Aumenta la presión entre los tamberos por la larga espera

A casi un mes de la asunción del nuevo Gobierno, la espera hasta mañana para la firma del acuerdo marco se hace por demás larga para los productores. Mientras, en el mundo la leche entera en polvo volvió a perder precio.

Por Elida Thiery - Como venimos detallando, el texto está listo, ya sin precios mínimos para la industria, pero se sigue negociando con el sector industrial, que como dijera este lunes el propio secretario de Agricultura, Ricardo Negri, "cuanto más tiempo se tarda, más dudas se generan en el sector". Esto es así, la demora está generando tensiones entre los tamberos, que tienen que salir a picar maíz o definir si lo venden como granos por el reacomodamiento de los precios, pero también se ven ya sobre el mes de enero, sin ayudas y con un horizonte poco alentador. Por su parte las empresas no terminan de cerrar sus cifras y con ello, mientras más se demore la firma del acuerdo, más situaciones contradictorias se presentarán para el pago de la materia prima.
Aunque aún los teléfonos no sonaron, las fuentes ministeriales mantienen al jueves como el día para la lechería, aunque desde algunas entidades no se muestren tan optimistas para el 7 de enero, siempre con el afán de tener al Presidente de la Nación presente durante la serie de anuncios que incluirán un alza del diez al 15 por ciento mensual en los precios pagados al productor, los subsidios por tres meses, desde este inicio de 2016, con 40 centavos por litros para los primeros tres mil de cada explotación tambera, la facilitación de créditos con tasa subsidiada, mejora en las condiciones de las exportaciones e incluso la salida del esquema de retenciones.
A esto se añaden las presiones institucionales de las últimas horas. Aunque sin hacer hablar a un director de Lechería, por el vaciamiento del cargo por causas de política reciente, Federación Agraria salió a pedir una solución y del mismo modo lo hizo la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe.
"La solución no se puede seguir dilatando. El propio ministro Buryaile ha reconocido que los productores necesitan mejorar el precio que perciben por litro de leche, fundamentalmente los pequeños y medianos tamberos", señaló Orlando Marino, secretario gremial de FAA, porque "la situación se complica, además, porque la devaluación ha incrementado en un 60% los costos que deben afrontar". Desde la entidad que se endilgó la instauración de los subsidios de 2015, que no terminaron de pagarse y a la vez jamás los reclamaron a quienes la dejaron pendiente, añadió que "a pesar de las dificultades, los productores están esperanzados en que haya soluciones. Hay miles de familias que desde hace varias generaciones se dedican a la producción lechera, que están luchando para seguir en la actividad. Para ello hacen falta precios de referencia y reglas de juego claras". Marino reclamó una quita de anticipo de ganancias e IVA; que la industria adelante dinero para hacer frente a las reservas de forraje y que esto se pueda devolver con materia prima.
Por su parte, Meprolsafe manifestó que desde el Estado "por el momento existe un primer compromiso de asistir con una ayuda de emergencia para la coyuntura actual. Esto lo aceptaremos sabiendo que se trata de un paliativo, a nuestro entender escaso, no obstante nos preocupa conocer el pensamiento de las nuevas autoridades sobre qué tipo de lechería sustentable van a proponer para el productor". Además "entendemos que se deberán fijar con claridad pautas de crecimiento sobre una base cierta que permita al productor trabajar con la previsibilidad necesaria, aún reconociendo los ciclos que suelen afectar a los mercados. Esto nos lleva a proponer que se defina la competitividad de la cadena láctea ya que existe una gran diferencia entre lo que percibimos por nuestra producción y lo que pagan los consumidores quienes deben saber que los productores no somos los formadores del precio".
"Meprosalfe entiende que el sector no debe subsistir en base a subsidios para atender las crisis de mercados. Tampoco queremos estar permanentemente a merced del mercado sin contar con un sistema de protección que actúe de inmediato ante las fluctuaciones cíclicas que cada vez son más recurrentes", concluyendo que "reiteramos nuestra vocación de diálogo para avanzar hacia un consenso inteligente que permita lograr la tan ansiada lechería argentina. Este objetivo permitirá una lechería competitiva que permita abastecer los distintos mercados".

Otra baja

El año lechero se inició ayer con un nuevo impacto, el de la depreciación de los valores internacionales de los lácteos.
La subasta electrónica de la cooperativa neocelandesa Fonterra generó un retroceso de 16 por ciento en general, con un promedio para los lácteos de 2.458 dólares por tonelada. Hubo de todo, desde la lactosa que trepó 11,4 por ciento (594 dólares por tonelada), junto con la manteca con 6,7% (3.314), la caseína 3,9% (4.736), el queso cheddar 3,5% (2.964 dólares) y la manteca en polvo al uno por ciento (1.586 dólares por tonelada); hasta las bajas de la leche descremada en polvo con 0,8 puntos porcentuales para llegar a 1.890 dólares por tonelada, pasando por la grasa anhídrida con 2,7% en 3.644 dólares; llegando a la leche entera en polvo con un descuento de 4,4 por ciento respecto al comportamiento de hace dos semanas, con un valor de 2.210 dólares por tonelada.
Esto genera un sentido de mayor incertidumbre rumbo a un segundo semestre en el que se espera solidez del mercado global, pero sobre todo del interno, que pretende un invierno calmo, de mejores valores para ofrecer a la producción una primavera 2016 en condiciones más normales.

Comentarios