un sector de acompañarlo?
La ansiedad por cautivar a votantes del relegado Sergio Massa hacen que adopte un buen discurso, con definiciones más claras en relación a las necesidades de cada sector nacional, pero de poca fiabilidad, teniendo en cuenta sus propios antecedentes e incluso de los ajenos, teniendo en cuenta el aval de definiciones hechos por el actual Gobierno Nacional, que no pudo en 12 años promover un crecimiento productivo como hubiera podido e incluso sin lograr mover la aguja en cuanto a los números de cada economía respecto a lo que se proponía en setiembre de 2011, como meta para 2020, a través del Plan Estratégico Agroalimentario. Argentina no está hoy ni a un tercio de los objetivos planteados, a partir de parámetros esgrimidos por las diferentes entidades sectoriales. 
En ese momento se hablaba de aumentar la producción de carne bovina en un 46 por ciento para llegar a los 7 mil millones de dólares de exportación en 2020; también llegar a los 3 millones de toneladas de carne aviar; en el sector porcino triplicar la producción para llegar a las 800 mil toneladas. La leche pretendía los 18 mil millones de litros al año y sigue clavada en 11 mil millones como en el inicio de los 2000, mientras que el sueño de esta administración, sin aportar elementos políticos para lograrlo era llegar a 2020 con 160 millones de toneladas granarias, pasando de las 23 millones de hace cuatro años a 50 millones de toneladas en el maíz; de soja de 52 millones a 71 millones y en trigo a 23 millones; arroz y girasol incrementar un 130 por ciento; en algodón 235 por ciento, entre otros números que hoy resultan tristes, si se toman las contracciones productivas que ofrecerá esta campaña.
No hay promesa posible para el campo, la espera fue mucha, las oportunidades infinitas, pero la paciencia se agotó y las urnas demostraron no estar de acuerdo con posturas gentiles de figuras acomodaticias.

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