Rafaela fue el eje del desastre climático, según Dardo Chiesa

El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas habló con nuestro Diario sobre los balances y gestiones ante la situación crítica de la producción y la perspectiva de ayudas que se puedan conseguir a partir de las definiciones políticas. A un mes y medio del inicio del fenómeno, siguen faltando respuestas y presencias.


Por Elida Thiery - Hoy que la lluvia dejó el tendal, las falencias se notan desde los caminos, los animales muertos, las cuentas en rojo, pero sobre todo las ausencias. Aunque el Ministro de Agroindustria diga "las consecuencias son reales y hablar de números generales muchas veces omite el daño individual, aquel que afecta a cada productor que perdió su producción. A ellos les queremos decir que no están solos, somos un Estado presente, por eso, cuando asumimos pusimos el foco en conformar un equipo que se anticipe a los problemas para que cuando le toque brindar una respuesta, la misma sea ágil, dinámica y efectiva", lo cierto es que a un mes y medio del fenómeno climático que arrasó con todo en el campo la gente no se siente acompañada.
CASTELLANOS lo expresaba esta semana, quienes siguen con empeño en los campos, los que empiezan a recibir cheques rebotados, de empresas, en prestaciones de servicios, los que ven que el camino más cercano es el de la subasta de sus animales, el de la anulación de contratos de alquiler, en fin, el de la salida del negocio agropecuario, no ven decisiones ni políticas que los contengan en tiempos en los que se ha perdido todo y como hacía mucho que no sucedía.
Buscando las alternativas de gestión que se dan desde las instituciones, hablamos con Dardo Chiesa, el titular de Confederaciones Rurales Argentinas, quien es señalado como un nexo entre las provincias y el propio Ricardo Buryaile, aunque él mismo remarque reiteradamente que no toma partido por ningún gobierno y simplemente cumple con su función gremial.
"Fundamentalmente tenemos seis provincias afectadas, el epicentro de las lluvias se dio en Santa Fe y justamente Rafaela. Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Santiago del Estero y Chaco, donde al sur hay inundación y al norte sequía, con lo cual las pérdidas están dadas en ganadería, lechería, citricultura, apicultura, está todo afectado", inició así su repaso el dirigente, añadiendo que en "la provincia de Santa Fe se estiman los daños totales en la producción en unos 2.700 millones de dólares, 1.300 millones en Entre Ríos, 700 millones en Corrientes, cinco mil millones de pesos en Córdoba y cifras similares en Santiago y Chaco. Todo esto es en pérdidas directas, teniendo en cuenta millones de litros de leche que no se pudieron ordeñar, muchos que no se pudieron sacar de los tambos porque no había caminos, soja muy por debajo de la posibilidad de poder cosecharla y venderla, los cajones de las abejas arruinados, todos los cultivos de verduras destruidos. Todas las pérdidas productivas son muy importantes".
En este marco explicó que "hay números de pérdidas totales y hay distintos tipos de daños. En ganadería es muy difícil de evaluar porque hay que esperar el impacto, porque la hacienda que se murió se perdió, pero hay mucha preñez perdida, por ejemplo, que son cifras que no se van a tener en mucho tiempo. Por eso estamos trabajando tanto con las provincias como con la Nación, en función de buscar soluciones a corto plazo para atender la emergencia y buscar créditos a tasas blandas y años de gracia para el capital de trabajo que va a haber que recomponer.
Sabiendo que es Santa Fe y sus entidades de productores las que hablan de avanzar en el endeudamiento externo para bajar en formato efectivo y a través de bonos ayudas directas para la producción, Chiesa no se muestra muy convencido del caso, aunque muchos otros dirigentes lo hagan e incluso múltiples voces de la economía lo vean viable. Desde CRA se mantienen reuniones constantes para hallar la forma de subsanar las pérdidas de la manera más ágil. El jueves hubo un encuentro con la Asociación de Bancos de Argentina y el ministro Buryaile "para llegar con refinanciaciones y de la forma más urgente con créditos para capital de trabajo y a tasa subsidiada. El problema de emisión de deuda o bonos es que el crédito al productor tiene que llegar con una tasa en baja en dólares y el riesgo para el país de convertir el dólar en pesos lleva a una devaluación, porque si se quiere una tasa subsidiada siempre existe el riesgo de que se pueda disparar y no es tan fácil tomar este tipo de decisiones". Claramente no es sencillo el hecho de avanzar en ese sentido, pero cada vez son más los que quieren ese riesgo ante la zaranda que está pasando luego de la tormenta, dejando a los menos estables, a los más debilitados y con menores márgenes acumulados de productividad, tanto en los campos como en las empresas. Sin embargo, las consecuencias negativas de estas ecuaciones de selección natural productiva pueden resultar peores de lo que se ven desde este punto de la historia socio-económica, sobre todo para los pueblos y para las cuentas de las arcas provinciales y nacionales, más allá de lo individual.

En el medio

Chiesa representa a la entidad agropecuaria más extendida en el territorio nacional, por eso debe encargarse de estar presente junto a sus productores.
"Yo no me voy a encargar de defender a los gobiernos provinciales ni al nacional, pero se está trabajando fuertemente contrarreloj y los mecanismos no existen. Hay que crearlos. La plata no está en una alcancía esperando que se la reparta, a los recursos hay que crearlos a través de normativas del Banco Central. Por ejemplo, hoy a un productor que le rechazan un cheque no le pueden prestar más plata y esa normativa es la que hay que cambiar. Eso lleva su tiempo, al igual que armar créditos, buscar subsidios para las tasas hoy de un 35 al 16 por ciento, pero no es fácil".
El Banco Central recibió ayer a funcionarios oficiales y de entidades agropecuarias intentando que la próxima semana se inicie con anuncios, "aunque no se pueda conformar a todo el mundo, pero es lo que se va pudiendo construir".
Es así que Dardo Chiesa hace una autocrítica, que está muy ligada al modelo mental sectorial. "La deficiencia que tenemos como argentinos es que no aprendemos de este tipo de catástrofes, que lamentablemente pasan cada diez años, por lo que para estos casos ya deberían estar los mecanismo listos de ayuda". El ejemplo claro está en que "fue CRA la que tuvo que juntar a las seis provincias, a la Nación y al INTA para debatir, porque debiera existir un ámbito, un comité de crisis que se disparara solo y que ya tenga fondos disponibles. Hay que construir todo y ahí está la demora, aunque cada cual esté poniendo lo mejor de sí y me consta la voluntad política de los gobiernos como es el caso del Gobierno de Santa Fe y de la Nación, además de la predisposición de los bancos provinciales y privados para levantar a los productores, a los proveedores de insumos y servicios, porque este es un problema muy abarcativo, esto es una catástrofe", evalúa.
No fue sencillo este tiempo inicial al frente de la entidad en la sucesión de Rubén Ferrero, pero Chiesa sabía de la diversidad de tareas a cumplir. "Yo cumplo mi tarea con responsabilidad y tratando de escuchar a todos los productores y sectores, poniendo todo el tiempo que tengo. En lo que va de esta crisis climática estoy haciendo más de tres mil kilómetros en camioneta por semana, tratando de escuchar y ayudar, cerca de los afectados. En las reuniones de los últimos días me han acompañado Gustavo Vionnet y Pancho Mayoraz de Carsfe, gente de Entre Ríos, de Córdoba, aunque sea muy difícil acercar la ayuda inmediata, en tiempo y forma", concluyó.
Puede que en próximos días alguna ventana se abra a los productores que más lo precisan, que se flexibilicen los sistemas y que se minimicen las consecuencias tremendas que ya tiene toda una región amplia, ante la meteorología. La esperanza nunca se pierde y este es un momento para estar alertas.

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