Así se refirió el Presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe a la perspectiva sobre las nuevas políticas orientadas hacia el campo desde la Nación. Serán tiempos de recuperación, pero no por eso sencillos, ni abreviados.
Por Elida Thiery - La modificación de estructuras de Gobierno es el tema ineludible con cualquier referente sectorial. En el caso del campo y de la provincia de Santa Fe no es un caso menor.
En ocasión del 131er aniversario de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, Gustavo Vionnet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, dialogó con CASTELLANOS sobre la transición y las expectativas sectoriales.
"Se respira un aire diferente. Hay mucha expectativa de tener un ámbito para conversar, con propuestas para realizar, analizar políticas y corregirlas. Por eso me parece que llegó el momento de salir de la trinchera a tapar los pozos y empezar a construir", pero sobre todo "en todo este tiempo perdido hay que poner un sentido positivo".
El dirigente esperancino reconoce que a tiempos de números negativos, de una recuperación que no va a ser sencilla, los productores "tienen una buena expectativa, más allá de que sus cuentas no estén cerrando bien por un tiempo y los de los lecheros vayan a cerrar mal por mucho tiempo, pero es parte del resabio de todos estos años. Por lo pronto las medidas anunciadas desde la campaña hablan de realidades simplificadas, con reformas impositivas, menor cantidad de trámites, quita de impuestos. Todo es mucho más promisorio".
Vionnet entiende en esta línea que la intención de generar un precio sostén para la leche, para soportar momentos como el actual de depresión total de cifras, no es lo más adecuado. "Nosotros creemos que poner un precio sostén significa que el Estado se transforma en un comprador de última instancia, lo cual es imposible. Entonces, si no es negocio producir en las condiciones vigentes y críticas, si no es posible sustentarlo, nadie va a trabajar a pérdida y hoy el Estado no creo que esté en condiciones de salir a sostener la actividad de esa manera. Lo que sí creo es que hay que empezar a construir una lechería de competitividad internacional. Hoy nuestras fábricas están obsoletas, por eso hay que impulsar una competencia de igual a igual con otros países, todo lo contrario a lo que se hizo en estos diez años".
En medio de todo esto quedara por dilucidar el real vínculo de los gobiernos de la Nación y el provincial. Diferente signo político, pero sin muchas distancias pueden permitir un mejor diálogo, al menos la intención concreta de prometer intercambios. "No me da la sensación que de parte del nuevo Gobierno nacional se utilice a la política como un modo de tener a los adversarios como rehenes, como ha ocurrido durante los últimos años. La Argentina necesita que esto sea así, porque en definitiva está en juego el desarrollo de los pueblos del interior del país, para evitar un aumento de la pobreza, entre otras cosas".
Desde CARSFE abogan por una continuidad de los espacios de intercambio preexistentes, como es el caso de la mesa de diálogo lechero que se empleó en el inicio de 2015, aunque terminó olvidándose en plena crisis sectorial. "La lechería es una actividad y para Santa Fe es una actividad clave, entonces tiene que haber un ámbito de discusión respecto a las políticas de la Provincia. Por eso hay que trabajar desde Santa Fe para poder hacer trascender las iniciativas a nivel nacional. Imponer trabajos e ideas y no esperar que lluevan desde la Nación".
Por lo tanto, "para nosotros es clave que el Plan Lechero Santafesino pase a aplicarse en su totalidad, no solo que se publiquen algunos datos de la actividad sino concretamente avanzar hacia la conformación de un fideicomiso, de una sociedad que pueda construir plantas lácteas de competitividad internacional, con el sistema tiempo compartido, pero al mismo tiempo transparentar mucho más el tema precios". La intención es que al conocer los precios de los productos a la salida de las fábricas, se trasladen a la producción en cierta proporcionalidad, "hoy eso no está ocurriendo, hay un avasallamiento de la industria sobre muchos productores que van a terminar saliendo del sistema, entonces eso se cambia dando transparencia, con precios de planchada y el cálculo de cuánto puede pagar cada uno por la materia prima. La Ley de defensa de la Competencia lo permite, es el Estado el que tiene que hacer públicas las cifras para equilibrar el poder dentro de esta cadena productiva y comercial".
El planteo de Vionnet es tan sencillo como el cumplimiento de las normas vigentes, lamentablemente es nuestro país eso que debiera ser natural se hace muy complejo en la práctica concreta.
En ocasión del 131er aniversario de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, Gustavo Vionnet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, dialogó con CASTELLANOS sobre la transición y las expectativas sectoriales.
"Se respira un aire diferente. Hay mucha expectativa de tener un ámbito para conversar, con propuestas para realizar, analizar políticas y corregirlas. Por eso me parece que llegó el momento de salir de la trinchera a tapar los pozos y empezar a construir", pero sobre todo "en todo este tiempo perdido hay que poner un sentido positivo".
El dirigente esperancino reconoce que a tiempos de números negativos, de una recuperación que no va a ser sencilla, los productores "tienen una buena expectativa, más allá de que sus cuentas no estén cerrando bien por un tiempo y los de los lecheros vayan a cerrar mal por mucho tiempo, pero es parte del resabio de todos estos años. Por lo pronto las medidas anunciadas desde la campaña hablan de realidades simplificadas, con reformas impositivas, menor cantidad de trámites, quita de impuestos. Todo es mucho más promisorio".
Vionnet entiende en esta línea que la intención de generar un precio sostén para la leche, para soportar momentos como el actual de depresión total de cifras, no es lo más adecuado. "Nosotros creemos que poner un precio sostén significa que el Estado se transforma en un comprador de última instancia, lo cual es imposible. Entonces, si no es negocio producir en las condiciones vigentes y críticas, si no es posible sustentarlo, nadie va a trabajar a pérdida y hoy el Estado no creo que esté en condiciones de salir a sostener la actividad de esa manera. Lo que sí creo es que hay que empezar a construir una lechería de competitividad internacional. Hoy nuestras fábricas están obsoletas, por eso hay que impulsar una competencia de igual a igual con otros países, todo lo contrario a lo que se hizo en estos diez años".
En medio de todo esto quedara por dilucidar el real vínculo de los gobiernos de la Nación y el provincial. Diferente signo político, pero sin muchas distancias pueden permitir un mejor diálogo, al menos la intención concreta de prometer intercambios. "No me da la sensación que de parte del nuevo Gobierno nacional se utilice a la política como un modo de tener a los adversarios como rehenes, como ha ocurrido durante los últimos años. La Argentina necesita que esto sea así, porque en definitiva está en juego el desarrollo de los pueblos del interior del país, para evitar un aumento de la pobreza, entre otras cosas".
Desde CARSFE abogan por una continuidad de los espacios de intercambio preexistentes, como es el caso de la mesa de diálogo lechero que se empleó en el inicio de 2015, aunque terminó olvidándose en plena crisis sectorial. "La lechería es una actividad y para Santa Fe es una actividad clave, entonces tiene que haber un ámbito de discusión respecto a las políticas de la Provincia. Por eso hay que trabajar desde Santa Fe para poder hacer trascender las iniciativas a nivel nacional. Imponer trabajos e ideas y no esperar que lluevan desde la Nación".
Por lo tanto, "para nosotros es clave que el Plan Lechero Santafesino pase a aplicarse en su totalidad, no solo que se publiquen algunos datos de la actividad sino concretamente avanzar hacia la conformación de un fideicomiso, de una sociedad que pueda construir plantas lácteas de competitividad internacional, con el sistema tiempo compartido, pero al mismo tiempo transparentar mucho más el tema precios". La intención es que al conocer los precios de los productos a la salida de las fábricas, se trasladen a la producción en cierta proporcionalidad, "hoy eso no está ocurriendo, hay un avasallamiento de la industria sobre muchos productores que van a terminar saliendo del sistema, entonces eso se cambia dando transparencia, con precios de planchada y el cálculo de cuánto puede pagar cada uno por la materia prima. La Ley de defensa de la Competencia lo permite, es el Estado el que tiene que hacer públicas las cifras para equilibrar el poder dentro de esta cadena productiva y comercial".
El planteo de Vionnet es tan sencillo como el cumplimiento de las normas vigentes, lamentablemente es nuestro país eso que debiera ser natural se hace muy complejo en la práctica concreta.
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