Alejandro Sanmartino, ingeniero agrónomo y director de la revista y el sitio web Infortambo sería el elegido para el cargo. Si bien la mayoría de las versiones lo indican así, ayer por la tardeCASTELLANOS seguía sin conseguir la confirmación oficial del caso, con lo cual siguen en carrera otros nombres, más ligados a la cuestión técnica lechera, e incluso no se descartan a algunos santafesinos para el lugar.
Lo que hay que destacar es que Sanmartino es un hombre de muchos vínculos en el sector, de gran recorrida, incluso por la organización durante muchos años de la exposición Mercoláctea, pudiendo propiciar un ágil encuentro entre las partes integrantes de esta cadena productiva y también deberá saber ordenar el reparto de información de manera equitativa.
Cabe destacar que si bien en general la situación del sector agropecuario no es sencilla, en particular la lechería tiene uno de los esquemas económicos más complejos, con el aumento constante de costos en cuanto a insumos y servicios, pero con una depreciación de la materia prima y desvalorización de productos para la exportación, que combinados con un mercado interno saturado y un cierre de fronteras conspiran con una rápida recuperación.
Los tamberos recibirán por parte de la mayoría de las empresas en las liquidaciones que se entregarán esta semana, bajas por litro de hasta 13 centavos, con lo cual serán muchos los que se acerquen más a los 2,30 pesos, que los que puedan ir viendo un horizonte de estabilidad por encima de los tres pesos.
A esto se suma que el anuncio que ya cumple más de dos semanas para el pago de compensaciones en relación a la producción de julio, con 30 centavos por litro, para los primeros 2.900 litros de tambos de hasta seis mil diarios, que no llegan, que levemente se reclaman a Comercio Interior, desde el Ministerio de Agricultura y que en definitiva siguen debilitando a las producciones, todos los días. Sin indicios de las promesas similares respecto a agosto, pero sin que nadie termine de descartar esa ayuda, se suma al panorama la necesidad de impulsar las exportaciones. No solo se trata de descomprimir los stocks, que hoy presentan en los puntos de venta ofertas irrisorias, desde leche fluida a nueve pesos el litro en un marco inflacionario irrefrenable que durará solo días porque las listas de precios ya están recargadas en un diez por ciento, hasta promociones de 2x1 en muchos productos como por ejemplo los yogures bebibles.
La exportación buscará en cuanto se promueva, ingresar divisas –más allá de la caída del precio que esta semana consiguió una ínfima recuperación hasta los 2.300 dólares por tonelada de leche en polvo-, estabilizar stocks, pero también recuperar mercados que se han perdido por falta de credibilidad internacional.
El desafío es grande, la lechería en todos sus estamentos tiene que crecer, tiene que expandirse, hay condiciones para hacerlo y la conducción que se dé desde el Estado será fundamental, aunque también es de destacar que con los más simples intentos bien intencionados de trabajo, cualquier movimiento, será más saludable para el sector que el recorrido hecho hasta el momento. La expectativa es mucha y el apuro por concretar las mejoras, también.
Comentarios